En Marruecos piden m¨¢s c¨¢rcel para los pederastas
Esc¨¢ndalo tras una sentencia de tres a?os de c¨¢rcel para el violador de ocho menores
Un sexagenario ha sido condenado en el Tribunal de Apelaciones de la ciudad sure?a de Agadir a tres a?os de prisi¨®n por haber abusado de ocho ni?as de entre 6 y 12 a?os. En realidad, la prensa marroqu¨ª no habla de abusos sino de violaciones. Najat Anwar, la presidenta de la Touche Pas ¨¤ Mon Enfant (No Toques a mi Ni?o), una ONG marroqu¨ª que lucha contra la pederastia desde 2004, ha expresado su indignaci¨®n en el sitio Le360: ¡°Esta persona deber¨ªa haber sido condenada a 30 a?os de prisi¨®n, conforme al art¨ªculo 483 del C¨®digo Penal. Ignoramos por qu¨¦ se ha beneficiado de circunstancias atenuantes. Desgraciadamente, este tipo de sentencias anima a los criminales a reincidir¡±. Sobre las redes sociales, las cr¨ªticas tambi¨¦n arreciaron. ¡°Tres a?os por violar a ocho ni?as inocentes, ?como si le cayeran 4,5 meses por cada una!¡±, lamentaba un internauta.
Anwar indic¨® a este diario que hay demasiadas sentencias en Marruecos donde los pederastas se benefician de circunstancias atenuantes. Como ejemplo m¨¢s reciente, recuerda el caso de un ciudadano franc¨¦s que viol¨® en varias ocasiones a cuatro ni?as de entre nueve y trece a?os y ha sido condenado en marzo por el Tribunal de Apelaciones de Fez a ¡°solo ocho a?os¡± y una indemnizaci¨®n del equivalente a 2.700 euros.
Najia Adib es la presidenta de otra asociaci¨®n de nombre parecido, Touche Pas ¨¤ Mes Enfants (No Toques a mis Ni?os). Y tambi¨¦n se queja en Huffpostmaghreb de la ligereza de las condenas: ¡°Uno, dos a?os, y a veces hasta salen indemnes¡±.
El caso que m¨¢s indign¨® a la sociedad ocurri¨® en el verano de 2013, cuando el rey Mohamed VI indult¨® al pederasta espa?ol Daniel Galv¨¢n Vi?a, que entonces ten¨ªa 63 a?os y hab¨ªa sido condenado a 30 a?os por abusar de una docena de ni?os de hasta tres a?os. Miles de personas se manifestaron entonces en varias ciudades y forzaron al rey, de forma inaudita, a dar explicaciones sobre su decisi¨®n equivocada.
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