¡°Fui becario, luego precario, luego becario, luego precario. Ahora soy aut¨®nomo¡±
Adri¨¢n Penalva termin¨® la carrera cuando la crisis ya se hab¨ªa instalado a sus anchas, lleva a?os encadenando trabajos mal pagados y pr¨¢cticas. Ahora es aut¨®nomo, la ¨²nica forma que encontr¨® para dejar de formar parte de las cifras del paro juvenil
Soy de Crevillente, una ciudad de casi 29.000 habitantes en Alicante. Y en el campus de la Universidad Polit¨¦cnica de Valencia, en Gand¨ªa, empec¨¦ la universidad en 2007, a punto de estallar la crisis. Los que ya se hab¨ªan licenciado te comentaban lo f¨¢cil que era encontrar trabajo; incluso hab¨ªa estudiantes que se dejaban a medias la carrera porque consegu¨ªan un buen puesto y no les daba tiempo a continuar con los estudios. Cuando acab¨¦, en 2012, el panorama, y los comentarios, eran totalmente diferentes. Durante un tiempo me inund¨® la incertidumbre y el miedo: no sab¨ªa qu¨¦ hacer ni por qu¨¦ camino tirar.
Despu¨¦s de muchas vueltas, decid¨ª seguir form¨¢ndome con algunos cursos y, a la vez, probar suerte enviando mis primeros curr¨ªculos. Pero la crisis estaba ya m¨¢s que instalada y las ofertas eran escasas. Aun con ese miedo y esa incertidumbre, no par¨¦, siempre he sido inquieto y aprovech¨¦ para mejorar mi perfil poniendo en marcha diferentes proyectos personales. Ten¨ªa una idea: alguno funcionar¨ªa y me ayudar¨ªa a conseguir ese trabajo con el que so?aba. Tard¨¦ dos a?os en conseguir uno, que por supuesto no fue ese con el que fantaseaba; fue de media jornada con la promesa de que me lo ampliar¨ªan. Cada vez que preguntaba, la misma respuesta: ¡°No va a poder ser ahora, quiz¨¢ m¨¢s adelante¡±. Aquello, por supuesto, nunca ocurri¨®.
Las cifras de la precariedad
Cuando me di cuenta de que ese trabajo a tiempo completo no iba a llegar, me march¨¦ a Madrid, en 2014. Se supone que aqu¨ª hay m¨¢s oportunidades, s¨ª, pero tambi¨¦n encontr¨¦ mucha m¨¢s competencia. Mi perfil es multidisciplinar ¡ªque es una manera formal de decir que puedo hacer muchas cosas si toca hacerlas¡ª, y cre¨ªa que por eso no tendr¨ªa problemas en encontrar algo, pero las ofertas de mi sector eran, y siguen siendo, escasas, y la mayor¨ªa buscan becarios (siempre con convenio con un centro de estudios). Tuve relativa suerte y durante el primer mes despu¨¦s de mi mudanza fui a varias entrevistas, luego se acab¨® la relativa suerte: no hubo ¨¦xito en ninguna.
Acab¨¦ incluso formando parte de la campa?a de una conocida empresa de recursos humanos que te ayudaba a conseguir trabajo mediante algunas acciones, sobre todo publicitarias: met¨ªan tu CV en revistas o tu foto acababa en una lona gigante colgando de alg¨²n edificio del centro. Tampoco funcion¨® y segu¨ª empezando proyectos personales con la esperanza de que interesara a alg¨²n profesional del sector. As¨ª empec¨¦ a hacer contactos que me ofrec¨ªan colaboraciones, pero todo era por amor al arte. Y otra vez promesas: ¡°Si esto sale bien, habr¨¢ dinero¡±.
Me di cuenta de que para conseguir un empleo necesitas conocer a alguien en la empresa e ir recomendado o volver a estudiar y ser nuevamente becario (becario precario, claro). Lo primero era complicado, porque o conoces a alguien o no conoces a alguien. As¨ª que en 2016, con el apoyo econ¨®mico de mi familia, decid¨ª empezar un m¨¢ster que me ayud¨® a encontrar unas pr¨¢cticas remuneradas. Cuando acab¨® mi beca me contrataron; sent¨ª que por primera vez se apreciaba mi trabajo, me gustaba aquel sitio y pens¨¦ que tal vez hab¨ªa encontrado mi sitio. Tampoco. Aquello dur¨® unos pocos meses.
Empezaba la rueda otra vez: enviar curr¨ªculos, no obtener respuesta, hacer una entrevista, un no... Curiosamente, durante 2017, tuve dos llamadas para hacer entrevistas en empresas a las que hab¨ªa enviado mi CV cuando llegu¨¦ a Madrid, en 2014. "Bueno", pens¨¦, " al menos hay gente que realmente guarda lo que les env¨ªas, aunque te llamen 3 a?os despu¨¦s¡".
Y as¨ª llegu¨¦ a octubre de 2017 y decid¨ª terminar de agotar la suerte con algunos proyectos que ten¨ªa en mente. Me hice aut¨®nomo. Desde entonces ha habido meses peores y mejores, alguno de ellos sin nada de trabajo; a eso le a?adimos que hay clientes que pagan a 30 d¨ªas o a 60, por lo que la organizaci¨®n es una locura, porque el pago del IVA hay que hacerlo s¨ª una vez has facturado, hayas cobrado o no hayas cobrado. Y constat¨¦, una vez m¨¢s, que si no te conocen de antemano no te contratan: todos los proyectos que me llegan es porque alguien me ha recomendado.
Esta autonom¨ªa me da para poder vivir apurando el mes y pagar los gastos. Y si sigo en Madrid es porque mi familia sigue ayud¨¢ndome econ¨®micamente. Con casi 30 a?os sigo sin poder tener estabilidad econ¨®mica.
Dicen que la crisis se acab¨®. Yo la sigo viendo aqu¨ª y la hemos aceptado como un estado de normalidad. Hay poco y lo que hay es precario. Hoy, ser mileurista es un privilegio. No hablo de la emoci¨®n y el orgullo que dar¨ªa superar ese umbral en este mundo donde las ofertas no suelen superar los 700 euros al mes. Pues eso, que da para vivir y nada m¨¢s. ?Para ahorrar? M¨¢s bien poco, m¨¢s bien nada. Y ahora, con estos alquileres, hay meses que crees que vas a tener que tomar una decisi¨®n crucial: o pagar la casa en la que vives o hacer la compra.
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