El sorprendente caso de Perez Hilton: el gay que no quiere que su hijo sea gay

¡°Esto me puede meter en problemas, pero no meter¨ªa a mi hijo en clases de baile, porque las clases de baile podr¨ªan volver gay a tu hijo. Preferir¨ªa que mi hijo fuese heterosexual¡±. Esto lo ha dicho el bloguero Perez Hilton, nombre art¨ªstico de Mario Armando Lavandeira (Miami, 1978) en el episodio Chippendales de su podcast The Perez Hilton Podcast.

¡°Ser un hombre gay es un camino mucho m¨¢s duro. Seguimos siendo discriminados y no quiero que mi hijo tenga un camino duro en la vida¡±, ha dicho el famoso bloguero

Perez Hilton se hizo famoso por el estilo agresivo del blog que lleva su mismo nombre, en el que en 2004 empez¨® a publicar im¨¢genes poco agraciadas de los famosos junto a frases crueles, sac¨® a famosos del armario y critic¨® duramente a los que se sal¨ªan del buen camino (Britney Spears fue uno de sus objetivos m¨¢s claros y le dedic¨® frases como ¡°?Que te jodan, que te jodan!¡±?en sus peores momentos de adicci¨®n). En su blog tambi¨¦n campaban a sus anchas filtraciones ilegales de canciones, enlaces a cintas de car¨¢cter sexual de estrellas de Hollywood e im¨¢genes de agencias y paparazis sobre las que no ten¨ªa permiso. Todo esto hizo que terminase envuelto en problemas legales en m¨¢s de una ocasi¨®n. Pese a todo eso, se convirti¨® en una aut¨¦ntica estrella en la pasada d¨¦cada. Una figura nueva (el bloguero hecho a s¨ª mismo e independiente de grandes corporaciones) a la que el New York Times dedic¨® extensos perfiles y lleg¨® a tener su propia serie documental en la cadena VH1.?

El tr¨¢fico de su web era espectacular, pero tambi¨¦n sus pifias ¨Cen 2007 anunci¨® a bombo y platillo la muerte de Fidel Castro¨C y su visible intenci¨®n de ser ¨¦l mismo una estrella, lo cual le llevaba a publicar m¨²ltiples im¨¢genes de s¨ª mismo en compa?¨ªa de celebridades de Hollywood. En 2010 hizo examen de conciencia, pidi¨® perd¨®n y prometi¨® no volver a practicar esa suerte de bullying desde su tribuna. Desde entonces, dej¨® de ser relevante y hoy su nombre se mantiene gracias a la televisi¨®n (en 2015 fue uno de los concursantes de la versi¨®n brit¨¢nica de Gran Hermano VIP).

Pero esta semana los medios vuelven a hablar de ¨¦l tras escuchar sus ¨²ltimas declaraciones sobre su hijo de cinco a?os (llamado, como ¨¦l, Mario Armando Lavandeira), que resultan chocantes por varios motivos. En primer lugar, porque Perez Hilton es gay. En segundo lugar, porque Perez Hilton parece creer que ser gay es algo que obedece a condicionantes externos. En tercer lugar, porque incluye en esos condicionantes externos uno tan pueril y perteneciente al lugar com¨²n como unas clases de baile (¡°un mont¨®n de cantantes, actores y bailarines de Broadway son gays¡±, argumenta ¨¦l). En cuarto lugar, porque Perez Hilton presumi¨® durante a?os de ser un activista de la causa LGTBQI y lleg¨® a trabajar para asociaciones como GLAAD, que lucha contra la difamaci¨®n del colectivo en los medios estadounidenses.

Hoy, la mayor difamaci¨®n ha salido de su boca: creer que la condici¨®n sexual de cualquiera es moldeable y susceptible de ser cambiada. Tambi¨¦n considerar que ser gay es peor que ser heterosexual, un caso de homofobia interiorizada. "Perez Hilton acaba de demostrar que no necesitas ser heterosexual para ser un hom¨®fobo", escribi¨® Marilyn Drew Necci en su tribuna de opini¨®n de la web especializada Gayrva. La poderosa (y conservadora) Fox News, por su parte, hizo suya la noticia d¨¢ndole un aire de alerta a la poblaci¨®n: "Perez Hilton afirma que muchos chicos que toman clases de baile acaban siendo gays". ?l aclara sus palabras:?¡°Ser un hombre gay, o incluso (sic) una mujer lesbiana o un hombre transexual o una mujer transexual en Estados Unidos y en todo el mundo todav¨ªa es un camino mucho m¨¢s duro. Seguimos siendo discriminados y no quiero que mi hijo tenga un camino duro en la vida¡±, ha dicho.

Este silogismo (¡°prefiero no ser algo porque ser¨¢ m¨¢s f¨¢cil ser otra cosa¡±) puede tener sentido: Perez Hilton desea para su hijo una vida feliz y f¨¢cil, como cualquier progenitor. Pero se cae por su propio peso y muestra su verdadero signo si lo situamos en cualquier otro contexto. Por ejemplo, si una mujer dice que preferir¨ªa haber nacido hombre, porque vivimos en un mundo machista. O si un negro afirma que preferir¨ªa haber nacido blanco, porque la humanidad a¨²n es racista. El propio Perez Hilton utiliz¨® su tribuna para ser muy cr¨ªtico con los medios que blanqueaban a estrellas negras como Gabourey Sidibe o indias como Aishwarya Rai, por ejemplo.?

"Perez Hilton acaba de demostrar que no necesitas ser heterosexual para ser un hom¨®fobo", denuncia una columnista

En su planteamiento, Lavandeira parece apoyar una versi¨®n higienizada del mundo en el que solo cabe aquello que no levante el recelo de los dem¨¢s. Una versi¨®n que, de haberse hecho real, no habr¨ªa dado lugar a la lucha por los derechos LGTB (o por cualquier derecho) y que har¨ªa imposible que, por ejemplo, en Estados Unidos fuese hoy legal la gestaci¨®n subrogada para parejas gays, el mecanismo que le ha permitido a ¨¦l ser un hombre homosexual con tres hijos a d¨ªa de hoy (Mario Armando, Mia Alma y Mayte Amor).

Desde que hizo las declaraciones iniciales la semana pasada, Perez ha vuelto a hablar del tema en un v¨ªdeo subido a su canal de YouTube, en el que no se mov¨ªa de su posici¨®n, y en una nueva entrega de su podcast, en la que quiso aclarar sus palabras y desandar unos cuantos pasos en su discurso, pero manteniendo en el fondo su teor¨ªa. "La semana pasada en mi podcast dije que no meter¨ªa a mi hijo en clases de baile porque esas clases de baile pueden contribuir a hacer a tu hijo gay [...] Pero tampoco le llevar¨ªa a un campo de tiro ni le dar¨ªa clases de disparo para hacerlo heterosexual". Tambi¨¦n aclar¨® que, si su hijo tuviese muchas ganas de ir a clases de baile y se lo pidiera, se lo permitir¨ªa.?

Cuando la obra musical?Billy Elliott (la historia sobre un ni?o que quiere bailar y que, por cierto, no es gay), Perez Hilton se mostr¨® emocionado en una noticia de su blog. ¡°Corre a comprar entradas para Billy Elliott, puede que no tengas otra oportunidad. Echaremos de menos este espect¨¢culo¡±.

Tal vez hoy deber¨ªa pensar que, en el caso de haber sido su hijo, Billy Elliott no hubiese bailado demasiado.?