Mamoudou, un inmigrante menos
Este joven maliense, sin pretenderlo, se ha convertido en un franc¨¦s m¨¢s
He aqu¨ª un hombre que, probablemente, se ha sentido abrumado por las circunstancias, sin alcanzar a saber lo que ha pasado. El joven maliense Mamoudou Gassama, como otros inmigrantes ilegales, se escond¨ªa de la polic¨ªa parisina, evitaba los andenes del metro para eludir la l¨®gica de la sospecha de su condici¨®n de ilegal a veces por su color, es decir, ser detenido, encerrado y expulsado del territorio franc¨¦s, una amenaza que cobra mayor relieve con la nueva pol¨ªtica migratoria de Emmanuel Macron.
Y de repente, se encuentra en un sal¨®n oficial del palacio del El¨ªseo, invitado por el presidente mismo, entrevistado por los medios de comunicaci¨®n, respetado y alabado por todos, incluso Marine le Pen, por haber salvado ¨¦picamente a un beb¨¦ franc¨¦s. Y no s¨®lo eso: como premio honor¨ªfico, Gassama obtiene la nacionalidad francesa sin haberla pedido: por su calidad humana merece ser franc¨¦s y no ya un mero inmigrante legal. Se instituye, de este modo, un juego de s¨ªmbolos vinculado a los desplazamientos de los inmigrantes; parece entenderse que, en realidad, deben aspirar al privilegio de la nacionalidad francesa, y no a ejercer el t¨ªtulo de residentes extranjeros con permiso de trabajo, manteniendo su nacionalidad e identidad originarias.
Este joven maliense, sin pretenderlo, se ha convertido en un franc¨¦s m¨¢s, y en un inmigrante menos. En unos segundos Francia lo ha despojado de su piel de ?extranjero!
El gesto de Macron se conjuga con la emoci¨®n y la pol¨ªtica; los ciudadanos franceses contemplaron boquiabiertos a Gassama subiendo sin vacilar cuatro plantas por los balcones y salvando al ni?o. El presidente ha aprovechado veloz este impulso emocional para hacer gala de generosidad, encubriendo as¨ª la dura legislaci¨®n migratoria que acaba de adoptar el Parlamento y que ha desatado reacciones indignadas, incluso dentro de los c¨ªrculos m¨¢s cercanos del mandatario. Porque bajo el gesto honor¨ªfico hacia Gassama, el estatuto de hacer inocuo al inmigrante ilegal en la UE permanece inalterable ¡ªverbigracia, los centros de internamiento para inmigrantes sin papeles y solicitantes de asilo que proliferan en el territorio de los Estados miembros¡ª sin atender a la propia condici¨®n de ser humano que se encuentra en centenares de miles de semejantes a quien hoy se considera un h¨¦roe franc¨¦s. ?Solo un acto de hero¨ªsmo los podr¨¢ transformar en sujetos humanos legalmente aceptados en Europa?
La solidaridad de Gassama ense?a a los Gobiernos que regular a la inmigraci¨®n no se debe hacer bajo la presi¨®n xen¨®foba de la extrema derecha sino respetando la dignidad de todos los seres humanos que se desplazan, legal o ilegalmente, a las fronteras europeas. Del mismo modo, lejos de toda manipulaci¨®n pol¨ªtica, es imprescindible explicar a la opini¨®n publica que podemos acoger a trabajadores extranjeros, porque aportan riqueza sin poner en peligro nuestro modo de vida. Y que Europa, frente a la importante demanda migratoria que surge por causa de las crecientes desigualdades econ¨®micas, debe realmente ayudar al impulso econ¨®mico de los pa¨ªses de procedencia, en especial los de ?frica subsahariana.
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