El mapa que marca los ¡®puntos negros¡¯ del acoso en el mundo
Plan Internacional lanza una p¨¢gina para que las mujeres se?alen aquellos lugares que les parecen seguros e inseguros en Delhi, Kampala, Lima, Sydney y Madrid
En la calle del Doctor Esquerdo, en el madrile?o barrio de Pac¨ªfico, una chica fue acosada por un hombre que se ofreci¨® a llevarla en coche. Ante la negativa, se acerc¨® a ella, la manose¨® y se larg¨®. La joven no pudo defenderse. En esta misma ciudad, una noche de verano, cerca de las 22.00, un hombre persegu¨ªa a una joven en la Calle de Caracas, en el barrio Almagro, mientras le gritaba: "?Rubia, ven aqu¨ª¡±.
Estas son algunas de las m¨¢s de 100 historias de acoso que se pueden leer en la p¨¢gina Free to be (Libre para ser yo), en la que j¨®venes de entre 15 a 24 a?os trazan sobre el mapa de Madrid? una red de lugares seguros e inseguros seg¨²n c¨®mo se hayan sentido cuando han estado all¨ª o si les ha sucedido algo. La iniciativa ha sido impulsada por Plan Internacional en otras cuatro grandes ciudades del mundo en las que el acoso forma parte del d¨ªa a d¨ªa de miles de j¨®venes: Delhi (India), Kampala (India), Lima (Per¨²) y Sydney (Australia).
Tener que soportar comentarios lascivos, miradas intimidatorias, piropos, e incluso persecuciones o agresiones sexuales... Pese a que Madrid es considerada una de las ciudades m¨¢s seguras del mundo, las j¨®venes siguen sufriendo acoso callejero. Situaciones a las que son susceptibles de enfrentarse el 10% de los m¨¢s de tres millones de habitantes de la capital, que son mujeres de entre 14 y 25 a?os, seg¨²n datos del INE. En Nueva Delhi, el 96% de las adolescentes no se sienten seguras; en Kampala, el 45% de las ni?as han denunciado abusos en el transporte p¨²blico; y en Lima, solamente el 2,2% de las ni?as se sienten siempre? seguras en los espacios p¨²blicos, seg¨²n datos de la ONG.
Para compartir su testimonio, las chicas solo tienen que realizar una serie de sencillos pasos, sin necesidad de descargar una aplicaci¨®n: ubicar en el mapa el sitio en el que se han sentido inseguras o seguras, escribir un breve comentario sobre qu¨¦ fue lo que ocurri¨®, c¨®mo creen que podr¨ªa mejorar la seguridad en ese punto, indicar la hora del d¨ªa en que sucedi¨®, el tipo de lugar (transporte p¨²blico, parque, o calle), se?alar si existi¨® alg¨²n tipo de discriminaci¨®n que influyera en que se sintieran inc¨®modas (g¨¦nero o religi¨®n, por ejemplo), apuntar qu¨¦ hicieron despu¨¦s (evitar ir solas, informar a las autoridades), e indicar una serie de datos que no aparecen en el mapa (edad, sexo, ocupaci¨®n). Todas las experiencias quedan registradas como an¨®nimas.
Madrid no es la primera ciudad que lleva a cabo un estudio como este. En Delhi ya hubo una experiencia similar como parte del programa Ciudades Seguras de Plan Internacional y ONU-HABITAT y ONU Mujeres. Tras recorrer juntas la ciudad y hablar con los comerciantes, las j¨®venes se?alaban en un mapa hecho por ellas mismas cu¨¢les era los puntos seguros e inseguros de su ciudad con chinchetas de colores. En El Cairo, Egipto, se vivi¨® algo parecido. Las j¨®venes quedaban en grupo, recorr¨ªan el camino al colegio y hablaban con los vendedores de las tiendas para ver cu¨¢les eran las zonas libres de acoso callejero.
La iniciativa Free to be Madrid, lanzada hace algo m¨¢s de una semana por la ONG Plan Internacional, el creador de mapas online CrowdSpot y la Universidad de Monash en Australia, es una versi¨®n digital de lo mismo. Busca que las propias chicas sean quienes propongan los cambios para sentirse m¨¢s seguras en sus ciudades. J¨®venes y autoridades ¨Cel Ayuntamiento y la Concejal¨ªa de Igualdad¨C empezar¨¢n a trabajar a partir de octubre, cuando la ONG presente el informe realizado a partir de los casos recopilados durante seis semanas, confirma Emilia S¨¢nchez de Plan Internacional.?
Por el momento solo podr¨¢n incluirse historias localizadas en distritos dentro de la M30 por petici¨®n de la universidad p¨²blica australiana, que prefiri¨® que para ese primer mapa se acotara el espacio y fuese m¨¢s f¨¢cil a la hora de analizar los datos. Lo que ocurra m¨¢s all¨¢ deber¨¢ esperar para ser registradas en otro momento.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.