Discriminaci¨®n racial en Oxford y Cambridge

La legendaria Universidad de Oxford, uno de los campus m¨¢s prestigiosos del mundo, no es precisamente un ejemplo de diversidad racial. Algunas de sus facultades y escuelas m¨¢s veneradas apenas han aceptado alumnos negros en los ¨²ltimos a?os. Las estad¨ªsticas difundidas hace pocos d¨ªas han desatado duras cr¨ªticas en la comunidad educativa y causado impacto en el ¨¢mbito pol¨ªtico. El diputado laborista David Lammy, de raza negra, ha sido taxativo: Oxford sigue siendo un basti¨®n de privilegios de blancos, ricos, de clase alta y procedentes del sur de Inglaterra. Ante este panorama ha exigido explicaciones para saber por qu¨¦ los blancos tienen el doble de probabilidades que los negros de entrar en la instituci¨®n.

No muy distinta es la situaci¨®n de Cambridge, otro emblema universitario brit¨¢nico. En seis de los 29 colegios adscritos al campus no hubo ning¨²n alumno negro o mestizo de nuevo ingreso entre 2012 y 2016. El famoso e hist¨®rico St Edmund¡¯s no aprob¨® ninguna de las 31 solicitudes presentadas por estudiantes de estas minor¨ªas en Reino Unido. Esta especie de apartheid universitario ha concitado todo tipo de condenas. Un centenar de parlamentarios brit¨¢nicos solicit¨® a ambos campus que adoptaran medidas para mejorar el acceso de los estudiantes menos favorecidos por su situaci¨®n social, econ¨®mica o ¨¦tnica. Muchos alumnos con talento son marginados del sistema por culpa de una invisible discriminaci¨®n. Las dos Universidades m¨¢s selectas y elitistas de Reino Unido, que criban al alumnado por el expediente acad¨¦mico y pruebas subjetivas, no reflejan en absoluto la diversidad del pa¨ªs.

Utilizar las calificaciones de los estudios de secundaria como el principal baremo para acceder a los campus no siempre es lo m¨¢s justo. Hay un sinf¨ªn de coyunturas, variables y circunstancias que condicionan el rendimiento acad¨¦mico. Lo recordaba recientemente el nieto de Francisco Tom¨¢s y Valiente, profesor y jurista asesinado por ETA en su despacho de la Facultad de Derecho de la Universidad Aut¨®noma de Madrid en 1996. Francisco Tom¨¢s y Valiente, de 19 a?os, dijo al recoger el Premio Extraordinario por su brillante expediente en Bachillerato que la calidad educativa no puede reducirse a la excelencia acad¨¦mica, sino que tambi¨¦n debe contemplar la equidad. Y explic¨®: ¡°La prioridad no podemos ser aquellos que obtenemos resultados considerados como excelentes. La prioridad tienen que ser aquellos que tienen m¨¢s dificultades¡±.

El sistema educativo, independientemente de que se trate de modestos institutos espa?oles o de acreditadas Universidades brit¨¢nicas, no debe tener solo en cuenta a aquellos alumnos con ¨®ptimos resultados sino tambi¨¦n, como apunt¨® Tom¨¢s y Valiente, a los que consiguen progresar desde circunstancias menos ventajosas, en ocasiones con problemas familiares, aprietos econ¨®micos o dificultades de aprendizaje.

Pese a que el derecho a la educaci¨®n es universal, la Unesco recuerda que la equidad implica ense?ar de acuerdo con las diferencias y necesidades individuales, sin que las condiciones econ¨®micas, demogr¨¢ficas, geogr¨¢ficas, religiosas, ¨¦tnicas o de g¨¦nero supongan un obst¨¢culo para el aprendizaje.