Susie Goodall, la regatista que quiere dar la vuelta al mundo en velero sin GPS ni piloto autom¨¢tico

ME PREGUNTAN a menudo por qu¨¦ lo hago. La respuesta es muy sencilla: ¡®Porque hay que hacerlo¡±. Susie Goodall, brit¨¢nica de 28 a?os, est¨¢ a punto de emprender la aventura de su vida, dar la vuelta al mundo en solitario, sin escalas y sin gps, en la regata Golden Globe Race, que partir¨¢ el pr¨®ximo 1 de julio de Les Sables d¡¯Olonne (Francia). Ser¨¢ la segunda edici¨®n de esta prueba: la primera la organiz¨® hace 50 a?os el peri¨®dico The Sunday Times y ahora la recupera el aventurero australiano Don McIntyre, un enamorado de esta gesta que pretende darle continuidad con futuras ediciones cada cuatro a?os. Tanto ¨¦l como Goodall acudieron esta primavera a Bilbao, en el marco del Festival SAIL In, un evento anual de conferencias relacionadas con la vela en la capital vizca¨ªna, donde la regatista, que aprendi¨® a navegar con 11 a?os, explic¨® los motivos de su may¨²sculo reto.

¡°Siempre so?¨¦ con dar la vuelta al mundo en solitario¡±, cuenta Goodall, que con 17 a?os se mud¨® a la isla de Wight, al sur de Southampton. All¨ª se convirti¨® en instructora de vela. M¨¢s adelante, trabaj¨® para la industria de los yates y sigui¨® como profesora de navegaci¨®n tradicional (sin GPS), fundamentalmente en mares al norte, en Groenlandia, Svalbard e Islandia. Con ese background y con una pasi¨®n ilimitada, Goodall se imagin¨® emulando a sir Robin Knox-Johnston, el ganador de la Golden Globe en 1968, el primer hombre en dar la vuelta al mundo a vela en solitario y sin escalas, el ¨²nico de los nueve participantes que consigui¨® llegar a puerto, tras partir de Falmouth (Reino Unido) y emplear 312 d¨ªas en completar su haza?a a bordo del velero Suhaili. ¡°?l es quien lo comenz¨®. Si no fuera por ¨¦l, yo no competir¨ªa en esta carrera¡±.

¡°Seguramente aprender¨¦ mucho
de m¨ª misma, de c¨®mo lidiar con el hecho de estar sola en el mar durante meses¡±

Seg¨²n explica Goodall, la Golden Globe era adem¨¢s la ¨²nica competici¨®n viable econ¨®micamente para alguien como ella. ¡°Miraba pruebas como la Vend¨¦e Globe o la Volvo Ocean Race y pensaba c¨®mo podr¨ªa yo participar en algo as¨ª. Pero son regatas demasiado caras. Cuestan millones¡±. El precio por participar en la Golden Globe asciende a unos 150.000 euros, que es el coste de comprar una embarcaci¨®n que cumpla los requisitos y ponerla a punto para el reto, un dinero solo posible en su caso gracias a un patrocinador, que a ella le cost¨® un a?o encontrar (DHL acept¨®, dice Goodall, tras intentarlo con ¡°decenas de empresas¡±).

¡°El Atl¨¢ntico puede ser desafiante, el oc¨¦ano Ant¨¢rtico merece un respeto, as¨ª como el cabo de Hornos. Estoy muy emocionada por dar la vuelta al mundo. No tengo miedo, aunque nunca se sabe qu¨¦ suceder¨¢¡±, reflexiona Goodall, la m¨¢s joven y ¨²nica mujer de entre los 19 participantes. La prueba tratar¨¢ de ser lo m¨¢s fiel posible a la de 1968. Por eso los barcos, adem¨¢s de no contar con gps ni piloto autom¨¢tico, deber¨¢n cumplir una serie de normas de dise?o en cuanto a su tama?o o a?o de construcci¨®n (el de Goodall, el DHL Starlight, es un modelo Rustler 36 de 1980, de 11 metros de eslora). Sin embargo, cuenta Don McIntyre, organizador de la prueba, los elementos de seguridad ser¨¢n los m¨¢ximos. Cada embarcaci¨®n llevar¨¢ un geolocalizador para ser visible, un tel¨¦fono satelital que se utilizar¨¢ una vez por semana, y una caja sellada que contendr¨¢ un gps para utilizarse en caso de extrema emergencia (a riesgo de descalificaci¨®n).

?Es peligrosa esta regata? Good?all no parece verlo as¨ª y tampoco su familia. ¡°Mis padres y mis hermanos son de las pocas personas que me entienden¡±, asegura. ¡°Seguramente aprender¨¦ mucho de m¨ª misma, de c¨®mo lidiar con el hecho de estar sola durante tanto tiempo, sin hablar o ver a nadie. Ese es el mayor reto¡±, reconoce Goodall ahora. Por delante tendr¨¢ aproximadamente 10 meses para surcar los mares y volver, sana y salva, y ¡°por qu¨¦ no ganadora¡±, de la Golden Globe Race 2018.