¡°Hay que empujar todo lo que podamos del lado de las mujeres y, si nos pasamos, ya hablaremos¡±
La investigadora espa?ola de 26 a?os es matem¨¢tica, f¨ªsica y fil¨®sofa de la mec¨¢nica cu¨¢ntica
A comienzos del siglo XX, en las barber¨ªas de EE UU a los hombres les dio por cantar a capela mientras esperaban su turno para afeitarse. As¨ª se populariz¨® la llamada m¨²sica de barber¨ªa (barbershop music), reservada durante a?os a los o¨ªdos de los hombres. Los laboratorios cient¨ªficos no eran entonces muy diferentes a las barber¨ªas. La melod¨ªa de la ciencia estuvo mucho tiempo vetada a los o¨ªdos de las mujeres. Patricia Contreras Tejada, nacida en Madrid en 1992, es una muestra de lo caducados que est¨¢n estos clich¨¦s. Estudi¨® Matem¨¢ticas y F¨ªsica en la Universidad de Bristol, un m¨¢ster en Filosof¨ªa de la F¨ªsica en la Universidad de Oxford y ahora se doctora en los fundamentos matem¨¢ticos de la mec¨¢nica cu¨¢ntica en el Instituto de Ciencias Matem¨¢ticas (ICMAT). Y en sus ratos libres canta en The Barbees, un coro femenino de m¨²sica de barber¨ªa en Madrid. La semana pasada, con el apoyo econ¨®mico de la Fundaci¨®n BBVA, Contreras Tejada coorganiz¨® un encuentro de j¨®venes matem¨¢ticos de todo el mundo. En el ICMAT, solo el 12% de los investigadores son mujeres.
Pregunta. ?Qu¨¦ pasar¨ªa si ahora mismo rigieran las leyes del mundo cu¨¢ntico en el mundo macrosc¨®pico de esta habitaci¨®n?
Respuesta. Si rigieran en lo macrosc¨®pico ser¨ªa muy divertido porque podr¨ªamos interferir t¨² y yo y entonces podr¨ªamos trasladarnos muy r¨¢pidamente a otros espacios. No tendr¨ªamos necesariamente que recorrer todo el camino intermedio.
P. ?Por ejemplo?
R. Pues t¨² y yo podr¨ªamos ir de aqu¨ª al hall, pero alguien que nos buscara por el camino nunca podr¨ªa saber por cu¨¢l de las dos posibles rutas habr¨ªamos pasado.
"No tenemos lenguaje para explicar la mec¨¢nica cu¨¢ntica"
P. ?Por qu¨¦ dos personas?
R. Porque podemos interferir constructivamente el uno con el otro, es decir, podemos sumar nuestra probabilidad de que los dos estemos en un sitio o restarla. La cuesti¨®n es que nunca podr¨ªas saber por cu¨¢l de los dos caminos has pasado.
P. Eso es lo que se denomina superposici¨®n cu¨¢ntica.
R. S¨ª.
P. ?La idea de que algo puede estar en dos sitios a la vez es una excesiva simplificaci¨®n?
R. S¨ª, es muy simplificado. La cuesti¨®n es que t¨² nunca sabes en cu¨¢l de los dos sitios est¨¢. Y a ciertos efectos te interesa decir: matem¨¢ticamente se escribe que est¨¢ en la suma de los dos sitios. Y entonces, claro, el lector ingenuo, o el estudiante de F¨ªsica de primero, lee eso y dice: ¡°Ah, vale, eso claramente quiere decir que est¨¢ en los dos sitios a la vez¡±. Pues no. El problema est¨¢ abierto porque evidentemente la mec¨¢nica cu¨¢ntica no casa con nuestra intuici¨®n, es m¨¢s que obvio. Entonces no tenemos lenguaje, porque el lenguaje lo hemos construido con mesas y sillas que sabemos perfectamente d¨®nde est¨¢n.
