Machismo y feminismo

Machismo no es lo contrario que feminismo. Feminismo no es lo contrario de machismo. Estas sencillas frases las puede entender hasta la mente m¨¢s limitada. No basta con eso, pero es un comienzo.

Por ejemplo, no es machismo oponerse a las pretensiones de algunas autonombradas portavozas del feminismo en el Congreso de los (y las, ya estaba dejando el flanco descubierto) diputados y diputadas. Eso, lo de oponerse a que se utilice un nombre tan original es, simplemente, una cuesti¨®n de buen gusto y de cordura, que muchas veces coinciden.

Para hacer m¨¢s breve la discusi¨®n: aceptar la aplicaci¨®n del t¨¦rmino portavoza significar¨ªa rendirse a la imbecilidad. Por supuesto que la RAE no es infalible como el Papa, pero tampoco lo son ni Margarita Robles ni Irene Montero. A menos que esa capacidad, la de ser infalible, se nos d¨¦ por hecha desde alg¨²n puesto de poder.

Hubo un Papa, P¨ªo IX, que tuvo la ocurrencia en el lejano siglo XIX de declarar como dogma de fe que la Virgen fuera considerada Inmaculada antes, durante y despu¨¦s del parto. Bueno, pues ese mandato va contra todo el discurrir de la ciencia. Con lo de portavoza pasa parecido: que va contra la lengua y contra su discurrir.

No contentas con semejante imbecilidad, algunas machistas a la inversa, han emprendido una est¨²pida e inmoral campa?a para que se proh¨ªba en los ¨¢mbitos educativos las obras de Rousseau y de algunos escritores actuales, como P¨¦rez Reverte y Javier Mar¨ªas. No se trata de discutirlos, sino de borrarlos. La barbarie subida a lomos del Estado.

Con todos los respetos, o sea, con ninguno, yo creo que en este caso se est¨¢ dando, una vez m¨¢s, una coincidencia hist¨®rica entre el autoritarismo y la estupidez.

Yo conozco a muchas mujeres inteligentes que me han hecho cambiar mis rudimentos machistas muchas veces a lo largo de mi vida. Todav¨ªa estoy muy marcado por ellos, aunque creo que cada vez menos. Y he hecho encuestas privadas sobre las dos cosas. Ninguna mujer de las que conozco ha considerado sensato ser llamada portavoza. Y ninguna de ellas ha defendido quemar en la plaza p¨²blica, como hac¨ªan los nazis, los libros escritos por presuntos machistas.

A m¨ª me parece que el feminismo es una ideolog¨ªa liberadora porque defiende la igualdad. Como el machismo es retr¨®grado porque defiende creencias asentadas en el ejercicio del poder.

Feminismo no es ant¨®nimo de machismo. Es contrario al machismo, pero no solo a eso.

El feminismo es contrario al autoritarismo y, sobre todo, a la estupidez.