Siete dise?adores y sus objetos m¨¢s preciados
Siete maestros del dise?o nos desvelan sus tesoros m¨¢s preciados. Desde un l¨¢piz hasta un florero o un exprimidor de naranjas. Enseres de los que no pueden despegarse por mucho que pasen los a?os.
NI EL M?VIL, ni el ordenador. A la hora de decidir qu¨¦ objetos son fundamentales en su vida, ninguno de los protagonistas de estas p¨¢ginas incluye esos dos b¨¢sicos en su lista. Se repiten las gafas, los cuadernos o el hervidor de agua de Richard ?Sapper, un dise?o tan metaf¨®rico como funcional en el que el alem¨¢n quiso evitar el sonido del agua y recrear en su lugar el pitido de los barcos que navegaban por el Rin durante su infancia.
La funci¨®n, los sentimientos y el azar deciden lo que nos acompa?a a diario, los objetos cuya ausencia modificar¨ªa lo que hacemos. Eso marca la medida de su importancia. Hoy, cuando tenemos m¨¢s pertenencias de las que podemos recordar, tendemos a volver a comprar un l¨¢piz o una bolsa de pl¨¢stico antes que conservar lo que ya tenemos. Los profesionales relacionados con el dise?o nos revelan qu¨¦ les resulta esencial y por qu¨¦. Lo diario, lo cotidiano es tan esencial y real que est¨¢ lejos de ser ordinario e incluso a veces puede ser considerado extraordinario.
?Los enseres que utilizamos con frecuencia definen c¨®mo somos realmente m¨¢s que c¨®mo nos gustar¨ªa ser? Estar¨ªamos muertos si nuestra lista de favoritos no evolucionase con el tiempo. Pero los objetos que no nos cansan ni dejamos de necesitar demuestran que lo que apasiona en un momento puede terminar molestando. Cada vez son m¨¢s las personas que cambian acumulaci¨®n por selecci¨®n y deciden desprenderse de libros, muebles o ropa, cuya sobreabundancia puede terminar convirtiendo un hogar en un almac¨¦n. Inma Berm¨²dez, la primera espa?ola que dise?¨® para Ikea, avisa: ¡°Debemos ser m¨¢s conscientes de la basura que generamos¡±. El arquitecto Juli Capella, pionero a la hora de hablar de dise?o en Espa?a en las revistas De Dise?o y Ardi, se puso como objetivo ir desprendi¨¦ndose de cuanto tiene y, justo antes de desaparecer, quedarse sin nada. ¡°Aunque no creo que sea capaz. Con el tiempo te hartas de apellidar cada pieza. Comienzas a darle m¨¢s valor a lo que sinceramente te ayuda a vivir un poco m¨¢s feliz, funcione o no, te represente o no¡±.
La arquitecta Atxu Amann, comisaria del pabell¨®n de Espa?a en la pr¨®xima Bienal de Arquitectura de Venecia, cree que podr¨ªa haber firmado la misma lista de objetos cotidianos esenciales hace tiempo. El empresario Kike Sarasola confiesa que son sus seres queridos los que van dibujando su universo de pertenencias. El dise?ador Mario Ruiz descubre que, frente a su sobriedad profesional, busca el humor en lo que va atesorando. Capella admite que a los 30 a?os su dec¨¢logo de b¨¢sicos hubiese sido ¡°un insufrible muestrario de piezas de museo¡±. Y aunque se reconoce como design-victim, se encuentra a s¨ª mismo, sobre todo, en la mezcla. ¡°Alguien sano no suele prestar mucha atenci¨®n a los objetos ni conoce su historia¡±, opina. ?Se podr¨ªa hacer una disecci¨®n de cada ser humano analizando las cosas de las que vive rodeado? Winston Churchill contest¨®: ¡°Nosotros hacemos los objetos y luego son ellos los que nos hacen a nosotros¡±.
