Qu¨¦ es una chica y para qu¨¦ sirve

La de la doble verdad es una posici¨®n filos¨®fica que desde el medievo trat¨® de hacer compatibles dos verdades opuestas: la de las religiones reveladas y las ciencias. Se atribuy¨® al fil¨®sofo musulm¨¢n Averroes, y no deja de ser a la que recurri¨® Galileo cuando declar¨® ante un tribunal que era imposible que la tierra se moviera (verdad religiosa) mientras susurraba ¡°pero se mueve¡± (verdad cient¨ªfica). Nuestra tradici¨®n laica hace tiempo que resolvi¨® el problema de las dos verdades contrapuestas. En los colegios se aprende la ley de la gravedad y la teor¨ªa de la evoluci¨®n. Y los creyentes tienen espacios para sus creencias en p¨²blico, pero, sean estas las que sean, tienen que examinarse de F¨ªsica y Filosof¨ªa.

Esto viene al caso porque parece que nuestra sociedad convive ahora con dos verdades opuestas respecto a lo que es una chica y lo que se puede hacer con ella. Y esto es lo que nos ha revelado la reciente sentencia del juicio de La Manada. Es como si en el mundo oficial, del que hay que examinarse p¨²blicamente, se mantuviera un discurso igualitario, pero en alg¨²n sitio se aprendiera otra verdad que todo lo inunda. Pero que nadie quiere hacer expl¨ªcita. A nuestra sociedad se le llena la boca con la palabra igualdad. Todo el mundo declara que es un valor importante, muy importante. Y, una vez dicho esto y tras entonar con m¨¢s o menos gracia el mea culpa ¡ªno hago lo suficiente por la igualdad¡ª, parece que el acuerdo es: ?ale!, a vivir que son dos d¨ªas.

En el mundo oficial se mantiene un discurso igualitario, pero otra verdad lo inunda todo

A jugar, que es muy educativo, y toma, un tocador de maquillaje para la ni?a y la espada l¨¢ser de Darth Vader para el cr¨ªo. Y si murmuras algo, toma respuesta: ¡°Bueno, mujer, no seas rancia¡±. Como ahora ya hay igualdad, o ya la apoyamos, ya podemos dedicarnos a cultivar el rosa y el azul. Al grito de ¡°yo les he educado igual¡±, encontramos un mundo en que ya no hay patinetes, ni estuches, ni bicis ni carteras. Hay carteras de ¡°ni?as¡± y carteras de ¡°ni?os¡±. Hasta las reglas y las gomas de borrar tienen hoy princesas o piratas. En los tiempos de la ¡°igualdad formal¡± y las pol¨ªticas activas de igualdad se marca a sangre y fuego la diferencia. Y de esto se ha de encargar el mundo de la cultura, el mundo de la creaci¨®n que es ni m¨¢s ni menos aquel en que se forjan nuestros sue?os y el sentido de nuestra vida. Y donde nada es lo mismo para una ni?a que para un ni?o. Salvo las matem¨¢ticas y c¨ªa. El curr¨ªculo oficial s¨ª es el mismo, pero el sentido de la vida se va forjando en el ¡°curr¨ªculo oculto¡±.

Tampoco parece suficiente con que haya dos ontolog¨ªas, la rosa y la azul, en alg¨²n momento nuestra sociedad tiene que ense?ar a los diferentes que adem¨¢s son desiguales. Que hay un primer sexo y un segundo sexo. Y acudimos a otro gran fil¨®sofo franc¨¦s para recordar por qu¨¦ y para qu¨¦ existen el poder y la dominaci¨®n: ¡°Hacer que nuestras vidas sean f¨¢ciles y agradables, estas son las funciones de las mujeres en todo tiempo y lugar y para lo que deben ser educadas las ni?as desde la infancia¡±. Simplemente genial, es Rousseau. Pocas veces alguien ha expresado tan bien para qu¨¦ se quiere y se tiene el poder.

