Prohibido fumar hach¨ªs en el centro de La Haya
El Ayuntamiento trata de evitar los problemas sociales derivados del consumo
La Haya es la primera de las cuatro grandes ciudades holandesas ¡ª?msterdam, R¨®terdam y Utrecht son las otras tres¡ª que proh¨ªbe fumar marihuana en el centro urbano. La ciudad tiene 525.000 habitantes, seg¨²n la Oficina Central de Estad¨ªstica, y el Ayuntamiento ha designado la estaci¨®n central de ferrocarril y las grandes zonas comerciales como espacios libres de humos de la droga.
Las quejas de vecinos y turistas eran frecuentes por culpa del olor y el ruido de los fumadores, y Pauline Krikke, la alcaldesa, ha decidido dar el paso. Durante dos semanas, har¨¢ publicidad de la decisi¨®n adoptada en la propia calle, en los coffeeshops, donde se consume legalmente cannabis, y en refugios para personas sin hogar. Despu¨¦s, el ministerio fiscal multar¨¢ si llegan las denuncias.
El Ministerio de Justicia indica que en 2017 hab¨ªa en Holanda 567 coffeeshops, de los cuales 173 estaban en ?msterdam, 40 en R¨®terdam, 36 en La Haya y 10 en Utrecht. No pueden almacenar m¨¢s de 500 gramos, deben estar a 250 metros de un colegio, y no molestar al vecindario. Si bien no se ha cubierto el vac¨ªo legal que permite fumar dentro del local, mientras se persigue al cultivador, el legislador no contaba con la evoluci¨®n de la droga misma. La Ley del Opio es de 1976, pero ¡°el consumo responsable¡± de la droga blanda propuesto choca desde hace tiempo con la producci¨®n local de cannabis de gran potencia. Cuando la concentraci¨®n de su principio activo (tetrahidrocannabiol, THC) supera el 15%, se considera droga dura, y el Ayuntamiento quer¨ªa ir m¨¢s all¨¢. Trata de evitar ¡°los problemas sociales derivados del uso de drogas blandas en las zonas m¨¢s notorias¡±, dicen sus portavoces.
La Haya ha sido la primera en plantarse, tal vez porque es m¨¢s f¨¢cil que en ?msterdam, donde el consumo legal de hach¨ªs atrae a muchos turistas. Pero no se trata de un hecho aislado. El Gobierno holand¨¦s quiere endurecer la ley sin prohibir el consumo, y por eso permitir¨¢ la producci¨®n legal a un grupo de cultivadores. Con licencia y a prueba.
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