Una mujer consigue escapar de su maltratador dando una nota al veterinario de su perro

"Mi novio me est¨¢ amenazando. Tiene un arma". As¨ª de escueto es el mensaje que una mujer escribi¨® en un trozo de papel y col¨® en un cl¨ªnica veterinaria en la ciudad de DeLand (32.000 habitantes), en Florida (Estados Unidos) la semana pasada. La mujer, de 28 a?os, ya no sab¨ªa qu¨¦ hacer para escapar de su maltratador, Jeremy Floyd, de 39, as¨ª que decidi¨® usar a su perro. Tras convencer a su novio de que hab¨ªa que llevar a la mascota a revisi¨®n, fueron a una consulta y, en un momento de despiste de ¨¦l, desliz¨® el recado a un trabajador que estaba detr¨¢s del mostrador.

La mujer lleg¨® al veterinario con un ojo hinchado, cortes en los dedos y moratones en los brazos y las piernas, seg¨²n el informe de la polic¨ªa al que tuvieron acceso varios medios de comunicaci¨®n estadounidenses. "Llama a la polic¨ªa", dec¨ªa el principio del recado escrito con una letra temblorosa. Y eso fue lo que hizo el trabajador de la cl¨ªnica.

Cuando llegaron los oficiales, encontraron a Floyd con un arma de 9 mil¨ªmetros en su cintur¨®n y a su novia llorando. De acuerdo con la polic¨ªa del condado de Volusia, Floyd tiene un largo historial de detenciones durante dos d¨¦cadas: venta de coca¨ªna, posesi¨®n de drogas y robos con fuerza. Fue acusado finalmente de varios delitos, entre ellos, de violencia dom¨¦stica, agresi¨®n con agravantes por llevar una pistola, encarcelamiento falso y posesi¨®n de un arma de fuego siendo convicto.

Una vez en el hospital, los m¨¦dicos descubrieron que la mujer ten¨ªa una posible contusi¨®n cerebral junto al resto de heridas. Los fuertes dolores de cabeza que sufr¨ªa le hac¨ªan dif¨ªcil recordar lo que hab¨ªa ocurrido, seg¨²n lo que cont¨® a los investigadores. Durante dos d¨ªas, ¨¦l le impidi¨® salir y la golpe¨®. Pese a que su versi¨®n casi no coincide con la versi¨®n que el agresor cont¨® desde la c¨¢rcel, las autoridades la creyeron, y publicaron en redes la foto de su nota.

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De acuerdo con la historia de Floyd, la noche del pasado mi¨¦rcoles hab¨ªan estado bebiendo, tomando suboxone (un medicamento para tratar la dependencia a opi¨¢ceos como la hero¨ªna) y unas "p¨ªldoras blancas desconocidas". Ella, por el contrario, no hizo menci¨®n alguna a alcohol y drogas durante el interrogatorio y asegur¨® que ¨¦l se hab¨ªa puesto celoso aquella noche creyendo que estaba coqueteando con otros hombres; algo que Floyd reconoci¨® a la polic¨ªa, estaba enfadado porque cre¨ªa que ella ten¨ªa un amante.

Luego, mientras que ¨¦l asegur¨® que ella se hab¨ªa tirado de cabeza por la ventana, ella cont¨® que hab¨ªa intentado violarla, y, tras intentar huir de ¨¦l, la hab¨ªa agarrado del pelo, la hab¨ªa arrastrado de vuelta a la casa y le hab¨ªa dado una paliza. Respecto a la pistola tambi¨¦n hubo un choque de versiones. Floyd dijo que la llevaba para protegerla de un exnovio violento, que ella la hab¨ªa cogido alguna vez y hab¨ªa amenazado con suicidarse y que por eso se la hab¨ªa quitado. La mujer explic¨® que Floyd hab¨ªa intentado matarla. D¨ªas despu¨¦s, cuando la polic¨ªa revis¨® la casa, encontraron dos agujeros en una de las paredes.

Fue el viernes, dos d¨ªas despu¨¦s de aquel episodio, cuando ella se invent¨® que no ve¨ªa al perro muy bien y lo llevaron al veterinario. Solo as¨ª logr¨® deshacerse de ¨¦l, que entr¨® a la c¨¢rcel por decimocuarta vez. Sin embargo, y pese a todo, ella no ha querido presentar cargos. Tal vez no haya pr¨®xima vez.