Presupuestos tard¨ªos

?Los Presupuestos del Estado que ha presentado el Gobierno para 2018 est¨¢n condicionados de inicio por graves limitaciones pol¨ªticas. La primera es el inexcusable retraso en su presentaci¨®n; apenas estar¨¢n vigentes durante seis meses, por lo cual su eficacia sobre el ejercicio econ¨®mico es inferior a la deseable. Tampoco hay evidencia de que exista en el Congreso mayor¨ªa suficiente para aprobarlos. El PNV sigue manteniendo un criterio pol¨ªtico (rechazo a negociar cualquier tipo de acuerdo presupuestario mientras est¨¦ vigente el art¨ªculo 155 en Catalu?a) por encima de las evidentes ventajas econ¨®micas obtenidas en la negociaci¨®n con el Gobierno. Fue un error aplazar la presentaci¨®n del Presupuesto y, despu¨¦s de tanta demora, resultar¨ªa una torpeza no tener garantizados los votos suficientes para su aprobaci¨®n.

El ministro de Hacienda ha calificado las cuentas para 2018 como los Presupuestos de los funcionarios y de los pensionistas. Con m¨¢s exactitud podr¨ªan definirse como unos Presupuestos que intentan recuperar el voto de los servidores p¨²blicos o como una respuesta obligada a la presi¨®n de los pensionistas en las calles. No obstante, la subida de las pensiones m¨ªnimas en un 3% y de las no contributivas en otro 3%, una decisi¨®n defendible en el muy corto plazo, no resuelve el problema de las pensiones; apenas persigue otra cosa que tranquilizar la indignaci¨®n de los pensionistas y ganar algo de tiempo mientras se activan las mesas de negociaci¨®n y el Pacto de Toledo, paralizados durante m¨¢s de un a?o de forma incomprensible, en busca de una soluci¨®n articulada y convincente para el sistema.

De igual forma, las reducciones fiscales anunciadas (exenci¨®n para los que ganen menos de 14.000 euros y rebajas para rentas inferiores a 18.000) tienen un efecto real m¨¢s bien restringido. El aumento previsto de la recaudaci¨®n, derivado de una tasa de crecimiento del 2,7%, permite aplicar estos recortes tributarios, pero no bastan para calificar el presupuesto de expansivo ni para suponer que contribuir¨¢ a estimular la actividad econ¨®mica. M¨¢s bien sucede al rev¨¦s: el crecimiento econ¨®mico permite hacer concesiones fiscales leves, de alcance limitado, aplicadas adem¨¢s con el descuido que produce la euforia recaudatoria. Cualquier ventaja fiscal para las rentas m¨¢s bajas deber¨ªa estar compensada por un aumento de los ingresos en el mismo impuesto en las rentas m¨¢s altas.

En s¨ªntesis, el Presupuesto de 2018 ¡ªdel que Ciudadanos se declara coautor, para irritaci¨®n del ministro Montoro¡ª llega tarde y durar¨¢ poco. Resulta cicateramente expansivo y muy selectivo con los segmentos de poblaci¨®n a los que beneficia con los aumentos del gasto. No hay que olvidar que Espa?a tiene que reducir este a?o el d¨¦ficit p¨²blico desde el 3,07% del PIB en 2017 al 2,2% este a?o. Esta es la condici¨®n principal; los aumentos del gasto solo pueden ser cosm¨¦ticos, y en este caso est¨¢n orientados por razones pol¨ªticas. El presupuesto ser¨¢ expansivo cuando aumente la inversi¨®n p¨²blica de forma sustancial; entonces s¨ª se podr¨¢ decir que las cuentas p¨²blicas contribuyen a aumentar la actividad econ¨®mica.

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