Suced¨¢neos

La identidad es una construcci¨®n que se levanta a lo largo del tiempo. Significa que venimos al mundo desidentitados, que no es lo mismo que indocumentados. La documentaci¨®n se consigue haciendo cola frente a una ventanilla. Pero el DNI, pese a su nombre, apenas proporciona identidad. Con el DNI puedes moverte por la Europa comunitaria, pero no sirve para viajar por el interior de uno mismo. Cuando Trump se mira en el espejo, se reconoce como alguien distinto de los otros. Muy distinto, para ser exactos, porque la presidencia de los EE UU proporciona cantidades ingentes de identidad. De ah¨ª que se le salga por las costuras. Trump va del dormitorio a la cocina y deja todo el pasillo manchado de identidad porque la pierde, pierde identidad, lo que constituye un modo de marcar territorio.

Hay muchos casos de identidades excesivas, tanto en el plano individual como en el colectivo. La historia de las guerras es en cierto modo la historia de las identidades. Todo el mundo quiere que los dem¨¢s sean como uno. Marilyn Monroe dec¨ªa que los hombres se enamoraban de ella por su car¨¢cter (por su identidad), pero que luego intentaban cambiarla. El sue?o de cualquier hijo de vecino es levantarse un d¨ªa y comprobar que la humanidad entera se ha convertido en ¨¦l. Esto sucede cuando te dan la raz¨®n en casa, en el trabajo y en el telediario. Cuanto menos gente te d¨¦ la raz¨®n, mayor ser¨¢ tu agujero identitario. A partir de ciertas edades, ese agujero insaciable resulta dif¨ªcil de tapar, aunque se puede rellenar con suced¨¢neos. El patriotismo exacerbado es uno de ellos. El dinero tambi¨¦n. El dinero proporciona mucha identidad, pero resulta dif¨ªcil de obtener, es caro. El patriotismo, sin embargo, sale completamente gratis.