Sol naciente
El lunes al sol con las manos en los bolsillos en el futuro no ser¨¢ un estigma del paro sino la imagen de un ocio creativo indefinido
El sol es el verdadero Padre Celestial, una inmensa bomba de hidr¨®geno, que cada ma?ana se asoma a la ventana. Hubo un tiempo en que los profetas hablaron en su nombre: ¡°No os preocup¨¦is por el sustento ni por el vestido. Mirad las aves del cielo que no siembran ni cosechan ni recogen en graneros y el Padre Celestial las alimenta. Observad los lirios del campo c¨®mo crecen, no se fatigan ni hilan, pero ni Salom¨®n con toda su gloria visti¨® como ellos¡±. Este sue?o de vivir sin trabajar que auguraron los profetas, ha sido confirmado hoy por los gur¨²s de la ciencia. El lunes al sol con las manos en los bolsillos en el futuro no ser¨¢ un estigma del paro sino la imagen de un ocio creativo indefinido, gracias al Padre Celestial, que viste a los lirios y alimenta a los p¨¢jaros. Seg¨²n la f¨ªsica cu¨¢ntica una misma part¨ªcula puede estar en dos sitios a la vez y tambi¨¦n puede saltar de un punto a otro sin pasar por el espacio intermedio. Si un d¨ªa el Padre Celestial revelara con su luz ese espacio donde al parecer no hay nada, salvo el vac¨ªo, que es el esp¨ªritu de la materia, de ese vac¨ªo podr¨ªa emanar toda la energ¨ªa necesaria para que la humanidad dejara de trabajar e incluso alcanzara la inmortalidad. Pero antes de que esto suceda, puede que, llevada por su ceguera, la humanidad desaparezca de la faz de la tierra como aquella manada de cerdos que se precipit¨® en el acantilado pose¨ªda por el demonio. Por supuesto, si esto sucediera, la naturaleza lo celebrar¨ªa como el final de la peste humana que hab¨ªa dejado el planeta emponzo?ado. El Padre Celestial con su funci¨®n clorof¨ªlica cubre de esplendor vegetal toda la tierra, con su radiaci¨®n inyecta energ¨ªa a los minerales y del mismo modo que su esp¨ªritu fluye sobre los mares, podr¨ªa un d¨ªa esa bomba de hidr¨®geno llenar nuestra pobre carne mortal de una felicidad interminable.
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