M¨¢s all¨¢ del Aquarius
He aqu¨ª cinco cuestiones y sus respuestas en torno al debate migratorio. Un ejemplo: ?Es la solidaridad una soluci¨®n? S¨ª, pero con cuidado; decir y no hacer puede ser contraproducente
A principio de los a?os noventa, Jaques Attali public¨® Millennium: ganadores y perdedores en el pr¨®ximo orden mundial. El autor consideraba que, en el siglo XXI, los ganadores ser¨ªan ¡°educados n¨®madas asistidos por tecnolog¨ªa port¨¢til¡± y los perdedores, los pa¨ªses pobres y el medioambiente. Advirti¨® de que esto vendr¨ªa acompa?ado de grandes desplazamientos de poblaci¨®n procedentes de pa¨ªses o regiones en situaci¨®n de conflicto o pobreza extrema.
Han pasado 25 a?os y los datos no han dejado de confirmar esa predicci¨®n. A pesar de ello, en lo que se refiere tanto al debate p¨²blico como a la gesti¨®n del fen¨®meno de la migraci¨®n, seguimos en fuera de juego. El objeto de este breve art¨ªculo es intentar trascender el fil¨®n medi¨¢tico de Aquarius y contribuir al debate con cinco ideas que reflejen la gran complejidad del contexto actual, en el que proliferan tanto la b¨²squeda como la justificaci¨®n de atajos a un fen¨®meno que se instala en la agenda de todos como un reto de largo plazo.
1. ?Coyuntural o estructural?
El 19 de septiembre de 2016 los jefes de Estado, reunidos en la Asamblea General de la ONU, debatieron por primera vez la denominada crisis migratoria a escala global. En otras palabras, se reconoc¨ªa p¨²blicamente la magnitud del desaf¨ªo y se mandaba una clara se?al pol¨ªtica para empezar a recuperar el tiempo perdido. Este a?o se prev¨¦ la adopci¨®n del Pacto mundial sobre migraci¨®n, como primer marco de trabajo conjunto, reconocido por los Estados miembros de las Naciones Unidas, para entender mejor el fen¨®meno de la migraci¨®n y promover una mayor cooperaci¨®n global. En apenas unos a?os la migraci¨®n ha pasado de ser un ¨¢rea de trabajo secundario al top 5 de los denominados riesgos globales.
2. ?Un problema europeo?
Pese a que en el 2015 la Uni¨®n Europea hizo saltar todas las alarmas, un repaso de los datos refleja la magnitud del reto. En ese mismo a?o, el n¨²mero de migrantes en todo el mundo continu¨® aumentando, llegando a la cifra r¨¦cord de 244 millones (podr¨ªa ser el quinto pa¨ªs del mundo en poblaci¨®n). Es preciso a?adir que la migraci¨®n Sur-Sur (90,2 millones de personas) sigui¨® creciendo en comparaci¨®n con los movimientos Sur-Norte (85,3 millones de personas). El caso de los pa¨ªses lim¨ªtrofes a las zonas de conflicto, como L¨ªbano, Turqu¨ªa o Jordania, es especialmente preocupante, incrementando a¨²n m¨¢s la inestabilidad que vive la regi¨®n.
Cuando hablamos de inmigraci¨®n hablamos de gesti¨®n de fronteras, pero tambi¨¦n de las razones por las que las personas migran y c¨®mo mejorar la situaci¨®n en los pa¨ªses de origen
3. ?Un enfoque integral para atajar el problema de la inmigraci¨®n?
Sin duda, pero ?c¨®mo hacerlo? Cuando hablamos de inmigraci¨®n hablamos de gesti¨®n de fronteras, pero tambi¨¦n de las diferentes razones por las que las personas migran, de c¨®mo mejorar la situaci¨®n en los pa¨ªses de origen, de la capacidad de acoger, de tr¨¢fico il¨ªcito y trata de personas, de posible vinculaci¨®n con el terrorismo internacional, de pol¨ªticas de integraci¨®n a largo plazo, de trabajo decente, de remesas econ¨®micas y portabilidad de beneficios, de vivienda y educaci¨®n, de discriminaci¨®n, xenofobia, etc¨¦tera. En resumen, una larga lista de temas que complican a¨²n m¨¢s un ¨¢mbito que, desafortunadamente, se rige m¨¢s por el prejuicio que por el conocimiento, y donde la experiencia existente sigue siendo muy limitada.
4. ?Qui¨¦n hace qu¨¦?
Una de las grandes asignaturas pendientes de la globalizaci¨®n sigue siendo c¨®mo mejorar la distribuci¨®n de responsabilidades para una acci¨®n m¨¢s efectiva. El caso de los flujos migratorios es de manual. Mientras que a escala global se atisban nuevas formas de entendimiento y trabajo conjunto, las medidas se deciden en lo nacional (y en algunos casos en coordinaci¨®n con otros estados, como la UE) y el verdadero problema se siente en ¨¢mbito local y municipal, donde se tienen que gestionar muchos de los aspectos mencionados en el apartado anterior sin apenas capacidad o experiencia. Aqu¨ª es donde se multiplican los problemas y donde la participaci¨®n y experiencia de las organizaciones de la sociedad civil se vuelve indispensable.
5. ?La solidaridad como soluci¨®n?
S¨ª, pero con cuidado, ya que posiblemente no haya nada tan contraproducente como la solidaridad de palabra y no de hecho. Hay una tensi¨®n permanente en el debate entre los sentimientos, las convicciones morales, los gestos, la distribuci¨®n de responsabilidades, las implicaciones de las decisiones y la viabilidad de las respuestas pr¨¢cticas. El no ser capaces todav¨ªa de encontrar correlaciones visibles entre el discurso y los resultados est¨¢ fomentando una considerable polarizaci¨®n en la opini¨®n p¨²blica, que no ayuda en absoluto a desarrollar soluciones eficaces. El corto plazo no es precisamente alentador. Falta mucho por hacer y, por ahora, tanto los enfoques fragmentados como los preceptos populistas llevan ventaja. Esperemos que la actual sensaci¨®n de urgencia sea capaz de traducirse gradualmente en marcos de trabajo mejor dotados, coordinados y mucho m¨¢s efectivos.
Carlos Buhigas Schubert es fundador de Col-lab.
Puedes seguir a PLANETA FUTURO en Twitter y Facebook e Instagram, y suscribirte aqu¨ª a nuestra newsletter.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.