Asesinato en R¨ªo

El asesinato a tiros en R¨ªo de Janeiro de Marielle Franco, del Partido Socialismo y Libertad, es un crimen pol¨ªtico sin parang¨®n en la historia reciente de Brasil. Franco, de 39 a?os, la quinta concejal que recibi¨® m¨¢s votos en las elecciones municipales de 2016, fue acribillada junto a Anderson Gomes, el conductor del veh¨ªculo donde viajaba, el mi¨¦rcoles en el centro de la ciudad. La asesinada, que representaba en el Ayuntamiento al barrio de Mar¨¦, azotado por el narcotr¨¢fico, hab¨ªa destacado por denunciar los abusos policiales en la lucha contra la delincuencia.

A pesar del alt¨ªsimo ¨ªndice de criminalidad que sufre R¨ªo, el asesinato de Franco, planificado milim¨¦tricamente y calificado de ¡°aut¨¦ntica ejecuci¨®n¡± en c¨ªrculos pol¨ªticos y medi¨¢ticos brasile?os, es un hecho muy especial por tres razones. En primer lugar, supone un gran rev¨¦s pol¨ªtico a la ofensiva en materia de seguridad encabezada por el Gobierno federal que, en una medida sin precedentes desde la restauraci¨®n de la democracia en 1985, puso el mes pasado la ciudad carioca en manos del Ej¨¦rcito. El problema de la violencia en R¨ªo es semejante a un rompecabezas muy complejo para el que se est¨¢ demostrando que no valen las soluciones sencillas.

En segundo t¨¦rmino, supone un salto cualitativo en los ataques contra activistas proderechos humanos. Franco se hab¨ªa hecho muy popular por sus documentadas denuncias de abusos policiales. Su muerte transmite adem¨¢s un mensaje de miedo a la poblaci¨®n porque el asesinato no responde a los modos de la delincuencia com¨²n.

Finalmente, el Gobierno brasile?o est¨¢ obligado a aclarar cuanto antes la autor¨ªa. La concejal fue tiroteada con munici¨®n procedente de una partida adquirida en 2006 por la Polic¨ªa Federal a la que luego se perdi¨® la pista. La posible vinculaci¨®n de elementos policiales o parapoliciales con el crimen plantear¨ªa graves problemas para la Administraci¨®n a pocos meses de las elecciones presidenciales.