La extrema delgadez ya no est¨¢ bien vista ni entre las famosas

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Esta semana Amaia Salamanca acud¨ªa a la gala de los premios Valle-Incl¨¢n de Teatro y volv¨ªa a tener que contestar a preguntas sobre su delgadez. A finales del a?o pasado tuvo que zanjar la pol¨¦mica sobre su evidente p¨¦rdida de peso con explicaciones que en otro momento hubieran resultado innecesarias: ¡°Hay veces que se banaliza con estos temas. Se habla de anorexia o bulimia y son cosas muy serias. Ha sido puramente trabajo. No soy anor¨¦xica. Estoy trabajando mucho, estoy con los ni?os¡­ Es una etapa de mi vida en la que, de repente, estoy m¨¢s consumida¡±.

Ni siquiera ser una de las prescriptoras patrias m¨¢s populares salv¨® tampoco a Paula Echevarr¨ªa del escrutinio f¨ªsico hace unos meses cuando reconoci¨® que hab¨ªa perdido seis kilos, en ese largo proceso de 11 meses que dur¨® su divorcio de David Bustamante. Tambi¨¦n Victoria Beckham ha sido duramente cuestionada por su afici¨®n a elegir modelos extremadamente delgadas para sus desfiles. Ocurri¨® en 2015, cuando present¨® su colecci¨®n en la Semana de la Moda de Nueva York, y volvi¨® a pasar en enero de este a?o cuando public¨® en sus redes sociales fotos de su colecci¨®n de gafas sobre el rostro de una modelo extremadamente flaca.

A lo largo de la historia los c¨¢nones de belleza femenina han sufrido cambios significativos que han demostrado que lo que era v¨¢lido y bello en una ¨¦poca concreta, se rechazaba tiempo despu¨¦s y viceversa. Las curvas y la voluptuosidad han predominado entre los requisitos que se le exig¨ªan a una mujer para resultar atractiva; y la palabra exigir no es balad¨ª, porque a las f¨¦minas se las presiona mucho m¨¢s cuando se habla de f¨ªsico.

Desde finales de la II Guerra Mundial la delgadez se impuso como valor y sin¨®nimo de atractivo y este hecho a?ade tensi¨®n a las mujeres que ven como una industria que mueve cifras millonarias ha fomentado durante a?os un modelo de mujer que para triunfar debe estar delgada s¨ª o s¨ª. Pero los movimientos feministas y sus reivindicaciones tambi¨¦n han ido haciendo mella en este aspecto y lo mismo ha ocurrido con la fuerza que para bien o para mal tienen las corrientes de opini¨®n que se generan en las redes sociales. El aspecto f¨ªsico de personajes con relevancia social ha sido objeto de debate en infinidad de ocasiones y en no pocas de ellas ha llegado a la crueldad y el insulto. El exceso de peso gana por goleada en el ranking de cr¨ªticas despiadadas, pero la concienciaci¨®n respecto al respeto a la diversidad ¨Ctambi¨¦n de f¨ªsico¨C est¨¢ provocando un cambio que se puede observar en la cantidad de veces que algunas famosas deben justificarse por estar excesivamente delgadas a juicio de quienes las observan.

Se podr¨ªa decir que la delgadez est¨¢ tan poco de moda como la obesidad y que los personajes p¨²blicos ya no presumen cuando sus cuerpos aparentan estar demasiado flacos. Nicole Richie, Denise Richards, Angelina Jolie, la reina Letizia, las mencionadas Amaia Salamanca o Paula Echevarr¨ªa han sido algunas de las mujeres criticadas por una esbeltez que en ocasiones se ha calificado de enfermiza u obsesiva. Amaia Salamanca no dud¨® en dar explicaciones esta misma semana y afirmar que come sano, de todo, tiene un entrenador personal que la mantiene en forma y que ¡°hace esfuerzos por engordar¡±, aunque el ritmo a la que la someten sus hijos y los nervios que le han provocado algunos de sus ¨²ltimos trabajos, parecen ser los motivos ¨²ltimos a los que achaca su cambio f¨ªsico.

Luis Navarro, coach y terapeuta por la University of Santa M¨®nica y autor del libro M¨¦todo Navarro para adelgazar, afirma que asimilar mujer bella con delgadez ¡°es un modelo arbitrario sin ning¨²n criterio racional para que sea el mayoritario¡±. S¨®lo el 5% de las personas son delgadas por herencia gen¨¦tica, el resto es diverso en forma y tama?o. Y Navarro aporta un porcentaje a¨²n m¨¢s contundente, el 95% de las mujeres puede que no logren nunca tener el cuerpo que dicen deben lucir aunque hagan dieta y ejercicio. Y defiende que existen estudios cient¨ªficos que demuestran que personas gordas que est¨¢n en forma tambi¨¦n pueden estar saludables.

En definitiva se trata de no seguir los intereses sociales y econ¨®micos que imperan en cada momento y no caer en la paradoja de tener una relaci¨®n insana con nuestro cuerpo, el peso y la alimentaci¨®n, precisamente en un momento en el que la lucha por los derechos de las mujeres se encuentran en un momento de eclosi¨®n como no ha existido antes en la historia.

Por eso las gordas sanas defienden su f¨ªsico y las flacas sanas responden a las cr¨ªticas con argumentos gen¨¦ticos o personales que justifican su delgadez. Las firmas de moda y de belleza no son ajenas a esta sensibilidad y van entrando en el debate incluyendo la diversidad f¨ªsica, de edad y racial en sus desfiles y publicidades. Bienvenido sea aunque haya ocurrido empujado por una reclamaci¨®n a gritos de millones de f¨¦minas que no quieren verse atrapadas en ideales inalcanzables de belleza que les hace gastar mucha energ¨ªa en pelearse con la comida y con su propio cuerpo.

Francia estableci¨® desde mayo de 2017 una medida en la lucha contra la anorexia que establece que las modelos deben aportar un certificado m¨¦dico, expedido por profesionales habilitados al efecto, que pruebe que son mujeres (u hombres) saludables y que sus datos de peso y altura guardan la proporci¨®n del ¨ªndice de masa corporal (IMC). De otra forma no pueden desfilar sobre la pasarela y las agencias o revistas de moda que no respeten la ley pueden ser condenadas a penas de hasta seis meses de prisi¨®n (sus responsables) y multas de 75.000 euros.

Madrid fue la primera capital europea en tomar medidas respecto al peso de las modelos, cuando prohibi¨® en septiembre de 2006 que desfilaran en la Pasarela Cibeles maniqu¨ªes con IMC menor a 18. Otros pa¨ªses, como Italia, Chile y B¨¦lgica, han aprobado normas similares a de Francia. Y, por ejemplo, en Israel, la ley "Photoshop" de 2012 proh¨ªbe la publicidad con modelos demasiado delgadas, contratar como tal a alguien que tenga un IMC inferior a 18,5 y utilizar el programa inform¨¢tico para afinar la silueta sin precisarlo. Y, aunque en Italia no exista ninguna ley al respecto, las grandes agencias de modelos proh¨ªben que las modelos desfilen si su IMC es inferior a 18,5.