Ya lo dijo P¨ªo
La dimisi¨®n demuestra el deterioro de la vida interna de algunos partidos
Cuerpo a tierra que vienen los nuestros. La frase se atribuye a P¨ªo Cabanillas cuando quiso describir c¨®mo se las gastaban los de UCD en la Transici¨®n. El v¨ªdeo que ayer precipit¨® la dimisi¨®n de Cifuentes nos sit¨²a tambi¨¦n en un contexto de guerra fratricida en el PP. Pero me atrever¨ªa a decir que nos coloca en un escenario m¨¢s degradado moralmente que el que reflejan las luchas de poder entre quienes forman parte del mismo partido. De hecho, no es la primera vez que los partidos recurren a las cloacas, ya sea para gestionar sus asuntos internos, ya sea para tratar de imponer sus tesis y derrotar al adversario. No convendr¨ªa, sin embargo, dejar de escandalizarse por ello. M¨¢s a¨²n. La manera en la que se ha resuelto el caso Cifuentesdeber¨ªa servir tambi¨¦n para reflexionar si queremos ordenar nuestra vida p¨²blica recurriendo a las t¨¦cnicas que operan en organizaciones mafiosas. La cuesti¨®n no es menor. La tentaci¨®n de dar por v¨¢lido este m¨¦todo para poner fin a la carrera pol¨ªtica de quien se resiste, sin l¨®gica alguna, a aceptar que su etapa ya ha concluido podr¨ªa parecernos un mal menor; un peaje que podr¨ªa pagarse con gusto. Sin embargo, debemos ser conscientes de que validar estas t¨¦cnicas sin oponer reparo es contribuir de forma peligrosa e irreversible al deterioro de nuestro sistema pol¨ªtico. Un precio, este s¨ª, que quiz¨¢s ya no sea asumible para nadie.
Qu¨¦ duda cabe que la ya dimitida presidenta de la Comunidad de Madrid debi¨® abandonar su cargo el mismo d¨ªa que se ofreci¨® informaci¨®n solvente como para evidenciar que la obtenci¨®n del t¨ªtulo no se hab¨ªa acomodado a las exigencias acad¨¦micas habituales. Ella mejor que nadie sab¨ªa que ni exist¨ªa trabajo fin de m¨¢ster, ni hubo defensa del mismo ante ning¨²n tribunal. Ella mejor que nadie sab¨ªa que el acta que avalaba su calificaci¨®n hab¨ªa sido falseada. Para sorpresa de muchos, la afectada, lejos de dimitir, opt¨® por camuflar su embuste denunciando una campa?a de acoso y derribo. Durante varias semanas, la soberbia (y probablemente tambi¨¦n la soledad) impidi¨® a Cifuentes entender que su situaci¨®n no era compatible con las exigencias de virtud p¨²blica que es necesario acreditar para seguir en activo al frente de una instituci¨®n. Hoy se sabe que malinterpret¨® los aplausos, los besos (?de Judas?) y los apoyos que le profesaron desde su partido. No era a Cifuentes a quien defend¨ªan. Se trataba de una representaci¨®n que divert¨ªa al p¨²blico mientras el partido ganaba tiempo para desgastar pol¨ªticamente al socio de gobierno que amenazaba con apoyar la moci¨®n de censura.
La dimisi¨®n de Cifuentes es necesaria y saludable para los est¨¢ndares de honorabilidad que requiere nuestra democracia. No tengo tan claro, sin embargo, que la forma en la que se ha ejecutado esta orden no haya evidenciado, en realidad, el profundo deterioro de la vida interna de algunos partidos. Una realidad que, de confirmarse, los aleja significativamente de la dignidad que les impone dar cumplimiento a la funci¨®n que tienen encomendaba por la Constituci¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
Archivado En
- Opini¨®n
- Caso m¨¢ster Cifuentes
- Cristina Cifuentes
- Caso M¨¢ster
- Gobierno Comunidad Madrid
- M¨¢ster
- Instituto Derecho P¨²blico URJC
- Fraudes
- Estudios posgrado
- PP
- URJC
- Corrupci¨®n pol¨ªtica
- Casos judiciales
- Gobierno auton¨®mico
- Universidad
- Corrupci¨®n
- Comunidades aut¨®nomas
- Pol¨ªtica auton¨®mica
- Educaci¨®n superior
- Partidos pol¨ªticos
- Administraci¨®n auton¨®mica
- Delitos
- Sistema educativo
- Espa?a
- Educaci¨®n