?Amnist¨ªa curricular! (M¨¢ster de Carnaval)

Habr¨¢ que asumir, llegados a este punto, la necesidad de decretar la amnist¨ªa curricular. Es inevitable. El Gobierno ya estar¨¢ a estas horas trabajando en ello. Tenemos un problema cuya dimensi¨®n real era dif¨ªcil de intuir. Como sucede con un iceberg, capaz de hacer naufragar al Titanic, desde la superficie no se pod¨ªa adivinar¡­ pero es b¨¢rbaro. Durante a?os, los pol¨ªticos se han hecho un curr¨ªculum m¨¢s o menos rutilante, pero con el peque?o inconveniente de ser en muchos casos falso. Algunos han corrido ahora a borrar sus delirios de grandeza, otros est¨¢n de perfil confiando en capear la tormenta sin verse bajo los focos. As¨ª pues, como en el caso de la amnist¨ªa fiscal para regularizar a quienes ten¨ªan parte de su patrimonio oculto, se trata de dar un plazo para regularizar las mentiras de los CV. Es justo. No se puede perseguir una cabeza, porque habr¨ªa que cobrarse muchas. El Gobierno, con el consenso de todos los partidos, habr¨¢ de activar un plazo de amnist¨ªa para borrar las milongas antes de decretar tolerancia cero...

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S¨ª, claro que esto es un esperpento, ?qu¨¦ si no! Al modo del Martes de Carnaval de Valle Incl¨¢n, pero quiz¨¢ mejor titularlo M¨¢ster de Carnaval. Como en las piezas de Valle, donde la tragedia de la realidad se convierte en un espect¨¢culo rid¨ªculo, el l¨ªo de los CV es el paroxismo chusco del ruedo ib¨¦rico. Lo de Casado, con su Harvard de fin de semana en Aravaca, parece insuperable; pero hay mucho m¨¢s. Desde titulados virtuales en Matem¨¢ticas que al final s¨®lo daban clases particulares a ni?os, como el secretario de los socialistas en Madrid, a falsos ingenieros como el l¨ªder de Podemos en Galicia que al menos ha tenido la decencia de plegar velas. Un secretario de Estado pas¨®, alehop, de poner Medicina a poner Soltero. En la cuerda van tambi¨¦n Cospedal, m¨¢ster URJC, o Toni Cant¨®, pedagogo sin Pedagog¨ªa. Valle, por cierto, en el di¨¢logo de los enterradores de Luces de Bohemia, pone en boca de uno de ellos: "En Espa?a el m¨¦rito no se premia. Se premia robar y ser sinverg¨¹enza. En Espa?a se premia todo lo malo". Digan que es s¨®lo literatura.

Cifuentes, por dem¨¢s, es caso aparte. Lo suyo va m¨¢s all¨¢ del esperpento festival de los CV maquillados. Su esc¨¢ndalo est¨¢ en otra escala de los males espa?ol¨ªsimos: sostenella y no enmendalla. Ella pudo librarse del marronazo apelando al Qu¨¦seyo y al ?Viva Cartagena!, como tantos otros con su CV, pero se empecin¨® en no admitir el bluf. Vanitas vanitatis. Valle Incl¨¢n ya intuy¨® que lo peor aqu¨ª siempre est¨¢ en los delirios del honor. Con la falsificaci¨®n del acta, Cifuentes se convirti¨® en c¨®mplice; y de los vericuetos del derecho criminal solo se sale o mal o peor. Por m¨¢s que el catedr¨¢tico le regalase el m¨¢ster como incienso o mirra en la epifan¨ªa de los Reyes Magos, su insistencia en sostener que defendi¨® su TFM ha sido un suicidio en diferido, marca de la casa. Eso s¨ª, ni siquiera Soria alcanz¨® su descaro mintiendo. Y con la mentira, seg¨²n el viejo proverbio, se puede ir lejos pero no volver. Ahora ya es tarde para deshacer la mascarada con la devoluci¨®n del m¨¢ster que no hizo, m¨¢s all¨¢ de los documentos falsos. Cifuentes es un cad¨¢ver pol¨ªtico con inercia.

Claro que el esperpento de Cifuentes tal vez deber¨ªa titularse Rajoycientes y Cifuenjoy porque, una vez m¨¢s, el presidente ha hecho suya la mentira y se ha empe?ado en bendecirla bajo la doctrina de ¡°uno de los nuestros¡±. A Rajoy le puede la l¨®gica de la famiglia aunque en su caso nunca acabe en un duelo de honor sino en un miserable ¡°esa persona de la que usted me habla¡­¡±. La iron¨ªa de este esperpento es que Rajoy entretanto anda empe?ado en proclamar la calidad de la democracia espa?ola a prop¨®sito de la extradici¨®n de Puigdemont. Y sin duda esta farsa de los CV falsos estar¨¢ contribuyendo a su credibilidad en el exterior. Tanto m¨¢s tras la ovaci¨®n dedicada por el PP a Cifuentes en la convenci¨®n de Sevilla, ri¨¦ndole la trampa.

En fin, Rajoy sin duda es el presidente adecuado para este esperpento. Ya s¨®lo falta, eso s¨ª, que la humorada de la amnist¨ªa curricular acabe por convertirse en realidad. Ser¨ªa un colof¨®n justo a su trayectoria.