D¨ªa de la Bicicleta, o el doble viaje del Dr. Hofmann
Esta fecha conmemora el doble viaje, ciclista y psicod¨¦lico, que llev¨® a cabo el qu¨ªmico Albert Hofmann en 1943
Aunque por el momento no tiene reconocimiento oficial, en medio mundo, incluida Espa?a, se celebra el 19 de abril el D¨ªa Mundial de la Bicicleta. Su objetivo, obviamente, es promover el uso de la bici, poniendo ¨¦nfasis en las ventajas que supone para la salud y el medio ambiente. Adem¨¢s, con creciente frecuencia se aprovecha la fecha para reivindicar los derechos de los ciclistas y advertir sobre su vulnerabilidad.
La idea se le ocurri¨® a Thomas Roberts, un profesor de la Universidad de Illinois, que empez¨® festej¨¢ndolo en el jard¨ªn de su casa en 1985. Pero sus alumnos lo dieron a conocer localmente, m¨¢s tarde lo colgaron en internet, y en 30 a?os la internacionalizaci¨®n de las comunicaciones se encarg¨® de completar la tarea a escala global. Ahora bien, ?por qu¨¦ el 19 de abril? El profesor escogi¨® esa fecha para conmemorar el doble viaje, ciclista y psicod¨¦lico, que hab¨ªa llevado a cabo 42 a?os antes un renombrado qu¨ªmico suizo.
El 19 de abril de 1943, el Dr. Albert Hofmann, que trabajaba en los laboratorios Sandoz (hoy Novartis) de Basilea con los alcaloides del cornezuelo del centeno, decidi¨® hacer una prueba utiliz¨¢ndose a s¨ª mismo como cobaya. Solo tres d¨ªas antes hab¨ªa estado ocupado con una variante del ¨¢cido lis¨¦rgico, famosa luego como LSD, que hab¨ªa sintetizado a?os atr¨¢s, y experiment¨® sensaciones muy extra?as, que defini¨® como "una intoxicaci¨®n no desagradable" (seguramente le ocurri¨® porque hab¨ªa absorbido inadvertidamente una peque?¨ªsima porci¨®n a trav¨¦s de la piel de los dedos). Intrigado, quiso ir m¨¢s all¨¢ y decidi¨® ingerir con un poco de agua una cantidad que le pareci¨® min¨²scula de aquella sustancia, 250 microgramos (0'00025 gramos), para experimentar en persona sus efectos. A los 40 minutos anot¨® en su cuaderno: "Comienzan los efectos. Ligero mareo, sensaci¨®n de ansiedad, alucinaciones visuales, s¨ªntomas de par¨¢lisis, deseo de re¨ªr". A partir de ah¨ª no pudo seguir escribiendo.
Asustado, Hofmann decidi¨® regresar a casa en bicicleta (en plena guerra mundial, apenas hab¨ªa coches) y pidi¨® al ayudante del laboratorio que lo acompa?ara. D¨ªas despu¨¦s inform¨® a sus jefes: "Al volver en bicicleta mi estado empez¨® a ser peligroso. Todo lo que hab¨ªa en mi campo de visi¨®n se mov¨ªa distorsionado, como si se reflejara en un espejo curvo. Tambi¨¦n tuve la sensaci¨®n de no poder moverme, aunque mi asistente me dijo despu¨¦s que hab¨ªamos pedaleado a una buena velocidad. Finalmente llegamos a casa sin problemas, y solo fui capaz de decir a mi acompa?ante que llamara al m¨¦dico y pidiera leche a los vecinos". El galeno no apreci¨® enfermedad alguna, salvo dilataci¨®n de las pupilas, mientras la vecina que le proporcion¨® la leche le pareci¨® que ¡°ya no era la se?ora R., sino una bruja mal¨¦vola con una m¨¢scara de colores¡±.
Comienzan los efectos. Ligero mareo, sensaci¨®n de ansiedad, alucinaciones visuales, s¨ªntomas de par¨¢lisis, deseo de re¨ªr
A partir de ah¨ª, el p¨¢nico que embargaba al cient¨ªfico, quien lleg¨® a pensar que estaba muriendo, fue atenu¨¢ndose y "dej¨® paso a un sentimiento de felicidad y gratitud". A?adi¨®: "En ese momento comenc¨¦ a disfrutar de los colores y las formas, que ve¨ªa con los ojos cerrados. Surg¨ªan fant¨¢sticas im¨¢genes caleidosc¨®picas muy variadas, abri¨¦ndose y cerr¨¢ndose en c¨ªrculos y espirales, explotando en forma de manantiales llenos de colores, recomponi¨¦ndose y mezcl¨¢ndose, todo en un flujo constante". Y al d¨ªa siguiente: "Cuando sal¨ª al jard¨ªn, donde luc¨ªa el sol despu¨¦s de haber llovido, todo brillaba con una nueva luz. Parec¨ªa como si el mundo estuviese reci¨¦n creado. Mis sentidos vibraban en un estado de gran sensibilidad que se prolong¨® todo el d¨ªa".
Sin pretenderlo, Hofmann hab¨ªa realizado el primer viaje con LSD y enseguida se dio cuenta de que se trataba de una sustancia extraordinaria, el alucin¨®geno m¨¢s potente conocido. Imagin¨® que podr¨ªa ser una droga importante en medicina psiqui¨¢trica, sin considerar ni por un momento su potencial uso recreativo, que ser¨ªa tan com¨²n en la ¨¦poca hippie y contracultural (¡°cuanto m¨¢s se difund¨ªa su uso como alucin¨®geno, m¨¢s problem¨¢tico se volv¨ªa¡±, escribi¨®). Pero siempre se refiri¨® a aquella experiencia como "el d¨ªa de la bicicleta", inmortalizado despu¨¦s en multitud de im¨¢genes coloristas y adoptado hoy como "D¨ªa Mundial de la Bicicleta", ciertamente a espaldas de su inspirador.
Albert Hofmann, que muy joven describi¨® la estructura de la quitina, y tras el LSD aisl¨® otros productos psicoactivos, ha sido considerado uno de los grandes cient¨ªficos del siglo XX, con enorme trascendencia m¨¢s all¨¢ de su campo de investigaci¨®n. Solo entre 1943 y 1970 se publicaron m¨¢s de 10.000 trabajos cient¨ªficos sobre el LSD, considerado entonces el producto farmacol¨®gico m¨¢s estudiado de la historia. Celebr¨® sus 100 a?os de vida ensalzando al LSD como ¡°medicina del alma¡± y lamentando la prohibici¨®n de su uso farmacol¨®gico. Muri¨® en 2008, cumplidos los 102 a?os, muy poco despu¨¦s de que excepcionalmente se autorizara en distintos pa¨ªses el uso experimental del LSD como analg¨¦sico, antidepresivo y para otros trastornos. Al margen de ello, tambi¨¦n los ciclistas le debemos reconocimiento.
Miguel Delibes de Castro es profesor ad honorem del CSIC y miembro de la Real Academia de Ciencias Exactas, Fisicas y Naturales
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