Obstruccionismo ruso

Desde que se produjo el ataque con armas qu¨ªmicas en la ciudad siria de Duma el pasado 7 de abril, Mosc¨² ha estado negando la implicaci¨®n del r¨¦gimen sirio en la acci¨®n que caus¨® decenas de muertos, entre ellos numerosas mujeres y ni?os. De hecho, medios rusos han ido m¨¢s lejos y han estado repitiendo sistem¨¢ticamente la tesis de que se trata de un montaje de la oposici¨®n que combate la dictadura de Bachar el Asad. Han asegurado, por ejemplo, que los ni?os que aparec¨ªan con convulsiones en realidad temblaban de fr¨ªo porque los ten¨ªan desnudos.

Siguiendo esta l¨ªnea de argumentaci¨®n, resulta sorprendente que ahora tanto Rusia como Siria hayan negado el acceso a Duma a los inspectores enviados a Siria por la Organizaci¨®n para la Prohibici¨®n de las Armas Qu¨ªmicas (OPAQ). Alegan ¡°asuntos de seguridad que todav¨ªa hay que resolver¡±. Los inspectores llegaron a Damasco el s¨¢bado y desde entonces est¨¢n listos para comenzar inmediatamente su labor.

En su momento, la UE exigi¨® inspectores sobre el terreno que aclararan los hechos antes de pronunciarse sobre posibles sanciones o acciones militares. Y con posterioridad al bombardeo de objetivos en Siria, realizado en la madrugada del pasado s¨¢bado por Estados Unidos, Reino Unido y Francia, los ministros de Exteriores de los 28 han preferido, en aras del consenso, ¡°entender¡± antes que respaldar sin fisuras la operaci¨®n militar aliada.

La UE tiene raz¨®n al se?alar que las acciones militares, para ser eficaces, deben ir acompa?adas de iniciativas diplom¨¢ticas. Rusia, que apoya a El Asad, se ha comprometido en varias ocasiones a lograr el desmantelamiento de los arsenales qu¨ªmicos sirios. Pero el dictador sirio ha hecho caso omiso. Europa debe presionar a Rusia, incluso con sanciones, para que Siria permita el acceso a los inspectores a Duma y para que desmantele definitivamente los arsenales de armas qu¨ªmicas utilizadas por las tropas de Damasco.