?Qui¨¦n es populista?
Cuanto m¨¢s intentan los pol¨ªticos conectar con las emociones del pueblo m¨¢s se alejan de lo que el pueblo desea
El debate sobre la prisi¨®n permanente revisable (PPR) ha vuelto a desenterrar el arma favorita de nuestros pol¨ªticos: acusar al adversario de populista. Pero ?qui¨¦n es populista? ?No es un t¨¦rmino desgastado de tanto usarlo?
No. El populismo existe. No es una ideolog¨ªa. Tampoco es una voluntad de conectar directamente con el pueblo y enfrentarlo a una ¨¦lite. El populismo es un truco. Sencillo, pero de efectos m¨¢gicos.
El populismo consiste en simplificar una discusi¨®n compleja en dos posturas antag¨®nicas. Por ejemplo, son populistas quienes defienden la vigencia de la PPR porque se declaran cercanos a las v¨ªctimas de cr¨ªmenes horribles, asumiendo que quienes se oponen a la PPR no sienten la misma empat¨ªa con el dolor. Pero tambi¨¦n son populistas quienes quieren derogar la PPR porque la asocian a la cadena perpetua y a una f¨®rmula de justicia caduca y autoritaria. Para estos oponerse a la PPR es indicativo de tener el coraz¨®n jur¨ªdico en el lado progresista. Populista es pues aspirar a dividir la sociedad en dos, ya sea ciudadanos sensibles al dolor versus insensibles, o bien progresistas versus autoritarios. Algo similar ocurre con el debate de las pensiones, donde tanto unos (PSOE y Podemos) como otros (PP y Ciudadanos) intentan categorizar las posturas en t¨¦rminos dicot¨®micos. Unos, hablando de estar con los pensionistas o contra ellos. Otros, dividiendo a los fiscalmente responsables de los irresponsables.
Debemos oponernos a esta estrategia pol¨ªtica barriobajera. Muchos temas pol¨ªticos permiten matices. Como el dinero de las pensiones o los a?os de condena. El margen de acuerdo es ampl¨ªsimo en temas econ¨®micos o temporales. Basta elegir un punto intermedio. Por ejemplo, una PPR con plazos de revisi¨®n m¨¢s cortos, cada 10 o 15 a?os, en lugar de los 25 (o hasta 35 en algunos casos) actuales, podr¨ªa estar m¨¢s cerca de las preferencias mayoritarias de los espa?oles que las dos propuestas ¡°populistas¡± actuales: la derogaci¨®n o la vigencia.
Es la paradoja del populismo. Cuanto m¨¢s intentan los pol¨ªticos conectar con las emociones del pueblo m¨¢s se alejan de lo que el pueblo desea. @VictorLapuente
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