As¨ª no, Irene
Las palabras ensombrecen el chalet de la pareja Montero-Iglesias
Se nos llena la boca de palabras puntiagudas, sangrantes, y cuando a nosotros mismos nos las devuelve el destino como un bumer¨¢n no sabemos qu¨¦ hacer con ellas. El profesor Javier Gom¨¢ dec¨ªa en el programa?Hoy por Hoy de la Cadena Ser que las palabras son hechos, como dec¨ªa Gabriel Celaya. A veces son estupendos versos y en muchas otras ocasiones son botellas o basura lanzada al mar. A ver si pega y el agua se las traga y nadie se da cuenta de que has ensuciado tu propio trayecto.
Ahora Irene Montero y Pablo Iglesias, portavoz y l¨ªder de Podemos, tienen un problema con un chalet que han comprado en Galapagar. El problema en realidad no es con el chalet, es con las palabras. Las que dijeron, las que dicen. Las que dijeron con respecto a viviendas compradas por otros colegas y las que dicen ahora para decir que lo que dijeron no fue lo que otros dicen que ellos dijeron. Trucos de la vieja pol¨ªtica cifuentera ataviados de la ropa de la nueva pol¨ªtica. A Cifuentes se le cay¨® la cara al suelo porque quiso fungir de nueva pol¨ªtica y resulta que todos sus ardides eran de pol¨ªtica antigua.
Por la boca muere la ejemplaridad, dec¨ªa el citado profesor Gom¨¢, igual que por la boca muere el pez por m¨¢s que simule nadar contracorriente
En fin, el chalet. Iglesias dijo hace rato que un colega suyo, Luis de Guindos, blanco de sus dardos de estricta austeridad p¨²blica, se compraba un ¨¢tico que podr¨ªa servirle para especular. Por la boca muere la ejemplaridad, dec¨ªa el citado profesor Gom¨¢, igual que por la boca muere el pez por m¨¢s que simule nadar contracorriente. Ahora que Irene Montero y el mismo Iglesias se compran una vivienda, un chalet, a las afueras, intentan borrar las malditas hemerotecas, que con tanto ¨¦xito sacaron en el pasado contra los suyos y contra los ajenos. Y resulta que hay tantos paralelismos, hasta en el precio, entre el dichoso chalet y el ¨¢tico de De Guindos, que, claro, a los periodistas se les aviva la pregunta m¨¢s sencilla, que es a la vez la m¨¢s puntiaguda de las preguntas.
Y esa pregunta se la hizo a Irene Montero Sonsoles Onega, de Informativos Telecinco, en la rueda de prensa en la que la portavoz de Podemos trataba de sacar la pierna comunicativa del embrollo inmobiliario. En esa rueda de preguntas, la se?ora Montero hab¨ªa dicho que su vivienda nueva, al contrario que otras, no era una compra para especular. La mejor periodista es la m¨¢s sencilla, como aquella que revel¨® que el rey estaba desnudo en Dinamarca. L¨¦ase la pregunta de la se?ora Onega:
¡ª ?Por qu¨¦ saben que el se?or De Guindos compr¨® su casa para especular?
Y esta fue la respuesta de la portavoz Irene Montero:
¡ª Yo no he dicho tal cosa.
El silencio que se hizo tras esa respuesta fue ¡°terror¨ªfico¡±, seg¨²n testigos presenciales. Claro: es que la pregunta era tan concreta, hab¨ªan sido tan concretas las resonancias de lo que hab¨ªa dicho Pablo Iglesias del ¨¢tico de Guindos y de sus previsibles consecuencias especulativas, que es probable que los periodistas dudaran entre ayudar a Irene Montero a recordar palabras y hechos o ayudarla a salir del atolladero con el viejo proverbio: ¡°No hay m¨¢s preguntas, se?or¨ªa¡±.
O, tambi¨¦n podr¨ªan decirle gentes cercanas que tengan experiencia en lo que se dice cuando uno se enreda respondiendo: ¡°As¨ª no, Irene¡±.
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