Mundo opaco
El mejor ant¨ªdoto contra lo encubierto son medios de comunicaci¨®n independientes
A Crimea no la invadi¨® el Ej¨¦rcito ruso. Fueron grupos de civiles armados que en febrero de 2014 insurgieron contra el Gobierno de Ucrania para ¡°independizar¡± su regi¨®n y lograr que fuese anexada a la madre patria rusa. Esta es la versi¨®n de los medios de comunicaci¨®n alineados con el Kremlin. No importa que haya evidencias irrefutables de que los presuntos patriotas que tomaron Crimea por las armas fueron, en realidad, efectivos militares rusos a quienes antes de la invasi¨®n se les orden¨® quitar todas las insignias e identificaciones de sus uniformes, tanques y equipos.
Algo parecido sucede en el mundo de las finanzas. El 40% de las inversiones extranjeras directas que hay en el mundo en realidad no lo son. Cuando una empresa o persona invierte en activos tangibles (m¨¢quinas, edificios, etc¨¦tera) en otro pa¨ªs, est¨¢ haciendo una inversi¨®n extranjera directa. Pero resulta que el 40% de todas estas inversiones en el mundo son, al igual que los ¡°activistas civiles¡± de Crimea, un disfraz. Los economistas Jannick Damgaard y Thomas Elkjaer acaban de publicar los resultados de su investigaci¨®n sobre ¡°inversiones fantasmas¡±. Descubrieron que ¡°un asombroso monto que alcanza a los 12 millones de billones de d¨®lares (en ingl¨¦s, 12 trillones), de inversiones extranjeras directas son completamente artificiales: es dinero que se mueve a trav¨¦s de empresas vac¨ªas que no llevan a cabo ninguna actividad real¡±. Son usadas para esconder fortunas, lavar activos o evitar impuestos. A pesar de los esfuerzos de las autoridades, el funcionamiento del sistema financiero internacional sigue siendo muy opaco. Con la irrupci¨®n de las criptomonedas, Bitcoin, Ethereum y otras, llevar a cabo transacciones financieras an¨®nimamente se ha hecho m¨¢s f¨¢cil que nunca antes.
La proliferaci¨®n de entidades que dicen ser una cosa, pero que en realidad son otra tambi¨¦n viene d¨¢ndose en las organizaciones no gubernamentales (ONG) que presumiblemente tienen fines filantr¨®picos y de ayuda al pr¨®jimo. A veces no son nada de eso. Son veh¨ªculos usados para defender subrepticiamente intereses particulares y causas nada benevolentes. Algunos gobiernos tambi¨¦n las usan para actuar sin ser vistos. Este tipo de organizaciones se llaman ONGOG: Organizaciones No Gubernamentales Organizadas y Controladas por Gobiernos. Un ejemplo de esto es una organizaci¨®n sin fines de lucro llamada Mundo sin Nazismo. Est¨¢ basada en Mosc¨², la dirige un pol¨ªtico vinculado a Vlad¨ªmir Putin y tiene como misi¨®n ¡°la difusi¨®n de la ideolog¨ªa antifascista en los pa¨ªses que formaron parte de la antigua Uni¨®n Sovi¨¦tica¡±. En realidad, es un instrumento de propaganda y apoyo a las iniciativas internacionales del Kremlin.
No hay duda de que el Gobierno de Vlad¨ªmir Putin es un entusiasta y eficaz usuario de las opciones que ofrece el opaco mundo de hoy. ¡°El papa Francisco sorprende al mundo y apoya a Donald Trump para la presidencia de EE?UU¡±. Esta fue una de las ¡°noticias¡± que circul¨® ampliamente en las redes sociales justo antes de los comicios estadounidenses de 2016. Era falsa, por supuesto. Fue uno de los millones de mensajes dirigidos a los votantes y que, seg¨²n las agencias de inteligencia de Estados Unidos, formaron parte de un ataque orquestado desde Mosc¨². En enero de 2017, las agencias americanas anunciaron que pod¨ªan afirmar con seguridad que el Kremlin prefer¨ªa que Donald Trump ganase las elecciones y que el presidente Vlad¨ªmir Putin orden¨® personalmente la ¡°campa?a de influencia¡± dirigida a debilitar a Hillary Clinton y ¡°socavar la confianza de la poblaci¨®n en el proceso democr¨¢tico de Estados Unidos¡±. En noviembre de 2017 el Gobierno de Espa?a tambi¨¦n acus¨® a Rusia de intervenir en la crisis catalana diseminando subrepticiamente informaci¨®n falsa. El Gobierno brit¨¢nico igualmente denunci¨® la interferencia rusa en las elecciones de ese pa¨ªs. Todo muy encubierto.
Naturalmente, el mejor ant¨ªdoto contra el mundo opaco son medios de comunicaci¨®n independientes que operan sin la interferencia de gobiernos, partidos pol¨ªticos, empresas privadas o carteles criminales. Dependemos de ellos para enterarnos de lo que se oculta detr¨¢s de los inocentes disfraces que usan organizaciones e individuos nefastos para la sociedad. Por ello, lo m¨¢s preocupante de estas tendencias a la opacidad es la defenestraci¨®n de la independencia editorial de los medios de comunicaci¨®n que nos alertan de las andanzas y fechor¨ªas de estos malos actores. En Rusia, Hungr¨ªa, Turqu¨ªa, Venezuela, y muchas otras autocracias que intentan parecer democracias, la toma furtiva del control de un peri¨®dico, revista, cadena de radio o televisi¨®n, por ¡°inversionistas privados¡± afines al Gobierno y financiados con dinero p¨²blico es la norma.
El peligro es que este truco tambi¨¦n se haga com¨²n en pa¨ªses que a¨²n tienen democracias que funcionan.
Impedir que proliferen esta y otras pr¨¢cticas que hacen el mundo m¨¢s opaco es una de las luchas m¨¢s importantes y definitorias de nuestro tiempo.
@moisesnaim
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