Ceguera popular
En un escenario borroso y vol¨¢til, conviene marcar perfil y anclar tus promesas electorales en unas coordenadas ideol¨®gicas
En el reino de los pol¨ªticos tuertos, gobernaba el ciego. Y es que, hist¨®ricamente, el PP no ha necesitado una visi¨®n ideol¨®gica para ganar las elecciones. Rajoy lleg¨® al poder no a pesar de, sino gracias a carecer de unos principios program¨¢ticos claros. Una estrategia exitosa en un entorno bipartidista, pero peligrosa en uno multipartidista.
Desde sus inicios, el PP se ha especializado en lo que los fil¨®sofos llamar¨ªan ¡°v¨ªa negativa¡±. Los populares no se han definido por sus propuestas, sino por su oposici¨®n a las iniciativas socialistas. En materia econ¨®mica, derechos civiles o pol¨ªticas sociales, el PP se vend¨ªa como el prudente Dr. Jekyll frente al impulsivo Mr. Hyde socialista. Y con esto le bastaba.
Pero la v¨ªa negativa es insuficiente en sistemas pol¨ªticos fragmentados. En un escenario borroso y vol¨¢til, conviene marcar perfil y anclar tus promesas electorales en unas coordenadas ideol¨®gicas. No es extra?o pues que, en otras democracias europeas, tanto los l¨ªderes conservadores como las voces m¨¢s destacadas de sus formaciones se lancen al debate p¨²blico. Escriben columnas, ensayos, y dan conferencias donde no hablan de la coyuntura pol¨ªtica, sino de la estructura ideol¨®gica de su partido: desregulaci¨®n de los mercados, libertad de elecci¨®n de los usuarios de los servicios p¨²blicos, respeto a los valores tradicionales, etc¨¦tera. Ofrecen pistas sobre c¨®mo, una vez en el Gobierno, resolver¨¢n los dilemas inherentes a una gobernanza moderna. Por ejemplo, entre abrir las fronteras y, al tiempo, mantener la cohesi¨®n social.
La anomal¨ªa es el PP. Con contadas excepciones, los dirigentes populares evitan mostrar sus convicciones. No participan en los foros de discusi¨®n sobre qu¨¦ valores deben inspirar las pol¨ªticas p¨²blicas. Apenas escriben art¨ªculos de opini¨®n. Y se ci?en a argumentarios superficiales y retah¨ªlas de datos macroecon¨®micos sin chicha ideol¨®gica. Pero el futuro del PP no depende de los n¨²meros. Ni de los nombres.
Soraya, Alberto, Ana y dem¨¢s candidatos a la sucesi¨®n del PP, ten¨¦is que elaborar un discurso ideol¨®gico propio. Ahora no vencer¨¦is si no convenc¨¦is. @VictorLapuente
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