Correcci¨®n caligr¨¢fica en Colombia
La extorsi¨®n, el secuestro y el narcotr¨¢fico como programa quebraron la cohesi¨®n social y retrasaron la impartici¨®n de justicia distributiva
La sensatez aconsejada por las FARC al presidente electo de Colombia, Iv¨¢n Duque, puede causar perplejidad porque la pide quien la rechaz¨® a sangre y fuego cuando la sociedad de la que se dec¨ªa servidora exig¨ªa a gritos su disoluci¨®n y desarme. Lejos de forzar la transformaci¨®n del Estado, la extorsi¨®n, el secuestro y el narcotr¨¢fico como programa quebraron la cohesi¨®n social y retrasaron la impartici¨®n de justicia distributiva en una naci¨®n con ¨ªndices de pobreza cercanos al 30%.
La prudencia, no obstante, parece el ¨²nico camino viable para consolidar el vulnerable tr¨¢nsito de la guerra a la paz en la cuarta econom¨ªa de Am¨¦rica Latina. Las objeciones del derechista Duque y su mentor ?lvaro Uribe a los acuerdos de paz de La Habana fueron en campa?a casi una enmienda a la totalidad pero, afortunadamente, el presidente electo solo ¡°corregir¨¢¡± el acuerdo sin pulverizar su contenido.
Las FARC prometen no retomar las armas, pero amagan con ¡°un nuevo ciclo de m¨²ltiples violencias¡± si la Administraci¨®n entrante no asume los compromisos adquiridos. Reconvertida en partido con sus siglas de combate ¡ªFuerza Alternativa Revolucionaria del Com¨²n¡ª, la exguerrilla ha sido derrotada en todos los frentes. Rodrigo Londo?o, Timochenko, retir¨® su candidatura a la presidencia despu¨¦s del desastre del partido en las legislativas del 11 de marzo: obtuvo 85.000 votos, el 0,27% del total.
Las advertencias sobre la reanudaci¨®n de un nuevo ciclo de violencia no debieran ser tomadas a beneficio de inventario aunque solo fuera porque la insensatez en la revisi¨®n de los acuerdos de paz pudiera ser aprovechada por reductos armados de las FARC. Mandos intermedios con aproximadamente 1.200 hombres a sus ¨®rdenes y presencia territorial contin¨²an la asociaci¨®n con el narcotr¨¢fico y la industria del secuestro, y campan por libre, seg¨²n la fundaci¨®n Ideas para la Paz, un centro de pensamiento creado en 1999 por empresarios colombianos implicados en la construcci¨®n de una paz duradera.
Las partidas guerrilleras descolgadas act¨²an en las rutas fronterizas de Venezuela y Ecuador y se las considera autoras del asesinato de tres periodistas. Su potencial desestabilizador preocupa porque los cabecillas tienen experiencia en todas las estructuras de funcionamiento de las FARC. Su aparici¨®n, seg¨²n los expertos, tiene l¨®gica: todos los ej¨¦rcitos irregulares est¨¢n integrados por identidades, costumbres e intereses diferentes, susceptibles de divisi¨®n.
La experiencia internacional demuestra que estas facciones tienden a surgir durante las negociaciones de paz, cuando se resquebrajan los objetivos fundacionales de la organizaci¨®n a desmantelar; entonces se desencadenan fen¨®menos de desconfianza, rechazo e incertidumbre, influidos a su vez por factores econ¨®micos, geogr¨¢ficos, pol¨ªticos y sociales. Obviamente, Iv¨¢n Duque y ?lvaro Uribe ponderar¨¢n la amenaza del bandolerismo residual, los avisos de las FARC y los derechos de sus v¨ªctimas, durante la correcci¨®n de los acuerdos de paz.
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