Adi¨®s a Anthony Bourdain, el chef m¨¢s punki, viajero y televisivo

El famoso chef y estrella de la televisi¨®n estadounidense Anthony Bourdain (Nueva York, 1956), el escritor y comunicador gastron¨®mico m¨¢s punki, viajero y televisivo, ha sido hallado muerto en una habitaci¨®n de un hotel en Estrasburgo. Seg¨²n inform¨® CNN, la cadena para la que rodaba su serie Parts Unknown, se trata de un suicidio.

"Con enorme tristeza, podemos confirmar la muerte de nuestro amigo y colega, Anthony Bourdain", ha declarado la CNN en un comunicado emitido este viernes. "Su amor por la aventura, los nuevos amigos y la buena comida y bebida y sus historias extraordinarias sobre el mundo lo convirtieron en un narrador ¨²nico. Su talento nunca ha dejado de sorprendernos. Le extra?aremos mucho. Nuestros pensamientos y oraciones est¨¢n con su hija y familia en este momento incre¨ªblemente dif¨ªcil¡±, a?ade la cadena.

En el rodaje en Francia, participaba el colega y amigo de Bourdain, Eric Ripert, quien encontr¨® el cuerpo sin vida del autor, que el pr¨®ximo 25 de junio hubiera cumplido 62 a?os. Bourdain y Ripert andaban por Francia en una producci¨®n televisiva. Juntos exploraban por el mundo sitios y lugares, compartiendo en la mesa mordiscos y opiniones vitri¨®licas.

El hombre que destap¨® y ense?¨® las miserias de los restaurantes en libros ca¨²sticos como Memorias de un chef o Malos tragos (editados en Espa?a por RBA) y que no ahorraba tacos en sus apariciones televisivas, ha fallecido de una forma triste y lamentable, seg¨²n sus muchos amigos en la profesi¨®n. ¡°Era una gran persona¡±, resalta Albert Adri¨¤, que coincidi¨® con Bourdain en numerosos viajes, como la expedici¨®n culinaria Cook it Raw, en el lado salvaje de la cocina que tanto le gustaba al chef neoyorquino.

C¨¢ustico pero sensible, ¨²ltimamente se quejaba de su vor¨¢gine viajera, 250 d¨ªas al a?o fuera de casa. Esto le creaba vac¨ªos emocionales, invisibles ante los espectadores que segu¨ªan sus entusiastas rodajes, pero no para los amigos y colegas que compart¨ªan momentos con ¨¦l. ¡°La ¨²ltima vez que nos vimos me coment¨® que quer¨ªa dejar este ritmo¡±, recuerda Adri¨¤, cuyo restaurante Enigma grab¨® para su documental Parts Unknown y donde cen¨® con Ferran Adri¨¤, chef al que profesaba gran admiraci¨®n y con quien sabore¨® un suquet en Roses, en el entorno bulliniano. Fue el pasado a?o, en una de sus ¨²ltimas visitas a Espa?a. Catalu?a y el Pa¨ªs Vasco eran territorios queridos para Bourdain.

Y no solo visitaba restaurantes de alta gama. Le gustaba recorrer tabernas, mercados, sitios ¡°secretos y desconocidos¡±, como proclamaba en el t¨ªtulo de su serie m¨¢s reciente y ahora inacabada.

A lo largo de varias d¨¦cadas, cientos de horas de filmaci¨®n, tanto en Parts Unknown (CNN) como en No Reservations (Travel Channel, canal que dej¨® en 2012), han dado fe de su esfuerzo por mostrar lo nunca visto, por huir de lo obvio, por contar las tripas del negocio gastron¨®mico y del trabajo de sus protagonistas. Ese af¨¢n por exhibir la otra cara del publicitado glamour culinario le granje¨® numerosos premios. Su carisma le abr¨ªa puertas en los lugares en los que aterrizaba con su radar para las comidas extraordinarias y su falta de escr¨²pulos a la hora de rese?ar lo negativo.

No obstante, tras m¨¢s de 30 a?os en la brecha, ?Sufr¨ªa Anthony Bourdain una depresi¨®n, estaba agotado y agobiado por el estr¨¦s de las grabaciones internacionales, del jet lag? Las inc¨®gnitas abundan, aunque el asunto del bajo estado de ¨¢nimo del comunicador lo han dejado entrever en las redes sociales sus amigos, como el chef Ren¨¦ Redzepi.

El ni?o terrible de la gastronom¨ªa estadounidense hac¨ªa tiempo que dej¨® sus vicios de alcohol y drogas, ampliamente relatados en sus libros e incluso en un c¨®mic, En crudo, con ilustraciones tipo manga y ecos de su querido Jap¨®n. En 2007, cuando naci¨® su hija Ariane (nacida de su segundo matrimonio), abandon¨® el tabaco. Y en los ¨²ltimos tiempos se le ve¨ªa lozano, luciendo tatuajes y cuerpo musculado junto a su joven novia Asia Argento. Bourdain era un asiduo practicante de artes marciales, especialmente jiu-jitsu, y aunque su apetito curioso no le frenaba de probar v¨ªsceras, bichos y rarezas culinarias, intentaba mantener una dieta coherente y saludable

"Ten¨¦is una suerte de la hostia de vivir aqu¨ª", dijo Bourdain al auditorio del congreso San Sebasti¨¢n Gastronomika en 2010. Y a Juan Mari Arzak le confes¨®: "Si me muero, el ¨²ltimo bocado me gustar¨ªa tomarlo en tu restaurante". No se ha cumplido el deseo del vehemente y deslenguado ex chef.