As¨ª se est¨¢ fabricando a la primera estrella pop espa?ola de la era ¡®millennial¡¯
La industria musical tiene una oportunidad de oro: construir una figura global que lo tiene todo para triunfar. Por supuesto, hablamos de Aitana, de 'OT'
Durante un momento de la charla con Aitana Oca?a (Sant Climent de Llobregat, 1999), la m¨²sica de fondo se detiene en el estudio de fotograf¨ªa. Alguien tiene la deferencia de apagar el reproductor al pensar que molesta durante la grabaci¨®n de esta conversaci¨®n. Aitana detiene tambi¨¦n su discurso ¨Cr¨¢pido y a la vez dubitativo, propio de alguien rabiosamente joven que a menudo vuelve sobre sus palabras porque acaba de aprender algo que no sab¨ªa hace diez segundos¨C de golpe. ¡°?Qu¨¦ silencio!¡±, exclama. Se dir¨ªa que a Aitana le extra?a vivir en un mundo donde no suena la m¨²sica. Y cuando alguien la quita, roba tambi¨¦n su hilo de conversaci¨®n.
Es comprensible: cuando mantenemos este encuentro acaba de aterrizar en Madrid tras casi tres semanas en Los ?ngeles grabando partes de lo que ser¨¢ su primer ¨¢lbum junto al productor Sebastian Krys, que ha trabajado con Shakira, Ricky Martin o Luis Fonsi. Ha quedado segunda en la ¨²ltima edici¨®n de Operaci¨®n Triunfo, pero es para muchos la gran promesa de su promoci¨®n. De hecho, su canci¨®n, Lo malo, junto a su compa?era de concurso Ana Guerra, no es solo el gran ¨¦xito salido del formato, sino uno de los grandes ¨¦xitos en espa?ol del a?o. Aitana es la nueva oportunidad para la industria musical espa?ola de crear eso que desde hace lustros se le resiste: una artista pop redonda.
¡°?Tengo la regla! ?Es sangre! ?Estoy viva! Me da mucha rabia que haya anuncios de compresas en los que la sangre es azul. ?La sangre es roja!"
Si Aitana tiene papeletas es porque, como el pop en s¨ª mismo, parece que nada pesa en ella, que no hay intenci¨®n de trascender m¨¢s all¨¢ de lo necesario ni tiene un legado pl¨²mbeo que respetar: es solo una joven con enorme presencia esc¨¦nica, un f¨ªsico con millones de posibilidades (para muestra, estas im¨¢genes), un encanto que desarmar¨ªa hasta al m¨¢s c¨ªnico y una gran voz. ¡°?La mejor canci¨®n de la historia?¡±, musita. ¡°S¨¦ que deber¨ªa responder a esta pregunta con un cl¨¢sico, con una canci¨®n enorme de Michael Jackson, pero yo soy m¨¢s sencilla, m¨¢s de ahora¡¡±.
Enfrentarse a Aitana es enfrentarse al choque generacional definitivo, ver en carne y hueso ese machacado y difuso concepto de millennial. En su discurso hay mucha juventud (durante nuestra charla repite el prefijo ¡°s¨²per¡± ocho veces, el adjetivo ¡°guai¡° nueve y solamente pronuncia un ¡°joder¡±), pero tambi¨¦n unas ganas enormes de extender la mirada m¨¢s all¨¢ de la soberbia que se le presupone a cualquier postadolescente.
Aqu¨ª va un ejemplo, cuando habla de normalizar la regla: ¡°Interrump¨ª una rueda de prensa diciendo que ten¨ªa que ir a cambiarme, que estaba con la regla, y a mucha gente le molest¨®. Puedo llegar a entenderlo, pero el problema es que la regla sea todav¨ªa un tab¨². Si yo tengo que naturalizarlo, pues lo hago. ?Tengo la regla! ?Es sangre! ?Estoy viva! Me da mucha rabia que haya anuncios de compresas en los que la sangre es azul. ?La sangre es roja! Si tengo que decir que me voy a cambiar porque tengo la regla, lo digo. La vivo una vez al mes, cinco d¨ªas seguidos, y es dolorosa. La tenemos todas¡±.
Y aqu¨ª va otro ejemplo, este cuando piensa de nuevo en esta ¨²ltima frase y se apresura a a?adir una nota al pie. ¡°Bueno, todas no, que he le¨ªdo que hay mujeres que no tienen la regla. Y hay hombres transexuales que s¨ª la tienen. Me tengo que informar, que hay gente que se puede sentir apartada cuando dices algo. No quiero dejar fuera a nadie. Me gusta enterarme de las cosas y no ir de lista. Por eso a veces prefiero callarme. ?Y cu¨¢l era la pregunta, por cierto?¡±.