P. Su tesis trata del entrelazamiento cu¨¢ntico. ?Eso qu¨¦ es?
R. Pongamos que las dos personas se han juntado antes, han metido dos dados en un laboratorio y los han sacado. En vez de al hall vamos a mandar a una persona a la Luna, porque as¨ª es m¨¢s divertido. Si yo estoy en la Luna, tiro mi dado y me sale un 1, y yo s¨¦ que t¨² vas a tirar tu dado, s¨¦ que te va a salir un 1. T¨² no sabes que te va a salir un 1, porque no sabes lo que me ha salido a m¨ª. Entonces, en cierta manera yo puedo predecir el futuro, pero eso no es muy ¨²til, porque no te lo puedo contar a ti antes de mandarte el mensaje por la v¨ªa normal, que es la velocidad de la luz como m¨¢ximo. No es muy ¨²til inmediatamente, pero s¨ª podemos explotar esas correlaciones. Lo bonito de esa relaci¨®n es que no necesita ning¨²n medio f¨ªsico, ninguna cuerda, ninguna onda, que exista entre las dos part¨ªculas.
"Un ordenador cu¨¢ntico podr¨ªa transmitir informaci¨®n de forma m¨¢s barata y m¨¢s r¨¢pida"
P. ?De qu¨¦ sirve tener dos fotones de la luz, o los dos dados del ejemplo, entrelazados?
R. Supongamos que tenemos un dado t¨² y un dado yo, hemos pasado por el laboratorio, est¨¢n entrelazados y yo me voy a la Luna. Yo te quiero transmitir a ti que me ha salido un 1. Entonces tengo que elegir entre seis posibles mensajes, del 1 al 6, y me las puedo ingeniar para transmitir eso de la forma m¨¢s eficiente posible. Pongamos que la forma m¨¢s eficiente posible son tres bits. La cuesti¨®n es que si los dados est¨¢n entrelazados a lo mejor con que yo te transmita a ti un solo bit t¨² puedes deducir que a m¨ª me ha salido un 1. ?Qu¨¦ ventaja tiene eso? Que la informaci¨®n es cara de transmitir, porque el cable lo cobran. Tenemos tarifas planas, pero a alguien le cobran por cada bit transmitido. Y, adem¨¢s, cuantos m¨¢s bits tengas que mandar m¨¢s tiempo tarda. As¨ª que un ordenador cu¨¢ntico podr¨ªa transmitir informaci¨®n de forma m¨¢s barata y m¨¢s r¨¢pida.
P. ?En qu¨¦ consiste su tesis doctoral sobre entrelazamiento cu¨¢ntico?
R. Ahora supongamos que en vez de dos dados tenemos tres. Y hemos invitado a una amiga, ?gata, y la mandamos a Saturno. ?Qu¨¦ relaci¨®n tiene que existir entre esos tres dados ¡ªyo con mi dado en la Luna, t¨² con tu dado en la Tierra, ?gata con su dado en Saturno¡ª para que yo pueda comunicar la informaci¨®n de la forma m¨¢s eficaz posible?
P. Una pregunta que le surge a cualquier persona que se acerca a la mec¨¢nica cu¨¢ntica es: ?A partir de qu¨¦ tama?o dejan de regir las leyes de la mec¨¢nica cu¨¢ntica y funcionan las de la f¨ªsica cl¨¢sica?
R. Hay una l¨ªnea difusa. Experimentalmente est¨¢ todo m¨¢s o menos atado: t¨² te vas ma?ana al CERN [la Organizaci¨®n Europea para la Investigaci¨®n Nuclear, en la ciudad suiza de Ginebra], entrevistas al primero que pase y te dir¨¢: si tengo dos protones va bien [el funcionamiento de las leyes de la mec¨¢nica cu¨¢ntica]. ?Por qu¨¦ no tenemos un ordenador cu¨¢ntico hoy? Porque en lo grande dejan de funcionar. Un ordenador cu¨¢ntico de pocas part¨ªculas te sirve para muy poco, porque una calculadora de bolsillo te sale m¨¢s barata y te lo hace igual de r¨¢pido. Lo que queremos es un ordenador cu¨¢ntico muy grande. Problema: que en lo muy grande se nos rompen las leyes de la mec¨¢nica cu¨¢ntica. ?Oh, oh! Sabemos m¨¢s o menos d¨®nde est¨¢ la frontera, pero la estamos cambiando, porque vemos que estamos un poquito m¨¢s cerca del ordenador cu¨¢ntico, que cada vez conseguimos entrelazar m¨¢s part¨ªculas y meterlas todas en una caja para no se destruya esa relaci¨®n.
"Yo nunca me he parado a decir: 'Uy, como soy mujer lo he tenido m¨¢s dif¨ªcil en este punto de mi carrera'. Yo eso no lo he vivido, pero muchas de mis amigas, s¨ª"
P. El f¨ªsico te¨®rico Oriol Romero-Isart propuso atrapar con l¨¢ser una esfera diminuta de vidrio de 100 millon¨¦simas de mil¨ªmetro, enfriarla y llevarla a un estado de superposici¨®n cu¨¢ntica. O sea, poner esa bolita en dos sitios diferentes a la vez, para explorar d¨®nde est¨¢ la frontera a partir de la cual la mec¨¢nica cu¨¢ntica no es v¨¢lida. Tambi¨¦n propuso hacerlo con virus e incluso con ositos de agua, unos animales microsc¨®picos que viven en musgos y helechos. Desde un punto de vista filos¨®fico, abre la posibilidad mental de poner a una persona en dos sitios a la vez. ?Te¨®ricamente se podr¨ªa hacer?
R. Te¨®ricamente, si consideramos solo la mitad de la teor¨ªa, s¨ª. Con los postulados de la mec¨¢nica cu¨¢ntica puedes describir matem¨¢ticamente a una persona y ponerla en dos sitios a la vez r¨¢pidamente, en un papel, sin problema. ?Qu¨¦ pasa? Que experimentalmente se han dado cuenta de que existe otra ley, la decoherencia, que afecta a las cosas grandes. ?C¨®mo de grandes? Lo estamos cambiando, estamos en ello. ?Pasaremos de part¨ªculas de vidrio a virus y llegaremos a personas? Pues conf¨ªo en que no y me extra?ar¨ªa un mont¨®n. Por muy grandes que sean los ordenadores cu¨¢nticos no creo que hagamos esto con personas. Para gestionar algo as¨ª en un ordenador cu¨¢ntico la gracia ser¨ªa tener las part¨ªculas cada una por su sitio, no integradas todas en una persona. Son dos cosas distintas. Aunque tengamos un ordenador cu¨¢ntico de dos metros de altura no ser¨¢ posible interferir con personas, hasta donde yo s¨¦.
P. Usted afirma que iniciativas como el D¨ªa Internacional de la Mujer y la Ni?a en la Ciencia, que se celebra el 11 de febrero, o incluso el reciente congreso de j¨®venes matem¨¢ticos celebrado en el ICMAT sirven para promover un ambiente acad¨¦mico "m¨¢s inclusivo". ?No es inclusivo hoy en d¨ªa?
R. No es tan inclusivo como podr¨ªa ser. Siempre me gusta pensar que podr¨ªa existir una ley natural que dijera que a los hombres se le dan mejor las matem¨¢ticas que a las mujeres, en cuyo caso nos podr¨ªa a¨²n as¨ª interesar meter a m¨¢s mujeres en el campo, pero tendr¨ªamos tambi¨¦n una raz¨®n de peso para decir: esto es as¨ª, porque parece que la evoluci¨®n hizo que sea as¨ª. ?Qu¨¦ pasa? Que las mejores explicaciones que hay hasta la fecha de por qu¨¦ menos de la mitad de los matem¨¢ticos son mujeres son patrones que tenemos muy arraigados en la sociedad, pero que no tienen ninguna raz¨®n de ser, m¨¢s all¨¢ de la costumbre y otras desigualdades que tampoco tienen ninguna raz¨®n de ser. Es decir, que se nos cae todo el tenderete de las razones por las que existe. Entonces, vamos a cambiarlo. Yo personalmente nunca me he parado a decir: "Uy, como soy mujer lo he tenido m¨¢s dif¨ªcil en este punto de aqu¨ª de mi carrera". Yo eso no lo he vivido, afortunadamente, pero muchas de mis amigas s¨ª, tanto matem¨¢ticas como no matem¨¢ticas. Yo creo que un ambiente inclusivo es saludable porque est¨¢s potenciando a la persona y le est¨¢s diciendo que puede hacer lo que quiera. Y eso es sano.
P. Hay un discurso que argumenta que si ahora en la carrera de Medicina hay un 65% de mujeres y un 35% de hombres, nadie exige despertar m¨¢s vocaciones de los hombres hacia la Medicina.
R. Sigue habiendo un poco de techo de cristal, por muchas mujeres que entren en el campo de la medicina. Las estructuras de poder est¨¢n en los hombres, as¨ª que sobra el comentario de que es igual de malo que se incline la balanza de un lado que del otro, porque no se inclina del otro todav¨ªa. Cuando se incline, hablaremos. Y yo hablar¨¦ encantada, pero es que de momento no se inclina. Lo que hay que hacer, para mi gusto, es, si la balanza se inclina muy hacia uno de los lados, empujar todo lo que podamos del otro. Y, si nos pasamos, ya hablaremos, pero de momento hay que empujar con todas nuestras fuerzas.
"Claro que faltan figuras femeninas de referencia en los medios de comunicaci¨®n"
P. ?Cu¨¢ntas mujeres investigadoras hay en el ICMAT?
R. Yo hice un conteo en la web el d¨ªa del 8 de marzo y me sali¨® un 12%.
P. ?Cuando usted hizo la carrera cu¨¢ntas mujeres eran?
R. Como hice el doble grado ten¨ªa dos comunidades de personas. En f¨ªsica ¨¦ramos aproximadamente un 20%. En matem¨¢ticas, aproximadamente un 50%. Yo estudi¨¦ en la Universidad de Bristol, en Inglaterra, pero eso tambi¨¦n se observa aqu¨ª en Espa?a. En las carreras de f¨ªsicas hay una gran mayor¨ªa de hombres y en las de matem¨¢ticas hay m¨¢s o menos mitad y mitad. En el salto al m¨¢ster, olv¨ªdate. Muchas mujeres se van. ?Y eso por qu¨¦ es? Yo no soy soci¨®loga ni soy experta en el ¨¢rea, pero por lo que se lee las mujeres valoran mucho la estabilidad y dudan m¨¢s de sus propias capacidades. La investigaci¨®n no te da ni estabilidad ni raz¨®n para confiarte. Entonces, eso tira a muchas mujeres a por salidas laborales fuera de la investigaci¨®n. Por eso no contin¨²an y por eso aqu¨ª no hay muchas.
P. ?Faltan figuras femeninas de referencia en los medios de comunicaci¨®n?
R. Claro que faltan, y esa es una buena manera de hacer ver que el talento est¨¢. Lo que hay que hacer, yo creo, es dar visibilidad al buen trabajo que ya hacen algunas mujeres en las matem¨¢ticas.
P. Solo una mujer ha ganado la medalla Fields desde su creaci¨®n en 1936 y ninguna ha ganado en los premios Abel, instaurados en 2003. ?Esto es explicable por la ausencia hist¨®rica de mujeres en las matem¨¢ticas o se ha ignorado a mujeres merecedoras?
R. Primero, claro, ha habido ausencia de mujeres en matem¨¢ticas. Y no se valoraba el trabajo de las pocas que hab¨ªa, con lo cual, complicado. As¨ª nadie gana nada. Ha habido ausencia de mujeres que supieran leer y escribir, lo primero; estudiando matem¨¢ticas, lo segundo; e investigando matem¨¢ticas, lo tercero. Entonces, claro, pocas papeletas hay para que ganen las mujeres los premios.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.