Un Gobierno inviable
La moci¨®n desalojar¨¢ a Rajoy, pero no generar¨¢ m¨¢s estabilidad pol¨ªtica
La resistencia de Mariano Rajoy a dimitir ¡ªa¨²n queda formalmente tiempo para que lo haga y apelamos enf¨¢ticamente a su responsabilidad para que responda en ese sentido¡ª ha dejado al Congreso de los Diputados atrapado entre dos tiempos y requerimientos dif¨ªciles de conciliar entre s¨ª.
Editoriales anteriores
Por un lado, un indiscutible imperativo ¨¦tico obliga a desalojar al presidente de La?Moncloa ¡ªque se despide insultando al Parlamento y a los votantes con su ausencia en la sesi¨®n vespertina y abrir un nuevo tiempo que dignifique la pol¨ªtica y las instituciones democr¨¢ticas lejos de la corrupci¨®n generalizada del PP. Por otro, si la C¨¢mara censura con ¨¦xito al Gobierno, el tiempo de la urgencia ¨¦tica deber¨¢ dar paso al tiempo normal de la pol¨ªtica bajo otro Gobierno, que deber¨ªa contar con un programa y apoyos parlamentarios que proporcionen estabilidad pol¨ªtica y econ¨®mica en un momento especialmente delicado. Desafortunadamente, no va a ser as¨ª.
El rechazo de uno a dimitir y del otro a ir a las urnas es un elemento adicional a la crisis
Como se constat¨® este jueves en el hemiciclo, ni el presidente del Gobierno puede continuar ni el l¨ªder de la oposici¨®n tiene la capacidad pol¨ªtica de liderar un Ejecutivo estable y coherente. La gobernabilidad de Espa?a est¨¢ a punto de pasar de las manos de un l¨ªder, Mariano Rajoy, culpable de esta crisis institucional por su incapacidad para afrontar su responsabilidad pol¨ªtica, a otro, Pedro S¨¢nchez, que rechaza acudir a la ciudadan¨ªa para obtener un mandato claro para seguir adelante. Con su rechazo a convocar a las urnas para solventar esta grave crisis, los l¨ªderes de los dos partidos que han gobernado la democracia muestran que no tienen confianza en s¨ª mismos ni en sus votantes para que renueven el apoyo que en otros tiempos les dieron. El rechazo de uno a dimitir tras haber perdido la mayor¨ªa y del otro a ir a las urnas para tener una mayor¨ªa estable se convierte as¨ª en un elemento adicional de la crisis del sistema democr¨¢tico en el que la pol¨ªtica se ha instalado desde 2015. Con su proceder, tanto uno como otro pretenden evitar el castigo de sus votantes en las urnas, aunque cabe preguntarse si a la larga no lo agravar¨¢n. Esto es lo m¨¢s probable.
Asistimos, en realidad, al duelo entre dos pol¨ªticos sin futuro; al ¨²ltimo impulso, quiz¨¢, de dos dirigentes de dos partidos que se agarran desesperadamente entre s¨ª ante el viento que los arrastra. Uno y otro parec¨ªan calcular si es mejor o peor apurar unos cuantos meses en La Moncloa para pilotar as¨ª en mejores condiciones las pr¨®ximas elecciones. Entendemos que, no importa cu¨¢l de los dos pilote, ambos conducen la nave hacia un destino fatal. En ning¨²n momento en el duelo S¨¢nchez-Rajoy parec¨ªa adivinarse la menor preocupaci¨®n por los intereses ciudadanos.
Intentar gobernar con unos apoyos contraproducentes es una imprudencia
Mucho nos tememos que la crisis del sistema, ya grave, se agudizar¨¢ si S¨¢nchez logra su empe?o de instalarse y permanecer en el Gobierno con el magro apoyo que proporciona un n¨²cleo estable de 84 diputados que solo de forma excepcional ha logrado sumar una mayor¨ªa absoluta para lograr su investidura. Gobernar un pa¨ªs que afronta retos pol¨ªticos, econ¨®micos, sociales y territoriales de indudable calibre con un apoyo tan exiguo sin duda generar¨¢ inestabilidad, y con ello contribuir¨¢ a deteriorar la confianza en las instituciones.
Prueba de la artificialidad e inviabilidad del Gobierno que se propone es el programa que present¨® S¨¢nchez en el Congreso, que incluye la pretensi¨®n de gobernar con los Presupuestos Generales reci¨¦n aprobados por el PP, al que aspira a desalojar, y que fueron motivo de una enmienda a la totalidad de su partido por su car¨¢cter supuestamente antisocial y regresivo. O el empe?o en sacar adelante una important¨ªsima agenda legislativa en materia econ¨®mica y social desde un Gobierno monocolor que, con 84 diputados, representar¨ªa el 24% de los esca?os de la C¨¢mara.
M¨¢s preocupa si cabe el deseo expresado por el candidato de ¡°tender puentes¡± y ¡°dialogar¡± con las fuerzas independentistas catalanas cuando se sabe que ese di¨¢logo ¡ªcomo dej¨® muy claro Tard¨¤ y ratific¨® despu¨¦s Iglesias¡ª solo puede versar sobre el c¨®mo y el cu¨¢ndo se celebrar¨¢ una consulta sobre la independencia de Catalu?a. Hay que recordar que el bloque constitucional formado por el PP, el PSOE y Ciudadanos que ha gestionado la respuesta a la crisis catalana y la aplicaci¨®n del art¨ªculo 155 ha contado con 254 esca?os, esto es el 72% de la C¨¢mara. Sin embargo, con sus 84 esca?os, el PSOE ser¨¢ minoritario en la coalici¨®n de 180 diputados con la que pretende gobernar, pues todos los partidos que le apoyan (Unidos Podemos, Bildu, ERC, PDeCAT y PNV) son partidarios, de una forma o de otra, del derecho a decidir, eufemismo de un derecho a la autodeterminaci¨®n que no cabe en la Constituci¨®n. ?Puede aspirar S¨¢nchez a gestionar la crisis catalana siendo minor¨ªa dentro de su propia coalici¨®n parlamentaria y siendo minor¨ªa dentro del bloque constitucional? Dif¨ªcilmente.
Desalojar a Rajoy, insistimos, es un imperativo. Intentar gobernar sin apoyos o, peor, con unos apoyos contraproducentes, una imprudencia. Tal y como hemos sostenido, en aras de evitar la inestabilidad y la deslegitimaci¨®n del sistema democr¨¢tico, apelamos a una pronta convocatoria a las urnas en fecha pactada por todos los grupos parlamentarios que quieran garantizar la estabilidad y la gobernabilidad y que piensen que la soluci¨®n m¨¢s eficaz y m¨¢s democr¨¢tica es dar la voz a los ciudadanos.
?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.