Sin noticias de Gugusha, la hija del dictador uzbeko
Gulnara Karimova fue dise?adora, embajadora de su pa¨ªs y ni?a mimada de la 'jet set' mundial. Desde 2014 nadie sabe nada de ella. Solo su hijo, exiliado en el Reino Unido, exige saber d¨®nde est¨¢ su madre
Gulnara Karimova (1972, Fergan¨¢, en Uzbekist¨¢n), es mucho. La hija mayor del dictador de Uzbekist¨¢n, Islam Karimov, fue mimada por la 'jet set' mundial; ejerci¨® de dise?adora de moda; se titul¨® por Harvard; fue embajadora de su pa¨ªs en Espa?a; llego a ser influencer y era megamillonaria. Hace a?os, la fortuna de Gugusha, como la llamaba su padre, se estimaba en m¨¢s de 500 millones de euros. En esa ¨¦poca resid¨ªa en Suiza, se dejaba ver con asiduidad por Londres o Nueva York y se codeaba con personalidades como Elton John, Julio Iglesias, Rod Stewart, Sting, Bill Clinton, Vlad¨ªmir Putin, ?scar de la Renta, Valentino, Cristiano Ronaldo, Lionel Messi, Joan Laporta¡ Con mucho dinero, es f¨¢cil tener muchos amigos. Ese espejismo comenz¨® a difuminarse, cuando en 2011 fue declarada persona non grata de la Semana de la Moda de Nueva York, debido a la presi¨®n de organizaciones de derechos humanos que denunciaban la cruel dictadura de Uzbekist¨¢n. A partir de ese momento fue perdiendo influencia y desde 2014 no se sabe nada de ella. Ni fuera ni dentro de su pa¨ªs: hace dos a?os, tras la muerte de su padre, fue el ¨²nico familiar del dictador que no acudi¨® a las exequias. Tampoco ha pisado el memorial que se erigi¨® en Samarcanda en honor al dictador. Nadie tiene noticias de Gugusha.
¡°Esta mujer, que nunca ten¨ªa suficiente atenci¨®n y se la pod¨ªa ver en cualquier lugar, no ha soltado palabra desde 2014¡±, declara a The New York Times Steve Swerdlow, investigador de Human Rights Watch en Asia central, que ha estado en contacto con miembros de la familia de Gulnara Karimova para intentar encontrarla. Algunos, familiares incluidos, creen que puede estar muerta.
Mientras Gugusha brillaba por el mundo, el r¨¦gimen de su padre censuraba, torturaba, persegu¨ªa a las minor¨ªas, hac¨ªa desaparecer a sus opositores pol¨ªticos y, por supuesto, ama?aba elecciones. En 1989, tras la descomposici¨®n de la URRS, Kar¨ªmov fue nombrado primer secretario del Partido Comunista de Uzbekist¨¢n. El a?o siguiente fue elegido presidente, cargo que mantuvo cuando el pa¨ªs se independiz¨® en 1991. Desde entonces, gan¨® todas las elecciones a las que se present¨® con porcentajes de voto que no bajaban del 90%. A pesar de todas las denuncias en materia de derechos humanos contra la dictadura uzbeka, Kar¨ªmov contaba con el apoyo tanto de Rusia ¨Cimportante socio econ¨®mico, al que le compra grandes cantidades de gas¨C como de Estados Unidos; Uzbekist¨¢n posee importantes yacimientos de hidrocarburos y oro y comparte frontera con Afganist¨¢n.
Tras la muerte de Islam Karimov, Shavkat Mirziy¨®yev fue elegido presidente del pa¨ªs en un ejercicio de impune continuidad del r¨¦gimen: Mirziy¨®yev ejerci¨® de primer ministro de Uzbekist¨¢n desde 2003 hasta su nombramiento. En las elecciones de diciembre de 2016 obtuvo casi el 89% de los votos emitidos, con una participaci¨®n del 87%. Los observadores internacionales las describieron como ¡°deficientes¡± y constataron la falta de ¡°verdadera competici¨®n¡± y ¡°la limitaci¨®n de las libertades fundamentales¡±.
El pasado julio, Mirziy¨®yev rompi¨® su silencio sobre Karimova: hab¨ªa sido acusada de malversaci¨®n y extorsi¨®n y condenada en 2015 ¨Cun a?o despu¨¦s de que desapareciera de la vida p¨²blica¨C a cinco a?os de una especie de arresto domiciliario. La fiscal¨ªa dijo que hab¨ªa congelado unos 1.500 millones de euros de Karimova en Suiza, Suecia, Reino Unido, Francia, Irlanda, Rusia, Emiratos ?rabes Unidos, Malta, Alemania, Hong Kong o Espa?a. Karimova no pudo hacer declaraciones. Nadie la pudo encontrar. Su abogado suizo, Gregoire Mangeat, dijo que no sab¨ªa d¨®nde estaba retenida. El verano pasado iba a ir a visitarla, pero Mangeat revel¨® que le hab¨ªan obligado a cancelar la cita.
Sus redes sociales est¨¢n cerradas, su familia no sabe nada de ella. Su madre y su hermana peque?a no han mostrado mucho inter¨¦s: Karimova acus¨® a ambas de brujer¨ªa, entre otras cosas. Su exmarido, del que se divorci¨® en 2002 y que tras la separaci¨®n sufri¨® las iras del dictador, tampoco ha mostrado mucho preocupaci¨®n por su destino. Solo su hijo, llamado Islam en honor a su abuelo, parece querer saber d¨®nde est¨¢ Karimova. ¡°No entiendo c¨®mo en el siglo XXI no pueden responder a la simple cuesti¨®n de d¨®nde est¨¢ mi madre¡±, dijo en una entrevista a la BBC. Islam vive y estudia en Reino Unido, donde ha pedido asilo: denuncia que su madre est¨¢ secuestrada, incomunicada y sin representaci¨®n legal. Lamenta que no haya noticias de Gugusha.
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