¡®Solo en casa¡¯ | Preparados para la invasi¨®n de beb¨¦s
Nuestra hija cada d¨ªa nos explica los planes que har¨¢ cuando vengan a jugar y a dormir los de su clase, que son 18
Tu casa est¨¢ en peligro y a¨²n no lo sabes.
S¨¦ que esta frase suena a anuncio de alarmas de seguridad, pero los ni?os son muy de invitar a casa como si fueran promotores de discoteca o repartidores de flyers de restaurantes y los otros ni?os son muy de apuntarse.
Nuestra hija cada d¨ªa nos explica los planes que har¨¢ cuando vengan a jugar y a dormir los de su clase, que son 18. Con qu¨¦ jugar¨¢n, qu¨¦ ver¨¢n en la tele y c¨®mo se distribuir¨¢n para dormir, como si tuvi¨¦ramos un campamento en casa. Y con la ilusi¨®n que le hace¡ aceptamos en peque?as dosis, porque ?qu¨¦ puede salir mal?
Nuestro piso es un recinto cerrado a prueba de ni?os, del que no se escapar¨¢n, y aunque pongamos mucha merienda, siempre sale m¨¢s barato que unos trozos de tarta en un bar, que al final lo toquetean y te lo tienes que comer y pagar a disgusto.
El problema es que pueden destrozar tu fortaleza.
Quiz¨¢ has conseguido que tu peque?o no pinte las paredes o no salte encima del sof¨¢. Pero cuando los otros ni?os que no tienen esas consignas lo hagan, el tuyo se unir¨¢ al momento y despu¨¦s lo probar¨¢ en su tiempo libre.
Tambi¨¦n le entrar¨¢n las ansias posesivas y saldr¨¢ a lo Clint Eastwood con la escopeta ordenando a sus amigos que aparten sus manos de sus juguetes. Esos que ten¨ªa olvidados durante meses y que ahora son su tesoro m¨¢s preciado. Normalmente, esto acaba en pelea y los padres tienen que intervenir.
?Todos los padres? No. Porque los invitados suelen quedarse sentados y de repente te conviertes en Los vigilantes de la playa, haciendo t¨² todos los papeles de la serie. As¨ª proteges a todos los cr¨ªos y de paso evitas que pongan las zarpas en estanter¨ªas llenas de c¨®mics y libros para manosear, aparatos electr¨®nicos f¨¢ciles de romper o en paredes que se hab¨ªan conservado limpias hasta esa tarde.
Adem¨¢s, dinamizas el juego para que est¨¦n todos los ni?os juntos. Porque si vienen varios es posible que se distribuyan por habitaciones y juguetes y el tuyo quede solito, triste y apartado como un aut¨®nomo cuando hay paga extra, y adem¨¢s tengas que consolarlo.
El bonus track de regalo es que los invitados tienen que irse r¨¢pido porque sus cr¨ªos est¨¢n llorando (ya sea por pelea o porque quieren quedarse para siempre). Y como el protocolo de extracci¨®n exige sacar el drama del edificio, nadie est¨¢ para recoger juguetes. Con lo que te queda la casa que parece que haya pasado un hurac¨¢n. Y esto el seguro no lo cubre.
En el futuro, a ver si la ni?a convence a los dem¨¢s ni?os de que nos inviten a nosotros. Claro que cuando los amigos no son del barrio, a veces los viajes de ida y vuelta en transporte p¨²blico hacen que varios ni?os saltando con zapatos en tu sof¨¢ parezcan entra?ables.
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