Juli Capella
La fregona levant¨® a la mujer del suelo y favoreci¨® que la limpieza fuese cosa tambi¨¦n de hombres. Es un invento espa?ol¡±. Arquitecto y pionero del periodismo sobre dise?o, Capella (Barcelona, 1960) explica que conoci¨® a su autor, Manuel Jal¨®n, un ingeniero-empresario innovador ¡ª¡°hoy lo llamar¨ªan emprendedor¡±¡ª con ambici¨®n no solo econ¨®mica, sino tambi¨¦n social. Asegura que la utiliza con frecuencia, aunque no tanto como las gafas Silhouette: ¡°Mi instrumento cotidiano m¨¢s preciado para el trabajo ¡ªdise?ar¡ª y el placer ¡ªleer y dibujar¡ª. Es tan obvio el servicio de unas gafas que apenas le prestamos atenci¨®n. Su dise?o, sin montura, es tan radical que a menudo me acuesto y me ducho con ellas. Se han integrado en mi cuerpo como una pr¨®tesis¡±. Otra pr¨®tesis es su reloj Victorinox: ¡°Con luz incorporada para alumbrar las cartas de los restaurantes mal iluminados¡±, apunta el autor de locales como Mextizo, en Barcelona, o Jaleo, en Washington. Su lista de b¨¢sicos incluye el clip (¡°15 cent¨ªmetros de alambre inteligentemente doblados que desmontan el t¨®pico de que el dise?o es caro¡±), la silla Thonet (¡°caben 36 desmontadas en un metro c¨²bico¡±), y dos piezas italianas: el florero Shiva, de Ettore Sottsass (¡°su potencia simb¨®lica me pareci¨® grosera e infantil, pero le cog¨ª cari?o y lo regalo a mis amigos cuando se casan como augurio de fertilidad¡±), y el hervidor 9091, de Richard Sapper. Con ¨¦l se hace el t¨¦ cada ma?ana. Capella defiende tambi¨¦n an¨®nimos, como el porr¨®n, el botijo o el chupach¨²s, ¡°un producto industrial m¨¢gico, porque desaparece¡±.
Teresa Sapey
La arquitecta Teresa Sapey (Cuneo, Italia, 1962) salt¨® a la fama hace tres lustros cuando supo ver en los garajes un espacio por descubrir. Hab¨ªa o¨ªdo que estaban ?reuniendo en un hotel (el Puerta Am¨¦rica de Madrid) el dise?o de Norman Foster, Jean Nouvel, Zaha Hadid, John Pawson y Javier Mariscal. Y pidi¨® estar entre ellos. Reclam¨® una oportunidad.
¡ªEstar¨ªamos encantados si nos quedara espacio ¡ªle contestaron cort¨¦smente.
Lo siguiente fue que Sapey lo encontr¨®: colore¨® el garaje. Desde entonces, los aparcamientos ¡ªp¨²blicos y privados¡ª, las tiendas ic¨®nicas y las residencias de lujo forman su tridente de especialidades arquitect¨®nicas. Eso s¨ª, todas coloreadas. Es l¨®gico que la pantonera (con todos los tonos para elegir) y un casco de obra de color calabaza figuren entre sus objetos necesarios. El naranja "efervescente y vitam¨ªnico" es su color favorito. Sapey convive con algunos de sus dise?os: los maceteros y jarrones realizados para la empresa Vondom, que utiliza de portaobjetos, o una silla de Mickey Mouse que ide¨® para una instalaci¨®n. Hoy le resulta imposible imaginarse a s¨ª misma sin las gafas hexagonales ¡ªen todos los colores¡ª que ayudan a perfilar su rostro. Los rotuladores negros que emplea a diario para dibujar croquis componen su kit de supervivencia esencial.
