Usos y h¨¢bitos democr¨¢ticos
?Acabar¨¢ esta legislatura sin que, gracias a Ciudadanos, los responsables del PP asuman su responsabilidad?
En la primera reuni¨®n que celebr¨® el Gobierno de UCD, presidido por Adolfo Su¨¢rez, tras ganar las elecciones de junio de 1977, se aprob¨® una declaraci¨®n en la que se anunciaba la apertura del proceso constituyente y se explicaba que, adem¨¢s del ordenamiento jur¨ªdico democr¨¢tico, el pa¨ªs necesitaba ¡°usos y h¨¢bitos c¨ªvicos de clara inspiraci¨®n democr¨¢tica que complementen los principios y normas estrictamente pol¨ªticos¡±. En consecuencia, el Ejecutivo se compromet¨ªa a explicar, con toda la crudeza que fuera necesaria, los problemas reales del pa¨ªs, ¡°a cumplir con su tarea esencial de gobernar¡± y a colaborar con los dem¨¢s partidos, ¡°cuya aportaci¨®n al bien de Espa?a el Gobierno reconoce y agradece¡±. Se trataba, fundamentalmente, de establecer en todos los niveles, p¨²blicos y privados, un clima de h¨¢bitos democr¨¢ticos, despreciados en la dictadura franquista. Y eso, los usos democr¨¢ticos, tan seriamente reclamados desde el inicio de la transici¨®n, son, precisamente, los que no est¨¢n funcionando en la actualidad.
No est¨¢ funcionando la rendici¨®n de cuentas, un h¨¢bito democr¨¢tico esencial, que obliga a quienes gobiernan a explicar con detalle sus pol¨ªticas y que implica la predisposici¨®n absoluta del dirigente pol¨ªtico a asumir su responsabilidad individual (algo que es, adem¨¢s, el paradigma del liderazgo).
El Gobierno del Partido Popular, y su presidente, Mariano Rajoy, no explican lo que hacen, ni lo que dejan de hacer. A estas alturas de la legislatura, el presidente no ha promovido, ni permitido, un debate parlamentario en profundidad sobre la crisis catalana, no ha explicado ni por lo m¨¢s remoto por qu¨¦ ha cambiado de criterio sobre la sostenibilidad del sistema de pensiones (ha sido el PNV el que ha aclarado que se trata de una de las monedas de cambio para prestar su apoyo a los presupuestos) y no ha asumido ninguna responsabilidad como presidente de un partido pol¨ªtico que est¨¢ implicado en decenas de graves casos de corrupci¨®n.
Lo que faltaba era que el quebrantamiento de los usos democr¨¢ticos se extendiera al partido Ciudadanos, que se reclama liberal y regeneracionista. Ma?ana, la presidenta de la Asamblea de Madrid, Paloma Adrados, iniciar¨¢ la ronda de contactos con los grupos parlamentarios para determinar qui¨¦n ser¨¢ el o la sucesora de Cristina Cifuentes. El Partido Popular no dispone de mayor¨ªa para imponer a su candidato (48 esca?os de un total de 129), pero, seg¨²n ha explicado el portavoz de Ciudadanos en Madrid, Ignacio Aguado, su grupo apoyar¨¢ a cualquier aspirante popular ¡°limpio¡±, es decir libre de sospechas de corrupci¨®n.
Aguado asegura que eso forma parte de los usos democr¨¢ticos. Pero no es as¨ª, en forma alguna. El problema en la Comunidad de Madrid no es Cifuentes, sino un partido del que proceden sus cuatro ¨²ltimos presidentes, todos los cuales est¨¢n salpicados o imputados formalmente por delitos de corrupci¨®n. ?Qu¨¦ m¨¢s necesita Ciudadanos para impedir que el PP de Madrid acceda de nuevo a la presidencia de una comunidad que maneja un presupuesto de 20.000 millones de euros? Los h¨¢bitos democr¨¢ticos en que tanto insist¨ªa UCD, obligar¨ªan justamente a que el partido de Albert Rivera ayudara a desalojar al PP de esas estructuras pol¨ªticas, de manera que las pr¨®ximas elecciones auton¨®micas se celebren ya habiendo rendido cuentas cada uno de lo que le corresponde.
?Y qu¨¦ hace falta para que el presidente del Gobierno asuma su responsabilidad y destituya a un ministro de Justicia, Rafael Catal¨¢, que est¨¢ absolutamente imposibilitado para ejercer de interlocutor con todas las asociaciones de jueces y fiscales del pa¨ªs? ?De qu¨¦ sirve mantenerle en el Ministerio? ?Acabar¨¢ esta legislatura sin que, gracias a Ciudadanos, los responsables del PP asuman su responsabilidad? ?Habr¨¢ que imaginar una nueva etapa en la que un nuevo gobierno mantenga la misma actitud desmemoriada sobre los usos y h¨¢bitos c¨ªvicos? ?M¨¢s a?os as¨ª?
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