Inquilinos desahuciados

Un mercado de alquiler vigoroso es condici¨®n necesaria para frenar burbujas inmobiliarias como la que llev¨® a la grav¨ªsima recesi¨®n espa?ola reciente. Pero no basta con observar c¨®mo aumentan sin cesar los precios de los alquileres ¡ªseg¨²n sean las tasaciones y las localizaciones, entre el 9% y el 18% en 2017¡ª para dar por hecho que el mercado funciona sin distorsiones. En los ¨²ltimos 18 meses se advierte un desequilibrio que deber¨ªa ser corregido con la acci¨®n conjunta del Gobierno y los Ayuntamientos. El n¨²mero de desahucios atribuidos a impagos del alquiler aumentan de forma preocupante, al tiempo que disminuyen los causados por impago de hipotecas.

Muchos propietarios de las viviendas est¨¢n aplicando con rigor la Ley de Arrendamientos Urbanos de 2013. Inician un proceso de desahucio al primer impago, en espera de nuevos inquilinos que paguen mensualidades m¨¢s elevadas. Los efectos moderadores de un mercado de alquiler se producen no s¨®lo porque ofrecen una opci¨®n distinta de la propiedad, sino porque ofrecen una vivienda estable a quienes la necesitan para desarrollar o aspirar a un trabajo estable. Por eso son admirables los sistemas de alquiler en Reino Unido o los pa¨ªses n¨®rdicos: comprometen al propietario por largos periodos de tiempo, muy superiores a los tres a?os que reconoce la ley espa?ola.

Si la propiedad es cara e inaccesible y tambi¨¦n se disparan los alquileres, el mercado de la vivienda tiene un grave problema social. Pero la ampliaci¨®n legal de la duraci¨®n m¨ªnima de los contratos de alquiler y la renovaci¨®n autom¨¢tica que proponen algunos partidos no resuelven el problema, puesto que tienden a retraer la oferta. Es necesario explorar otras f¨®rmulas. Por ejemplo, que los Ayuntamientos hagan censos de viviendas alquilables e incentiven f¨®rmulas contractuales m¨¢s largas para el inquilino y m¨¢s seguras para los propietarios.