Los animales de Oscar Tusquets, testigos de su vida

A sus 76 a?os, Oscar Tusquets se vuelca en su nuevo papel vital: el de padre de familia. Por las ma?anas, el arquitecto lleva a sus mellizos de 13 a?os, Luca y Valeria, al colegio. Cuando regresa, se dedica a la pintura. De una de las paredes de la casa cuelga la acuarela de un labrador. ¡°Es Bruno. Estaba ya ah¨ª cuando nacieron mis hijos. Han crecido con ¨¦l. Lo tuvimos que sacrificar el a?o pasado y fue un drama familiar¡±. Poco antes de su muerte, compraron a Pepe como regalo por el d¨¦cimo cumplea?os de los ni?os. ¡°Es un teckel de pelo duro al que quieren con locura¡±, dice el premio Nacional de Dise?o. ¡°Mi hija, que est¨¢ estudiando ahora las religiones del mundo, dice que Pepe es monote¨ªsta porque adora incondicionalmente a Eva¡±. Se refiere a su actual esposa, Eva Blanch, con la que ha construido su nueva vida.

Tusquets prosper¨® en medio de la agitaci¨®n cultural de la Catalu?a de Salvador Dal¨ª. Fue su amigo y colaborador. Dirigi¨® proyectos de ¨¦xito como la remodelaci¨®n del Palau de la M¨²sica de Barcelona. Cre¨® el estudio de dise?o de muebles BD y expuso piezas en el MOMA o el Pompidou. Fund¨® la editorial Tusquets con su exmujer. Y en todo ese tiempo, los perros fueron una constante. ¡°Vivo con alguno desde ni?o, porque mi madre los adoraba¡±. Hoy, los recuerda a todos y reconoce que ha llorado con la muerte de cada uno. ¡°El que no ha convivido con ellos, no comprende ese dolor. Por suerte, mi familia actual los ama y lo entiende".