Concurso p¨²blico, una oportunidad ¨²nica para RTVE

Cuando en toda Europa se discute c¨®mo transformar los servicios p¨²blicos de radiotelevisi¨®n en servicios p¨²blicos multimedia, en Espa?a estamos en una casilla anterior, incapaces de garantizar la pluralidad en sus ¨®rganos de gobierno. Casi un a?o fue necesario para que las Cortes aprobaran la Ley 5/2017 ¡°para recuperar la independencia de RTVE y el pluralismo en la elecci¨®n parlamentaria de sus ¨®rganos¡±. Desde septiembre los grupos parlamentarios no han conseguido ponerse de acuerdo en el reglamento, exigido por la ey, para elegir por concurso p¨²blico consejeros y presidente. Un tiempo desperdiciado para la regeneraci¨®n de RTVE.

Este 26 de abril las mesas del Congreso y el Senado, competentes para regular el modo de selecci¨®n, vuelven a examinar el texto acordado por los grupos parlamentarios, salvo el Popular. El PP debiera de sumarse a este consenso, proponiendo las aportaciones que considere convenientes. Si opta por bloquear ni siquiera est¨¢ claro cu¨¢l debiera ser el procedimiento para renovar la c¨²pula de la corporaci¨®n, cuando en junio se termine el mandato de Jos¨¦ Antonio S¨¢nchez. Y como consecuencia no es solo que la imagen de falta de independencia haga caer todav¨ªa m¨¢s la credibilidad de los informativos de TVE y RNE; lo m¨¢s grave es que una direcci¨®n en funciones, sin ninguna legitimidad, siguiera tomando decisiones como la externalizaci¨®n de actividades de innovaci¨®n, de las que depende el futuro del servicio p¨²blico.

La regulaci¨®n del concurso p¨²blico adolece de algunas debilidades.

La primera lecci¨®n de este proceso es que en un Parlamento fragmentado los consensos traducidos en repartos de cuotas de poder son dif¨ªciles, si no imposibles. La mala t¨¦cnica legislativa ¨Cestablecer el concurso por disposici¨®n transitoria¨C propici¨® que el PSOE se resistiera a este procedimiento, alegando que retrasar¨ªa la urgente renovaci¨®n de la c¨²pula directiva. Pero los hechos han demostrado que un proceso de selecci¨®n por m¨¦rito es la ¨²nica forma de desbloquear la falta de acuerdo.

En un Parlamento fragmentado los consensos traducidos en repartos de cuotas de poder son dif¨ªciles, si no imposibles

Se abre un proceso in¨¦dito, en el que se combina una primera selecci¨®n por m¨¦rito y una elecci¨®n final por consenso parlamentario. Un Comit¨¦ de Expertos, designados por los distintos grupos parlamentarios en proporci¨®n a su presencia en la Comisi¨®n Mixta de Control, evaluar¨¢ a los candidatos y propondr¨¢n a los m¨¢s id¨®neos. No est¨¢ claro si declarar¨¢ id¨®neos solo a diez candidatos, o un n¨²mero mayor, lo que permitir¨ªa que diputados y senadores eligieran no necesariamente a los mejor calificados entre los declarados id¨®neos. Estos comparecer¨¢n ante las comisiones de nombramientos del Congreso y el Senado y finalmente ser¨¢n nombrados por los plenos, primero seis por el Congreso, luego cuatro por el Senado.

Si los expertos son independientes y eval¨²an con criterios objetivos y transparentes, si los diputados y senadores entrevistan seriamente y en profundidad a los candidatos, el m¨¦rito se impondr¨¢; pero si los expertos designados lo son por su proximidad a los partidos o a unos u otros grupos de comunicaci¨®n, si las audiencias parlamentarias son sesgadas, finalmente el concurso no ser¨¢ m¨¢s que un enmascaramiento del cl¨¢sico reparto de cuotas, por mucho que exista una evaluaci¨®n y un consenso reforzado (dos tercios en primera votaci¨®n, mayor¨ªa absoluta y la mitad de los grupos parlamentarios en segunda). Y no lo olvidemos, no solo los grupos pol¨ªticos querr¨¢n condicionar esta elecci¨®n, tambi¨¦n los grupos empresariales estar¨¢n a estas horas moviendo sus peones.