Antoni Arola
Premio Nacional de Dise?o, Antoni Arola (Tarragona, 1960) es un dise?ador industrial at¨ªpico: m¨¢s de plegar y torcer que de calcular con precisi¨®n. Su obsesi¨®n es la luz: c¨®mo acompa?ar, subrayar y arropar iluminando. Por eso sus objetos favoritos son la bombilla incandescente y las l¨¢mparas, propias y ajenas. Define como "?poes¨ªa electr¨®nica" la vela led de Moritz Waldemeyer para Ingo Maurer, que, confiesa, le regal¨® a su mujer para poder tenerla ¨¦l. A otra l¨¢mpara, el modelo Ote, uno de sus primeros dise?os, le tiene cari?o "porque est¨¢ hu¨¦rfana: ha dejado de fabricarse". Sucede cuando la producci¨®n industrial se asocia a las tendencias: la vida de los objetos se acorta. Pero m¨¢s all¨¢ de la luz, dos asientos lo definen: la Aluminium Chair que los Eames idearon para Vitra (comprada de segunda mano) y un taburete de ?pescador ("un no dise?o que negoci¨¦ en una playa del cabo de Gata, en Almer¨ªa"). Entre los objetos sin firma, le fascina la pelota de b¨¢dminton porque tiene alas. Le sirvi¨® para hacer una l¨¢mpara. La dicotom¨ªa entre lo an¨®nimo y lo consagrado tambi¨¦n convive en su cocina. La cafetera de Sapper (producida por Alessi) coexiste con un c¨¢ntaro de poliuretano rojo. Su otra pasi¨®n son los ?viajes: de Jap¨®n se trajo una brocha para dibujar caligraf¨ªa, y del MOMA de Nueva York, un cubo de colores del que no recuerda el autor.
Inma Berm¨²dez
La primera dise?adora espa?ola que vio c¨®mo Ikea produc¨ªa su lavamanos vive con su marido y su hijo en el campo valenciano, rodeada de naranjos. Por eso el exprimidor Braun CJ3050 es uno de sus ?compa?eros de existencia: "Es el mejor, funciona a la perfecci¨®n y se limpia f¨¢cilmente". Otro cl¨¢sico de su d¨ªa a d¨ªa es la aceitera Marquina, basada en un matraz de laboratorio, que revela c¨®mo un dise?ador ¡ªel espa?ol Rafael Marquina¡ª puede pasar a la historia con un solo producto.
Berm¨²dez (Murcia, 1977) cree que la resistente maleta de aluminio Rimowa la define: "Como viajo a menudo, es una gran inversi¨®n". Su trabajo queda retratado en otro cl¨¢sico, su libreta Moleskine. "Me resisto a digitalizar la agenda. Y es roja para encontrarla f¨¢cilmente en el bolso". Desde que ha sido madre, los bloques Lego desordenan su casa: "Invitan a la imaginaci¨®n, son sencillos, pero ofrecen infinitas posibilidades". Su hijo tambi¨¦n ha a?adido a su colecci¨®n de b¨¢sicos los cuencos Margrethe, de Rosti Mepal, con goma antideslizante. La silla Physix Studio que Alberto Meda ide¨® para Vitra es su butaca "de oficina, pero bonita y discreta". Entre sus propios dise?os, un hito: la l¨¢mpara FollowMe, de las primeras en ganar autonom¨ªa de la red el¨¦ctrica: m¨®vil, de bajo consumo (led), con diversas intensidades y pantalla orientable. "Va con nosotros all¨¢ donde se necesite luz". Su ¨²ltimo dise?o para Ikea es el florero Gradvis.
Mario Ruiz
Hay tres tipos de objetos con los que Mario Ruiz (Alicante, 1965) se identifica: los funcionales (¡°t¨¦cnicos, necesarios y aparentemente sencillos: los m¨¢s dif¨ªciles de dise?ar¡±), los ingeniosos (¡°prescindibles, pero que hacen pensar¡±) y los ir¨®nicos (¡°con un punto tierno, naif¡±). Los b¨¢sicos del dise?ador del tax¨ªmetro m¨¢s utilizado en Nueva York y de las tumbonas m¨¢s vendidas en Espa?a atraviesan esas tres categor¨ªas. Asegura que solo dibuja en libretas Muji (¡°el soporte donde archivo los bocetos de cada proyecto¡±). Lo hace con bol¨ªgrafos negros Pentel de punta fina. ¡°Como trabajo en mil¨ªmetros y d¨¦cimas, necesito un pie de rey [o calibre], indispensable para convertir en realidad las ideas¡±. Hay m¨¢s herramientas entre sus b¨¢sicos: un destornillador, un taladro. ¡°Querr¨ªa haber ideado el primer martillo o el primer tornillo. Lo funcional es el dise?o m¨¢s honesto que existe¡±. Al premio Nacional de Dise?o 2016 le gusta la cocina. Compr¨® un cuchillo japon¨¦s en la calle Kappabashi de Tokio. ¡°Me interesan los objetos como la sart¨¦n que facilitan la vida, tan bien resueltos que no tienen alternativa¡±. Necesita su cafetera Minimoka (¡°un encargo especial porque actualizaba un cl¨¢sico de Andr¨¦ Ricard¡±). Y entre tanta funcionalidad, un dibujo de Pello Irazu. Tambi¨¦n la m¨²sica: ¡°Vivo y trabajo fundamentalmente con la electr¨®nica¡±. El altavoz inal¨¢mbrico lo dise?¨® para la empresa Vieta. Su otro yo son los animales y los personajes cargados de ternura e ingenuidad. Le gustan porque no tienen traducci¨®n racional.
