Junts per Estremera

La justicia alemana tiene en sus manos la posibilidad de que se cree el partido que acabar¨¢ con el proc¨¦s: Junts per Estremera, con la ayuda inestimable de los antisistema de la CUP. La detenci¨®n del expresidente pr¨®fugo de la Generalitat, Carles Puigdemont, y la posibilidad de que sea extraditado a Espa?a, abre una nueva etapa para el movimiento independentista de Catalu?a que lleva desde el 1 de octubre intentando burlar la legalidad, con resultados nefastos.

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Pasar¨¢n semanas hasta que los jueces alemanes decidan si entregan a Puigdemont para que sea juzgado por rebeli¨®n, entre otros delitos, por el Tribunal Supremos espa?ol, previo paso por la prisi¨®n de Estremera. All¨ª le esperan sus compa?eros Oriol Junqueras, Joaqu¨ªn Forn, Jordi S¨¤nchez, Jordi Cuixart, Jordi Turull, Ra¨²l Romeva y Josep Rull, mientras Carme Forcadell y Dolors Bassa est¨¢n encarceladas en Alcala 2 y Antonio Com¨ªn, Clara Ponsat¨ª y Marta Rovira siguen fugados con una orden de detenci¨®n internacional. En total, son 13 los acusados de rebeli¨®n por el juez Pablo Llarena.

El independentismo catal¨¢n, la extrema izquierda espa?ola y la legi¨®n de equidistantes que act¨²an en los medios de comunicaci¨®n y las redes sociales definen a los 13 rebeldes como presos pol¨ªticos y a cuatro de ellos como exiliados. Nada m¨¢s lejos de la realidad; no est¨¢n presos por sus ideas, sino por sus actuaciones contra la legalidad y no se han exiliado, sino que se han fugado de la acci¨®n de una justicia que est¨¢ actuando con una contundencia que los secesionistas no esperaban. Pensaban que pod¨ªan burlar la Constituci¨®n, el Estatuto de Autonom¨ªa y el C¨®digo Penal, y no lo han conseguido.

Por supuesto que se pueden discutir las medidas cautelares adoptadas por el Supremo y la propia calificaci¨®n del delito de rebeli¨®n. El tiempo dir¨¢ si son justas o no. Lo que es incontestable es que las andanzas de los l¨ªderes separatistas han llevado a Catalu?a a un callej¨®n sin salida y a los catalanes a una fragmentaci¨®n y un nivel de enfrentamiento que tardar¨¢ a?os en resolverse. Y todo, para nada; porque el proc¨¦s ha muerto.

Solamente la vuelta a la sensatez y a la legalidad permitir¨¢ que Catalu?a recupere la normalidad de su autogobierno y la prosperidad que siempre ha caracterizado a esta comunidad. Quedan menos de dos meses para investir un nuevo presidente de la Generalitat que pueda ejercer como tal y no es el momento de seguir proponiendo candidatos imposibles, ni de incendiar las calles con enfrentamientos que solo conducen al abismo.

La buena noticia en este proceso es la actitud del l¨ªder del PSOE, Pedro S¨¢nchez, que ha aguantado la presi¨®n con sentido de Estado y que, junto a Mariano Rajoy y Albert Rivera, han mantenido una defensa firme de la legalidad en Espa?a. Los tres deber¨ªan ahora pasar a una segunda fase para consensuar un proyecto pol¨ªtico que haga posible la vida en com¨²n de Catalu?a y el resto de Espa?a.