Comp¨®rtate

Durante siglos nos decretaron el largo de la falda, la profundidad del escote, la intensidad del maquillaje. Nos indicaron el punto exacto en el que un pantal¨®n deja de ser ajustado para empezar a ser provocativo, nos reglaron el alto de los tacos y la edad para empezar a usarlos. Nos obligaron a sentarnos con las piernas cerradas y a caminar sin bamboleo. Nos inculcaron reglas estrictas acerca de cu¨¢ndo hay que dar el primer beso o ir a la cama. M¨¢quinas de lustrar el piso y de parir, nos repartieron las tareas de la casa, los deberes hacia el marido y los hijos. Aprendimos que si nos pegaban era porque algo hab¨ªamos hecho. Nos ense?aron el bordado, el silencio, la hipocres¨ªa y la paciencia. Nos dijeron lo que pod¨ªamos saber y lo que no, lo que pod¨ªamos leer y lo que no, lo que pod¨ªamos estudiar y lo que no. Todo eso nos lo hicieron hombres y mujeres. Siglos despu¨¦s, parec¨ªa que hab¨ªamos aprendido algo. Hasta que en abril de 2018 un grupo de jueces espa?oles decidi¨® que cinco varones que violaron a una mujer de dieciocho en los Sanfermines de 2016 fueran condenados a nueve a?os de c¨¢rcel por abusos sexuales, y no a veintid¨®s por violaci¨®n, emitiendo un fallo seg¨²n el cual no hubo intimidaci¨®n ni violencia hacia la v¨ªctima, que declar¨® haber hecho lo que muchas hubi¨¦ramos hecho para defendernos de una suerte peor: ¡°cerr¨¦ los ojos para no enterarme de nada y que pasara r¨¢pido (¡­) Cuando me vi rodeada sent¨ª miedo, no sab¨ªa c¨®mo reaccionar y reaccion¨¦ someti¨¦ndome¡±. Los jueces concluyeron que la chica se qued¨® demasiado quieta, que no patale¨®, ni chill¨®, ni ara?¨®, ni forceje¨® como debe hacer una mujer honesta para defender su honra. As¨ª, despu¨¦s de siglos de barbarie, cuando parec¨ªa que hab¨ªamos aprendido algo, unos jueces espa?oles nos arrojaron a la cara El Manual del Buen Comportamiento de la Mujer Violada.