Esperpento espa?ol en Rusia
La destituci¨®n de Julen Lopetegui crea estupor e intranquilidad en los jugadores y en la afici¨®n
La selecci¨®n espa?ola ha empezado con mal pie el Mundial de f¨²tbol que se inaugura hoy en Rusia. La Federaci¨®n destituy¨® ayer de manera fulminante al seleccionador, Julen Lopetegui, despu¨¦s de que se conociera, tres semanas despu¨¦s de haber renovado su contrato con la Federaci¨®n hasta 2020, que ha sido fichado por el Real Madrid. Independientemente de lo inoportuno de este anuncio, el abrupto relevo ha creado estupor e intranquilidad en los jugadores y en la afici¨®n, y ha proyectado una imagen esperp¨¦ntica de la delegaci¨®n espa?ola. Una empresa privada tiene legitimidad para contratar a quien quiera y cuando quiera. Los desaf¨ªos de la selecci¨®n, sin embargo, eran de sobra conocidos; La Roja despierta enormes expectativas e ilusi¨®n entre sus seguidores. Algo no se ha gestionado bien para que el sorprendente anuncio de que Lopetegui vaya a entrenar al Madrid pueda desestabilizar al equipo y comprometer sus resultados en una cita que, antes que motivo de preocupaci¨®n, es una oportunidad de celebraci¨®n, fiesta y entretenimiento.
El comienzo hoy en Rusia del gran espect¨¢culo del f¨²tbol es un acontecimiento deportivo que Putin ha convertido en un fabuloso escaparate para proyectar su imagen. Un pa¨ªs que no respeta los derechos humanos, que coarta la libertad de expresi¨®n y persigue a los homosexuales, que ha sido expulsado del G8 por la anexi¨®n de Crimea, lucir¨¢ una cara muy distinta.
Para cualquier pa¨ªs, la organizaci¨®n de un Mundial es una excelente plataforma propagand¨ªstica. M¨¢s de 3.000 millones de telespectadores estar¨¢n pendientes de un evento que desata pasiones. Ajenos a los conflictos pol¨ªticos o a los intereses geoestrat¨¦gicos, aficionados de todo el planeta centrar¨¢n su mirada exclusivamente en lo que ocurra en el terreno del juego. Los hinchas quieren, por encima de todo, disfrutar del juego.
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