V¨ªctor Santana: ¡°Mi estudio es mi para¨ªso; mis m¨¢quinas, mis ni?as¡±

Su estudio bien podr¨ªa ser un laboratorio, o m¨¢s bien un cuadro de mando de una estaci¨®n espacial sovi¨¦tica. Nada de cables enmara?ados, todo est¨¢ en su lugar. "Mi estudio es el para¨ªso y mis m¨¢quinas, mis ni?as, mi sue?o", dice con los ojos como platos toc¨¢ndolas con delicadeza con la palma de la mano. Parece Gollum fascinado con su anillo. La sala est¨¢ tan bien sonorizada que tiene algo de inquietante: casi se escucha el silencio. Y no hay rastro de eco cuando se habla, como si las paredes absorbiesen el sonido. Adem¨¢s, se podr¨ªa decir que est¨¢ casi fortificada. Una puerta blindada separa la c¨¢mara del resto del habit¨¢culo. Santana vivi¨® los instantes m¨¢s largos de su vida, con el coraz¨®n palpitando en su pecho cuando recibi¨® una llamada. Le preguntaban si le hab¨ªa afectado la fuga de agua de una tuber¨ªa en el exterior. Abri¨® temblando la puerta justo cuando consiguieron vaciar todo el agua y respir¨® de alivio cuando vio sus m¨¢quinas, sus beb¨¦s, intactas.

V¨ªctor Santana no es un DJ cualquiera porque, entre otras cosas, tiene banda. Lo que aprende en cada sesi¨®n de Mondo Disko (en Madrid), donde es residente, lo lleva a la pr¨¢ctica en su proceso creativo: "Para m¨ª era una necesidad personal llevar mis directos a un grado superior. Todo parte de mis sintetizadores, de mis cajas de ritmos, de mi secuenciador... Y a partir de ah¨ª desarrollamos, vamos creando capas y armonizando con los instrumentos. Es una especie de jam session". Tiene tres tipos de sets para sus directos: en solitario con instrumentos 100% anal¨®gicos, con una banda de hasta cinco miembros y en tr¨ªo, con un teclado y un saxo.

"En mi set tiro para muchos lados. Puedes escuchar desde Detroit techno, a house de Chicago, a electro t¨ªpico; siempre pensando en la pista de baile. Es f¨¢cil ver que mi m¨²sica tiene un alma negra aunque sea blanco. He amado desde bien peque?o el soul, el funk, el jazz, el hip hop,... Soy coleccionista de vinilos y tengo casi m¨¢s vinilos de jazz y de funk que de m¨²sica electr¨®nica", asegura.

Para Santana la m¨²sica ha sido mucho m¨¢s que un compromiso, una pasi¨®n y un trabajo. Le ha servido tambi¨¦n como ancla y como terapia. Padece, aunque no le gusta etiquetarlo como un problema, d¨¦ficit de atenci¨®n. Pero cuando est¨¢ produciendo o creando, todo tiene sentido: "No sab¨ªa definirlo, pero te lleva a otro lugar. Yo soy capaz de concentrarme y en otros aspectos no. Yo entro al estudio y se me olvida el mundo".

Ser¨¢ un nombre m¨¢s en el espectacular cartel que ha confeccionado el Mad Cool. Un festival que apuesta claramente por la electr¨®nica en su tercera versi¨®n con otros nombres como Depeche Mode, Justice o The Bloody Beetrots; y que adem¨¢s lucha por visibilizar a los artistas locales a pesar de tener una intenci¨®n de captar a p¨²blico de todas partes del mundo. "Es como un sue?o. Es la t¨ªpica conversaci¨®n que tienes con amigos tom¨¢ndote un vino: 'He visto tu nombre al lado de Massive Attack'. Casi ni me lo creo. Es algo m¨¢gico", sentencia.