Pablo L¨®pez, el triunfo de un loco perdedor
El cantante vive su momento profesional m¨¢s dulce mientras se bate con sus demonios
¡°L¨®pez, se lo deletreo L-?-P-E-Z¡±. As¨ª empieza la primera incursi¨®n en la publicidad de Pablo L¨®pez, el cantante que qued¨® segundo en la edici¨®n de 2008 de esa lanzadera concurso llamada Operaci¨®n Triunfo. Un colgado de la m¨²sica que roz¨® imaginar que su momento hab¨ªa llegado, sin terminar de creerse que el brillo de la ef¨ªmera fama de los conciertos a medida era cosa suya. Despu¨¦s toc¨® volver a creer en ¨¦l mismo y trabajar duro para que otros vieran que, tras sus fantasmas y su piano, hab¨ªa un artista capaz de conmover hasta el punto de conseguir llenar estadios con su m¨²sica de zarpazos de emociones.
L¨®pez, Pablo L¨®pez, sin m¨¢s; sin aderezos y sin alharacas. As¨ª se presenta en el anuncio que protagoniza junto a la actriz Macarena Garc¨ªa ¡ªotro apellido normal que no ha necesitado de adornos para imponerse en su territorio¡ª para la marca Springfield. Y no se trata de hacer publicidad sino de sintetizar lo que Pablo ha querido ser siempre: ¨¦l mismo, el m¨²sico que utiliza su piano como quien toma pastillas para el dolor.
¡°La canci¨®n es mi ibuprofeno. He vivido todo lo que canto¡±, confiesa el cantante malague?o. ¡°Una canci¨®n es contar una historia que no tiene porqu¨¦ ser literal. Pero s¨ª, reconozco que he usado la m¨²sica como terapia¡±.
Cuando el ¨¦xito de la ¨²ltima edici¨®n de Operaci¨®n Triunfo volvi¨® a ponerle sobre su escenario con su piano y la fuerza de El Patio, una canci¨®n en la que solo ¨¦l crey¨® sin fisuras, se removieron muchas cosas en esa cabeza que no para de darle vueltas a lo que pasa en su vida y en el mundo. ¡°Ahora se puede hacer ese juego del triunfo de un perdedor¡±, reflexiona L¨®pez, ¡°de repente OT s¨ª existe en mi carrera, aunque en donde existe es en mi vida. Lo bonito es poder volver a hablar como lo hacemos nosotros ahora despu¨¦s de cuatro a?os cuando todo era una promesa y poder decir que la gente entiende que hago m¨²sica, que existo y que puedo ser juzgado incluso con los riesgos que eso entra?a¡±.
Bosteza por segunda vez. Para no preguntar si se est¨¢ aburriendo nos centramos en si est¨¢ cansado. Se r¨ªe con ganas para confesar que cuando est¨¢ nervioso le da por bostezar. Por suerte hay cerca un piano de cola y sabe que en un rato se disipar¨¢n los intrusos que le rondan, justo cuando comience a acariciar las teclas del instrumento al que denomina ¡°su compa?ero¡±. Ahora le interrogan mucho si por fin puede hacer la m¨²sica que quiere y casi se desconcierta con la pregunta porque ¨¦l va por la vida y por las letras de sus composiciones de ¡°manera visceral, con la ¨²nica pretensi¨®n de no tener pretensiones¡±.
Est¨¢ feliz de sentirse privilegiado pero sigue con sus ramalazos de ni?o viejo que no hace mucho dijo que ten¨ªa muchos motivos para estar enfadado. ¡°Tengo mucho amor que darme para darlo despu¨¦s. Llevo una ¨¦poca de mi vida que me pregunto todos los d¨ªas si cuando estoy en una parte es donde quiero estar, porque si me enga?o m¨ªnimamente soy la principal v¨ªctima de mis dudas¡±.
Suena a crisis aunque dice que no lo es y suena tambi¨¦n a ese momento en el que su amigo Pablo Albor¨¢n dijo basta para parar y recomponerse. ¡°Cu¨¢ndo ¨¦l lo pas¨® mal y me contaba, yo dec¨ªa '?vale t¨ªo, te has pasado de especialito! Ahora ¨¦l, que es uno de mis mejores amigos y un gran psic¨®logo me detecta solo por la forma en que le contesto a los mensajes. Me llama y me aconseja, es la ventaja de tener un buen amigo para no repetir la misma historia¡±.
Su madre es otro de sus chutes de realidad. ¡°El otro d¨ªa me dijo toda seria que ten¨ªa cara de loco. Y le contest¨¦ que es que lo estoy¡±. ?Lo dice de verdad? ¡°He dejado peligrosamente de hacer est¨¢ndares de vida, ir al cine, irme de vacaciones, porque lo ¨²nico que quiero es tocar. Ha sido tan dif¨ªcil llegar a que solo me tenga que preocupar por tocar que lo he llevado al extremo¡±.
Para compensar tiene a La Mafia de Humera. El nombre lo puso Antonio Orozco y hace referencia al grupo de inseparables formado por ¨¦l mismo, los Pablos (L¨®pez y Albor¨¢n), David Bustamante y a veces Alejandro Sanz; y al pueblo de las afueras de Madrid donde Pablo vive desde que decidi¨® mudarse de su cuarto piso sin ascensor del centro en el que no hab¨ªa manera de que entrara su piano.
¡°Yo soy el capo de ese grupo¡±, dice sin atisbo de modestia. Antonio me llama Lopezque?o y David, cachorro. Yo a Orozco le llamo ?Maestro? Maestro, as¨ª con interrogaci¨®n y confirmaci¨®n final. Somos una pi?a de verdad. La amistad m¨¢s bonita es la que no tiene reglas y nosotros simplemente estamos¡±. No olvida que ellos le prestaron sus escenarios cuando ni siquiera ten¨ªa sello discogr¨¢fico y ahora es la bisagra de un grupo que se ayuda, se r¨ªe y hasta ha contagiado a Bustamante que se est¨¢ animando a componer sus propias canciones y ¡°lo est¨¢ haciendo muy bien¡±.
Respecto al amor teoriza pero no entra en materia. ¡°Yo sin amor no sobrevivo, tengo amor de todos tipos pero voy a intentar vivir de amores no sujetos a reglas¡±.
Un 'coach' para detectar talento en 'La Voz'
"El primer d¨ªa que pis¨¦ el plat¨® de La Voz fue en diciembre de 2013 para presentar una canci¨®n y lo tuve clar¨ªsimo. La manera de hacer m¨²sica, la obligaci¨®n del directo, el respeto del equipo, me enamor¨®. Hubiese ido hasta para hacer de camaero", dice ri¨¦ndose el cantante. "Da visibilidad, s¨ª, pero detr¨¢s tiene un trabajo tremendo y una parte de sufrimiento cuando tienes que mirar a alquien a la cara y juzgar. Mi ventaja era poder decir: 'esto es una luz que debes aprovechar pero la m¨²sica est¨¢ fuera". Como consejero de Antonio Orozco en La Voz Kids disfruta "con ese espect¨¢culo que es maravilloso si todos comprenden ¡ªespecialmente los padres¡ª que tiene que ser un absoluto divertimento y que despu¨¦s los ni?os tienen que volver al colegio, con sus amigos y madurar su talento en casa".
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