?D¨®nde se ense?a a los chicos que ellas est¨¢n, en el fondo, para ¡°que sus vidas sean f¨¢ciles y agradables¡±? En este mismo diario hemos le¨ªdo interesantes reportajes sobre el papel de la pornograf¨ªa en la educaci¨®n sexual de los adolescentes. Queremos plantear aqu¨ª que tambi¨¦n lo tiene en el aprendizaje de la ¡°doble verdad¡± de lo que es una chica y para lo que sirve. Primera verdad: una chica es la que se sienta a mi lado, mi igual absoluta. Segunda verdad: es tambi¨¦n el cuerpo, los trozos de cuerpo que se me ofrecen en la infinita red de portales de pornograf¨ªa. Guarras.com, cerdas.com, muyzorras.com, babosas.com. Cuerpos a los que tienen derecho a acceder para su placer. Y que es la propia sociedad la que se las pone ah¨ª, en bandeja, en teclado.

Los v¨ªdeos m¨¢s visitados muestran chicas sufriendo o pas¨¢ndolo mal en la relaci¨®n sexual

?Qu¨¦ ense?a la pornograf¨ªa? Por ejemplo, que las chicas est¨¢n ah¨ª para usarlas. Pongan en el buscador ¡°porno?/?violaciones¡±. Y miren de frente c¨®mo aprenden nuestros chicos esta otra verdad sobre lo que es una chica y lo que se puede hacer con ella. De todo: todo lo que no se les permitir¨ªa hacer si no hubiera sexo por el medio es aqu¨ª posible. Para empezar llamarlas cerdas, zorras, guarras y babosas. En esta sociedad sexualizada, pacata y vergonzosa casi nadie se atreve a criticar una pr¨¢ctica si hay sexo por el medio.

Y ellas, ?qu¨¦ aprenden ellas? Lo primero, un modelo f¨ªsico y el mandato es depilarse sus partes sexuales. La pornograf¨ªa actual, con protagonistas ani?adas, ense?a que el vello p¨²bico es sucio, poco higi¨¦nico, feo. Caramba con el empoderamiento. Y para quienes mantienen que la pornograf¨ªa es ficci¨®n y no pasa del terreno de la fantas¨ªa vayan a enterarse sobre c¨®mo y cu¨¢nto se depilan las j¨®venes. Lo segundo, que est¨¢n para dar placer, ¡°para que las vidas de otros sean f¨¢ciles y agradables¡±. ?Les informo de algo desconocido si les digo que los v¨ªdeos con m¨¢s visitas son los que muestran a las chicas sufriendo o pas¨¢ndolo mal en la ¡°relaci¨®n sexual¡±? Y ellos muy bien. Otro tema en el top ten del porno es el que resumimos: ¡°Ellas inconscientes y ellos muy activos¡±. Vayan a verlo. De los 10 que salen al poner porno/violaci¨®n en mi port¨¢til tres son del tipo ¡°chico viola a su madre mientras limpia¡±. Los de violar a la madre propia y a la hermana, no digamos ya la hermanastra, son tambi¨¦n muy visitados. Tenemos los datos y la bibliograf¨ªa.

El 8 de marzo pasado y el otro d¨ªa tras la sentencia de La Manada, millones de personas hemos dejado un mensaje que dice ¡°hasta aqu¨ª hemos llegado¡±. Si queremos erradicar la desigualdad tendremos que luchar contra sus causas. Y lo que se denomina pornograf¨ªa es una de ellas. Porque lo que representa mayoritariamente no es el ¡°acto sexual¡±, sino la humillaci¨®n, el abuso y la agresi¨®n a chicas j¨®venes como fuente de placer. Y todo bien accesible para ni?as y ni?os con la edad del primer m¨®vil. Ahora, que ya hay igualdad.

Ana de Miguel ?lvarez es profesora titular de Filosof¨ªa Moral y Pol¨ªtica en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid.