Rupert Everett confiesa que fue un man¨ªaco del sexo
Tras un pasado repleto de excesos y declaraciones pol¨¦micas, el actor regresa a la primera l¨ªnea con su debut como director tras m¨¢s de una d¨¦cada casi desaparecido
Hubo un momento a finales de los a?os 90 en el que Rupert Everett (Norfolk, 1959) estuvo a punto de convertirse en una estrella de Hollywood. Compart¨ªa cartel con las novias de Am¨¦rica, Julia Roberts y Gwyneth Paltrow, en pel¨ªculas como La boda de mi mejor amigo o Shakespeare enamorado; logr¨® dos nominaciones a los Globos de Oro; protagoniz¨® junto a Linda Evangelista una campa?a de Opium, el perfume de Yves Saint Laurent; y en 1999 gan¨® un Vogue Fashion Award. Pero su ¨¦xito se evapor¨® en apenas tres a?os: despu¨¦s del fracaso estrepitoso del film Algo casi perfecto, que protagoniz¨® con su ex amiga Madonna (que no le dirige la palabra desde que Everett habl¨® de ella en el incendiario primer volumen de su autobiograf¨ªa), el tel¨¦fono dej¨® de sonar. ¡°La muerte de tu carrera es como la aut¨¦ntica muerte. Un minuto est¨¢s en los pasillos del poder y todo el mundo te dice: 'Qu¨¦ idea m¨¢s fabulosa'. Al minuto siguiente eres como el fantasma de Canterville: la gente pasa a trav¨¦s de ti, est¨¢s muerto y no te has dado cuenta¡±, explicaba con su habitual honestidad en una entrevista con The Guardian el a?o pasado. Algunos a?os antes, en declaraciones al mismo peri¨®dico, culp¨® de sus altibajos profesionales al hecho de haber admitido su homosexualidad a finales de los a?os 80. ¡°Sinceramente, no recomendar¨ªa a ning¨²n actor que est¨¦ pensando en su carrera que salga del armario¡±, lleg¨® a decir entonces.?
Ahora, Everett parece haber templado su discurso. En una entrevista que la revista del diario The Times le acaba de dedicar por el inminente estreno de The Happy Prince ¨Cun proyecto sobre los a?os de Oscar Wilde en el exilio que Everett ha escrito, protagonizado y dirigido¨C, el brit¨¢nico llega a admitir: ¡°Acabo de descubrir la tenacidad ahora, cuando ya es demasiado tarde¡±. Sin tenacidad no habr¨ªa conseguido sacar adelante esta pel¨ªcula (que en Espa?a a¨²n no tiene fecha de estreno), en la que llevaba trabajando diez a?os. Tampoco lo habr¨ªa logrado sin la ayuda de Colin Firth. Que su amigo le garantizara que iba a participar en el film, y que se mantuviera fiel a su promesa durante casi una d¨¦cada, le sirvi¨® para conseguir la financiaci¨®n necesaria. ¡°Nunca voy a ser capaz de devolverle un favor as¨ª¡±, se?ala en The Times Magazine.?
Que haya circulado bajo el radar no significa que Everett haya estado ocioso durante todos estos a?os. Ha participado en pel¨ªculas, obras de teatro, series de televisi¨®n y documentales; ha escrito libros, tanto de ficci¨®n como sus aplaudidas y reveladoras memorias (lleva ya dos vol¨²menes, y este a?o espera terminar el tercero); e incluso estuvo a punto de participar en la versi¨®n para famosos del reality show The Apprentice, aunque, horrorizado, dio la espantada el primer d¨ªa. Pero a lo que sobre todo se ha dedicado Everett es a conceder entrevistas jugosas.
Famoso por sus declaraciones sin filtro, ha hablado abiertamente de su rechazo al matrimonio gay (luego puntualiz¨® que tambi¨¦n estaba en contra del matrimonio heterosexual) o de sus excesos con las drogas; en una entrevista con The Telegraph en 2014, lleg¨® a decirle al periodista: ¡°Si sacaras un gramo de coca ahora y me ofrecieras una raya, seguro que la aceptar¨ªa¡±. Tambi¨¦n ha expresado sin tapujos el ¡°terror¡± con el que vivi¨® los primeros a?os del sida. ¡°Hab¨ªa sido muy promiscuo desde que llegu¨¦ a Londres. Me hab¨ªa lanzado de cabeza al mundo gay, y entonces empez¨® el sida y no hab¨ªa manera de saber si lo ten¨ªas hasta 1985, con la prueba de VIH. Mucha gente con la que hab¨ªa estado se estaba muriendo, y de una manera aterradora¡±, confesaba en The Guardian el a?o pasado. Pero tanto las drogas como la promiscuidad son ya cosa del pasado; el actor mantiene una relaci¨®n larga y estable con un contable brasile?o de 38 a?os llamado Henrique. ¡°Sol¨ªa ser un man¨ªaco del sexo, pero eso se acab¨®¡±, asegura en The Times Magazine.
Hijo de militar, Everett creci¨® en un entorno conservador, y estudi¨® en un internado privado, aunque lo abandon¨® a los 15 a?os para estudiar interpretaci¨®n en Londres. M¨¢s de 40 a?os despu¨¦s de aquello, est¨¢ de vuelta en el juego: adem¨¢s de The Happy Prince, est¨¢ a punto de rodar la serie basada en El nombre de la rosa, y ha firmado de nuevo con una agencia en Hollywood. Porque puede que en su particular monta?a rusa haya habido menos subidas que bajadas, pero el viaje todav¨ªa no se ha terminado.
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