Una moci¨®n hist¨®rica
Los comentaristas de la prensa internacional perciben la derrota de Rajoy como "ineluctable" aunque temen por la estabilidad de Europa
Una moci¨®n hist¨®rica que hace tan solo diez d¨ªas era impensable. El pasado 23 de mayo, tras haber conseguido a duras penas la aprobaci¨®n de los presupuestos para 2018, Mariano Rajoy, el pulgar levantado en signo de victoria, dejaba el Congreso de los Diputados con el sentimiento de tener el fin de la legislatura asegurado. No fue capaz de anticipar la ola de indignaci¨®n que provocar¨ªa el veredicto de la Audiencia Nacional, que conden¨® a excargos de PP por corrupci¨®n. La derrota era ineluctable, aseguran los comentaristas de las cabeceras m¨¢s destacadas tras la adopci¨®n de la moci¨®n de censura que pone fin a siete a?os de Gobierno del PP y propulsa al "moderado pero ambicioso" (BBC) l¨ªder del PSOE, Pedro S¨¢nchez, a la presidencia del Ejecutivo.
Pese al car¨¢cter "ineluctable" de lo ocurrido ¡ªla mayor¨ªa destaca la magnitud de la corrupci¨®n que afecta al PP calific¨¢ndola de "tentacular"¡ª la prensa internacional muestra escepticismo en cuanto a la viabilidad de una coalici¨®n "tan heterog¨¦nea" como la que hizo posible la victoria de S¨¢nchez. Adem¨¢s, temen que este cambio afecte la estabilidad europea, ya gravemente debilitada por la formaci¨®n de un Ejecutivo euroesc¨¦ptico y populista en Italia y por la amenaza de Trump de una guerra comercial contra la UE.
"Pedro S¨¢nchez ha hecho historia al convertirse en el primer pol¨ªtico espa?ol en conseguir acceder a la presidencia con una moci¨®n de censura", escribe Sam Jones, el corresponsal de The Guardian. Seg¨²n el periodista, la victoria de S¨¢nchez es "extraordinaria" por dos razones: el exprofesor de Econom¨ªa no solo ya no es diputado sino que adem¨¢s su logro se produce tan solo dos a?os despu¨¦s de haber sido "defenestrado sin miramientos" como l¨ªder del partido tras su rechazo de facilitar el retorno de Rajoy al poder y dos elecciones fallidas. El periodista, que tambi¨¦n destaca la carrera universitaria de S¨¢nchez, su paso por el Parlamento Europeo y su participaci¨®n en una misi¨®n de la ONU en Bosnia, advierte de que su mandato ser¨¢ "turbulento", ya que tendr¨¢ "dificultades para satisfacer la mir¨ªada de demandas muy diferentes de los partidos que respaldaron su moci¨®n". El nuevo presidente tendr¨¢ que lidiar con la peor crisis pol¨ªtica que golpe¨® a Espa?a desde que volvi¨® a la democracia: el secesionismo catal¨¢n. Y no ser¨¢ tarea f¨¢cil, estima.
Una visi¨®n respaldada por Bernard Guetta, editorialista de la radio p¨²blica France Inter, cuya columna lamenta que la ¨²nica cosa que ha sido capaz de reunir a partidos tan diferentes es la indignaci¨®n provocada por la sentencia de la Audiencia Nacional. "Aunque la moci¨®n est¨¦ m¨¢s que justificada, abre un periodo de incertidumbre que el PSOE, anhelante por ganar popularidad, intentar¨¢ aprovechar para tomar medidas sociales, la mayor¨ªa necesarias, antes que nuevas elecciones vuelvan a dise?ar el tablero pol¨ªtico", pronostica. "?Har¨¢ S¨¢nchez un Gobierno monocolor o aceptar¨¢ una coalici¨®n con Podemos como le pidi¨® Pablo Iglesias?", se pregunta por otro lado el corresponsal de La Repubblica, Omero Ciai, particularmente esc¨¦ptico sobre la "duraci¨®n" del nuevo Gobierno.
Para Raphael Minder, corresponsal de The New York Times, "la ca¨ªda en desgracia de Rajoy, uno de los presidentes que m¨¢s tiempo ha durado al mando de un pa¨ªs europeo, pondr¨¢ nuevamente a prueba la estabilidad europea despu¨¦s de una semana de turbulenta pol¨ªtica italiana que caus¨® revuelos en los mercados". Seg¨²n Minder, lo que comparten ambos pa¨ªses son sistemas pol¨ªticos que han sido fracturados por la llegada de nuevos partidos, "por los efectos de la crisis econ¨®mica y por el desencanto de los ciudadanos con las fuerzas que han dominado la pol¨ªtica en las ¨²ltimas d¨¦cadas".
La victoria de la moci¨®n de censura es, seg¨²n el escritor Jordi Bonells, en una tribuna en Le Monde, la consecuencia directa de un proceso de "deconstrucci¨®n" del espacio pol¨ªtico tradicional espa?ol debido a la "mediocridad de sus dirigentes". El Estado, que construyeron pocas formaciones altern¨¢ndose en el poder durante 40 a?os, est¨¢, seg¨²n ¨¦l, al borde de la implosi¨®n. Espa?a se enfrenta a un d¨¦ficit creciente de lo pol¨ªtico, con un peligroso desplazamiento hac¨ªa lo judicial en la resoluci¨®n de conflictos; una justicia que se debate entre la sumisi¨®n al poder y el sentimiento de omnipotencia; una reducci¨®n de las libertades en el espacio p¨²blico; un parlamentarismo reducido a su m¨ªnima expresi¨®n y una gangrena institucional debida a la corrupci¨®n". En este contexto, no es "nada anormal que Ciudadanos y Podemos tengan seguidores", estima el experto en nacionalismo espa?ol.
El autor a?ade una segunda causa: el papel de la monarqu¨ªa en los ¨²ltimos a?os. Mientras el rey Juan Carlos, que al no haber conseguido "ser ejemplar", "encarna a ¨¦l solo las contradicciones de un pa¨ªs que no es mon¨¢rquico pero que acept¨® a la monarqu¨ªa en 1978 porque era la mejor manera de garantizar la estabilidad pol¨ªtica tras 40 a?os de dictadura", su sucesor, Felipe VI, "por sus tomas de posiciones, su tono, apareci¨® a ojos de muchos ciudadanos (y no solo catalanes o catalanistas) no como un garante sino como un partidario".
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