Atxu Amann
Retrato de una mujer en 10 objetos. Atxu Amman es algo melanc¨®lica (por eso guarda el collar de su desaparecido perro Arvak), cuidadora (vaporeta Polti), madre (carnet de familia numerosa), activa y consciente de la importancia del f¨ªsico (l¨¢piz de ojos negro y botas rojas de Dr. Martens). Que llega a la madurez ligera, en un mundo incierto "dominado por el ?capitalismo" (tarjeta de cr¨¦dito). La arquitecta responsable del pabell¨®n de Espa?a en la pr¨®xima Bienal de Arquitectura de Venecia trae los deberes hechos.
Amann (Madrid, 1961) compagina una trayectoria profesional ¡ªasociada a C¨¢novas y Maruri¡ª con otra acad¨¦mica ¡ªinvestigando sobre g¨¦nero y espacio p¨²blico y dom¨¦stico¡ª. Tambi¨¦n con la educaci¨®n de cuatro chicos. Su perro Arvak sal¨ªa en la fotograf¨ªa del ¨²ltimo carnet de familia numerosa. "Su collar perpet¨²a el duelo".
No podr¨ªa pasar sin el l¨¢piz de ojos, "pintura de guerra desde la adolescencia". "Podr¨ªa ir desnuda con botas y el ojo pintado¡, pero tambi¨¦n podr¨ªa prescindir y lo har¨¦¡ Camino hacia el veganismo y el cuero habr¨¢ de ser sustituido". Vincula la vaporeta manual a una soluci¨®n sostenible para limpiar con vapor de agua. Cree que en alg¨²n momento la memoria biol¨®gica no funcionar¨¢ y las pr¨®tesis digitales ser¨¢n necesarias. "Entonces espero recordar el c¨®digo pin de la tarjeta de cr¨¦dito para poder volver a casa".
Kike Sarasola
La relaci¨®n con el dise?o del empresario hostelero y ex jinete ol¨ªmpico Kike Sarasola (Madrid, 1963) se evidencia en sus hoteles. Sus cosas revelan la importancia de sus amigos. "La instalaci¨®n de Amparo Garrido me la regal¨® Carlos, mi marido, cuando cumpl¨ª 40 a?os. Hizo una recopilaci¨®n de fotos con los perros, mi padre¡". Tambi¨¦n Bruce Weber les regal¨® una sesi¨®n de fotos en Madrid. "Quiso retratar nuestro amor. Ahora ¨¦l lo est¨¢ pasando mal y la incluyo como homenaje".
Tiene una l¨¢mpara con la forma del edificio Chrysler, su favorito. "Me recuerda a Nueva York, para m¨ª el epicentro del mundo". ?l estren¨® la montura en los Juegos Ol¨ªmpicos de Barcelona. "Mi abuela me compr¨® esta r¨¦plica en miniatura. Hoy me recuerda a ella, que acaba de morir con 99 a?os, y a mi primera olimpiada, en Barcelona". Compensando su parte mundana, a Sarasola le encanta el fuego y el invierno. Escoge una chimenea falsa. "Como no podemos tener una en Madrid, disponemos de esta gal¨¢ctica". Tan apasionado del arte como del dise?o, sostiene que "las obras de arte tienen que ser historias de amor". Vio su pintura de Julian Opie en una feria Arco. "La tuvimos en el sal¨®n durante lustros y ahora es una parte fundamental de nuestro hotel Alicia. Opie dice que es la silueta de Kate Moss caminando. Sea lo que sea, resulta hipn¨®tica".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.