La gran pregunta a¨²n no respondida es qu¨¦ mezcla alqu¨ªmica convirti¨® la ¨²ltima edici¨®n de Operaci¨®n Triunfo en un fen¨®meno tan grande. El programa fue un triunfo para una RTVE en horas bajas y el reflejo de lo que la televisi¨®n ser¨¢ en el futuro (una audiencia exigua ante la pantalla del televisor, pero masiva en las redes). Pero, sobre todo, fue un revulsivo para la imagen de la juventud espa?ola que se refleja en los medios: estos j¨®venes deslenguados, con conciencia social, sin complejos, fluidos en idiomas y con un discurso ultramoderno sobre g¨¦nero y sexualidad ya exist¨ªan, pero no los hab¨ªamos visto por televisi¨®n. Y menos, en la p¨²blica.
¡°Durante las sesiones de creaci¨®n de mi disco el compositor quer¨ªa saber cosas de mi vida, que le explicase de qu¨¦ quer¨ªa hablar en mis canciones¡±, rememora Aitana. ¡°Le cont¨¦ que mi vida hab¨ªa cambiado mucho y quer¨ªa cantar temas sobre mujeres que est¨¢n bien solas, que hacen cosas por s¨ª mismas. Es necesario tener un micro para contar estas cosas. No quise cantar ninguna canci¨®n en la que yo me posicionase como la d¨¦bil¡±.
Aitana no parece d¨¦bil dada la calma con la que afronta la que se le ha venido encima. Es decir: la fama inmediata, las hordas de fans y el inter¨¦s de la prensa por su vida privada. Su primer concierto lo dio en el Palau Sant Jordi. Y tuvo que cambiar de m¨®vil porque durante el concurso su n¨²mero de tel¨¦fono se filtr¨® en Internet, sus fans escribieron y llamaron en masa y su viejo iPhone, literalmente, revent¨®. ¡°Cuando abr¨ª el m¨®vil no funcionaba nada, estaba bloqueado. Me compr¨¦ uno nuevo con mis ahorros. Me hace gracia cuando alguna amiga me dice: ¡®?Ahora eres rica!¡¯. ?Qu¨¦ me est¨¢s contando? Trabajo como cualquier persona y me llegan ingresos. La fama puede volverte un poco loca, pero en el buen sentido. Es raro que de repente todo el mundo te quiera. Tambi¨¦n debes tener claro que si gustas a la gente en un programa como Operaci¨®n Triunfo es por tu forma de ser: si de repente cambias por la fama, todo deja de tener sentido¡±.
Repasemos algunas diferencias de la nueva vida de Aitana con la anterior: echa de menos ver a sus amigos de Barcelona, estudiar (iba a empezar dise?o de moda, interiores, gr¨¢fico y visual, pero el comienzo del programa solo le permiti¨® ir un d¨ªa a clase), ahora algunos reporteros la persiguen en las estaciones de tren para preguntarle por sus relaciones amorosas (¡°entono un mea culpa por eso, yo dentro del programa hablaba mucho de mi vida personal¡±) y recibe ropa gratis. ¡°?Justo ahora que puedo permitirme comprarme ropa me la regalan! Bueno, supongo que el mundo funciona as¨ª¡±.
Es l¨®gico que Aitana se haya convertido en un caramelo para las marcas: es la concursante de este programa que tiene m¨¢s seguidores en las redes, m¨¢s de un mill¨®n. ¡°Es flipante. Esa cifra es muy grande, no soy consciente de la gente que hay al otro lado. No solo d¨¢ndole al ¡®me gusta¡¯, sino viendo lo que publico. A veces no me gusta pensarlo mucho porque me da miedo la repercusi¨®n que podr¨ªa tener si hago esto o lo otro, si hiero alguna sensibilidad¡¡±. ?Acaso hay algo en Aitana que a sus fans le decepcionar¨ªa saber? ¡°Yo la cago mucho¡±, aclara. ¡°Soy tan real que a veces la cago, pero creo que en eso no decepcionar¨ªa, al rev¨¦s, hace que la gente se identifique conmigo. Cuando ve¨ªa a actores o cantantes perfectos yo pensaba: ¡®Qu¨¦ guay, pero, joder, son muy perfectos¡±. Y acto seguido a?ade: ¡°Perdona, me voy a quitar el chicle mientras hablo contigo¡±. Y lo hace.
Ha vuelto de Los ?ngeles con bastantes canciones compuestas por ella misma bajo el brazo y conf¨ªa en que unas cuantas pasen el corte para entrar en su primer disco. Pero en todo caso tambi¨¦n aclara que ella no es de esperar grandes cosas. ¡°Soy muy pesimista. Si me voy de viaje pienso que voy a perder las maletas. Aunque a la vez soy muy alegre, as¨ª que el resultado es extra?o. Tampoco me desagrada ser as¨ª, es muy pr¨¢ctico¡±. Entonces, ?qu¨¦ cambiar¨ªa de s¨ª misma? Vuelve a pensar en silencio unos segundos y a continuaci¨®n musita: ¡°Oye, no pienses que por tardar tanto en responder estoy pensando que soy perfecta, ?eh? Para nada¡±. Ah¨ª, por primera vez, discrepamos.
En todo el reportaje. Maquillaje y peluquer¨ªa: Kley Kafe (Esther Almansa) para Yves Saint Laurent Beaut¨¦. Asistente de fotograf¨ªa: Santiago Beliz¨®n. Estilista personal de Aitana: Freddy Alonso.
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