El error de la Ley 5/2017 es considerar que los consejeros de administraci¨®n son gestores ejecutivos de RTVE. De ah¨ª el exigir la presentaci¨®n de un proyecto para RTVE, cuyo alcance el borrador de reglamento no determina. El consejo de administraci¨®n se constituye en junta general de las sociedades de RTVE y es el responsable del cumplimiento de los objetivos de la corporaci¨®n (art. 16.1 y 2. L. 17/2006). Sus competencias son importantes, pero son no son gestores ejecutivos. Orientan y controlan el cumplimiento del servicio p¨²blico en nombre de la sociedad. Despu¨¦s de la reforma de 2012 no tienen dedicaci¨®n, su obligaci¨®n es asistir a las reuniones del consejo y su ¨²nica remuneraci¨®n son dietas de asistencia.

Los consejeros debieran representar a los stakeholders, a los distintos sectores interesados en el servicio p¨²blico, trabajadores, sindicatos, organizaciones sociales y audiencia. Est¨¢ muy bien que la reforma de 2017 refuerce la exigencia de profesionalidad, pero hubiera sido mejor que, adem¨¢s, fueran las organizaciones sociales las que propusieran a los candidatos, en todo o en parte. En cuanto a los m¨¦ritos (formaci¨®n superior, ejercicio del periodismo, experiencia profesional en RTVE, desarrollo de funciones de alta administraci¨®n, proyecto de gesti¨®n y m¨¦ritos de docencia e investigaci¨®n), aunque se echa en falta una menci¨®n a la trayectoria de servicio p¨²blico, pueden propiciar la selecci¨®n de periodistas, trabajadores de RTVE, gestores empresariales, altos funcionarios, profesores universitarios e investigadores; lo importante es un equilibrio entre estas distintas categor¨ªas.

Si los expertos son independientes y eval¨²an con criterios objetivos y si los diputados y senadores entrevistan en profundidad a los candidatos, el m¨¦rito se impondr¨¢

Tiene en cambio, todo el sentido exigir un plan de gesti¨®n al presidente, gestor ejecutivo m¨¢ximo de la corporaci¨®n. El presidente que resulte de este proceso ser¨¢ muy poderoso. A las decisivas competencias de gesti¨®n que le otorga el art. 20 de la Ley 17/2006, ahora sumar¨¢ una doble legitimidad, la del concurso de m¨¦ritos y el reforzado consenso parlamentario. Y adem¨¢s un plan de gesti¨®n, aprobado por el Congreso, que se incorporar¨¢ al contrato-programa (borrador de reglamento, segundo, final). Ser¨¢ muy dif¨ªcil que el consejo de administraci¨®n ejerza un control efectivo sobre este presidente. Por eso, Teledetodos propuso en su d¨ªa que la direcci¨®n ejecutiva se confiara a un director general, que no formara parte del consejo de administraci¨®n y fuera seleccionado y contratado por el consejo mediante concurso p¨²blico.

Crucemos los dedos y confiemos en que, finalmente, de este proceso salga un consejo y un presidente, independientes y competentes. El reto que les espera es ingente: lograr que la ciudadan¨ªa sienta como suyo el servicio p¨²blico, que le perciba como un patrimonio irrenunciable para nuestra democracia. Para ello tendr¨¢n que:

- Recuperar la independencia y la credibilidad informativa;

- Establecer pr¨¢cticas de gesti¨®n transparente y mecanismo de rendici¨®n de cuentas internos y externos;

- Gestionar eficazmente con la participaci¨®n de los trabajadores, potenciar los recursos internos con objetivos de rentabilidad social y lograr el equilibrio presupuestario;

- Hacer de la participaci¨®n social un eje central de la programaci¨®n y la producci¨®n de contenidos, implicando a todo tipo de organizaciones, pero tambi¨¦n a los ciudadanos individualmente, viejos y j¨®venes.

- Convertir el servicio de la radiotelevisi¨®n en un servicio multimedia. En los t¨¦rminos utilizados en Europa, pasar del PSB, sistema p¨²blico de difusi¨®n, a un PSM, sistema p¨²blico medi¨¢tico. Esto es, servir contenidos de calidad y relevancia a trav¨¦s de todo tipo de canales o plataformas tecnol¨®gicas, de forma lineal o no lineal, combinando las l¨®gicas cl¨¢sicas de la oferta program¨¢tica, con las de la atenci¨®n a la demanda personalizada;

- Crear un espacio p¨²blico de libre interactuaci¨®n, no sometido a l¨®gicas comerciales, en alianza con instituciones p¨²blicas y culturales.

Estas son las r¨²bricas en las que habr¨ªa que evaluar el plan presentado por los candidatos, especialmente en los que lo sean a presidente. Puede ser la ¨²ltima oportunidad para RTVE.

Rafael D¨ªaz Arias es profesor de Periodismo de la Universidad Complutense y miembro del Grupo de Estudios Teledetodos.