La libertad gana en Irlanda
El refer¨¦ndum convocado por el Gobierno anula la enmienda constitucional que proh¨ªbe el aborto
La causa de la libertad de las mujeres para poder decidir sobre su embarazo ha tenido en Irlanda un triunfo largamente esperado. El refer¨¦ndum convocado el viernes por el Gobierno con el apoyo de las principales fuerzas pol¨ªticas ha sancionado que se elimine la enmienda de la Constituci¨®n que desde 1983 prohib¨ªa el aborto en cualquier supuesto, incluidos los casos de violaci¨®n, incesto o grave malformaci¨®n del feto. Se pone fin as¨ª a una de las legislaciones m¨¢s restrictivas que obligaba a las mujeres a abortar en la clandestinidad, con el consiguiente riesgo sanitario y jur¨ªdico, o a viajar a Reino Unido para hacerlo. Con un amplio margen (66,4% a favor y 33,6% en contra) la ciudadan¨ªa ha decidido ahora levantar las trabas al aborto y permitir que el Parlamento decida los detalles de la ley que debe despenalizarlo.
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Hay que felicitar al Gobierno irland¨¦s por su valent¨ªa a la hora de afrontar una cuesti¨®n que siempre ha sido de alto riesgo pol¨ªtico. Y tambi¨¦n por el novedoso procedimiento de democracia deliberativa utilizado para ello. El Parlamento acord¨® crear una Asamblea Ciudadana a la que encarg¨® discutir diferentes cuestiones sociales, entre ellas la posible regulaci¨®n del aborto. En ella participaron un centenar de personas representativas de los diferentes segmentos de opini¨®n. El dictamen emitido propone una regulaci¨®n que permita el aborto por libre decisi¨®n de la mujer hasta la semana 12 de gestaci¨®n y a partir de ese momento, hasta las 24 semanas, cuando se den determinados supuestos.
El resultado ha mostrado que la influencia de la Iglesia cat¨®lica declina r¨¢pidamente en Irlanda. En mayo de 2015 se aprob¨® tambi¨¦n en refer¨¦ndum el matrimonio homosexual por el 62% de los votos. Ahora, otro refer¨¦ndum ha permitido acabar con la excepci¨®n irlandesa y reconocer un derecho que da libertad a las mujeres para interrumpir el embarazo, respetando por supuesto a quienes por razones religiosas crean que nunca deben hacerlo.
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