Los j¨®venes monologuistas que usan el humor como terapia
Un grupo de educadores de Elche ha desarrollado un taller para trabajar con adolescentes en riesgo de exclusi¨®n
¡°Voy a hacer un mor¨®logo. Un mon¨®logo de un moro espa?ol. A alguno le ha explotado la cabeza¡±. Esto dec¨ªa uno de los 13 c¨®micos menores de 18 a?os que actuaron el pasado 21 de junio en La Cuna, un local de Elche. El espect¨¢culo de estos humoristas quiz¨¢s no fue el que uno esperar¨ªa de unos adolescentes. Trataron temas como el acoso escolar (¡°una vez tuve un amigo imaginario y tambi¨¦n me pegaba¡±), la pobreza (¡°dicen que en Espa?a tiran la ropa casi sin usar. Lo ¨²nico que yo encontr¨¦ en los contenedores sin usar es mi dignidad¡±) o el racismo (¡°los gitanos somos conocidos por cantar, bailar y robar. Pero tranquilos, que yo no os voy a robar. Para eso est¨¢n aqu¨ª mis primos¡±).
Pero es que tampoco se trataba de una actuaci¨®n al uso. La III Muestra de Mon¨®logos Junior es fruto del trabajo que se hace en el taller ¡°La comedia, un enfoque terap¨¦utico¡±, del centro de acogida de menores de formaci¨®n especial de la Fundaci¨®n Arcos del Castillo. Los profesionales de este centro trabajan con chicos y chicas con autismo, trastornos de la conducta, acoso, malos tratos, consumo de drogas y discapacidades. La risa les ha ayudado a lidiar con temas muy dif¨ªciles y a mejorar tanto su relaci¨®n con los dem¨¢s como su autoestima.
¡°Nuestras propias historias¡±
La iniciativa arranc¨® hace cuatro a?os, cuando Juli¨¢n Mart¨ªnez, psic¨®logo y educador del centro, se hizo cargo del taller de teatro. Enseguida vio que no era muy ¨²til, ya que los j¨®venes solo permanecen all¨ª entre tres y nueve meses. ¡°Nunca se llegaba a representar ninguna obra¡±, explica a Verne. ?l ya era c¨®mico amateur en la asociaci¨®n cultural Magma Comedy, donde se imparten talleres de comedia, as¨ª que decidi¨® probar con el humor, partiendo de una premisa: ¡°No vamos a copiar ni a contar chistes, sino a escribir nuestras propias historias¡±.
Empezaron compartiendo ¡°cosas que les pasaban a todos¡±, pero poco despu¨¦s surgieron ¡°temas personales¡± en los que Mart¨ªnez decidi¨® profundizar. El humor ayud¨® a crear un espacio seguro que les anim¨® a contar cosas que hasta ese momento no hab¨ªan explicado ni a sus psic¨®logos y que a partir de entonces pod¨ªan comenzar a tratar en terapia.
¡°No todos los temas que salen en el taller acaban en el escenario¡±, aclara Mart¨ªnez, que a?ade que ¡°si vemos que un chiste puede ser perjudicial para ellos, no les dejamos hacerlo. Pero s¨ª es bonito que surja y que se pueda trabajar aparte¡±.
Mart¨ªnez menciona el caso de una adolescente que hab¨ªa sido v¨ªctima de agresi¨®n sexual y que llevaba dos a?os acudiendo a un centro especializado sin haber logrado hablar con su psic¨®logo. Hasta que comparti¨® con ¨¦l un apunte humor¨ªstico sobre lo que le hab¨ªa ocurrido. ¡°Me pregunt¨® si pod¨ªamos incluir ese comentario en el que, de una manera ir¨®nica, estaba hablando de lo que le hab¨ªa pasado¡±. A partir de ah¨ª pudieron comenzar a ayudarla en terapia personalizada.
Otro caso que recuerda es el de una ni?a cuya madre se la llev¨® a la otra punta del pa¨ªs cuando era muy peque?a y sin tener la custodia: ¡°Mi madre lo llam¨® mudanza, yo lo llam¨¦ secuestro¡±, dijo la ni?a. Mart¨ªnez apunta que no solo es un chiste, ¡°sino que muestra que se daba cuenta de la gravedad de lo que pas¨®¡±.
¡°El humor no es la soluci¨®n, pero ayuda¡±
Mart¨ªnez no est¨¢ solo en este proyecto, sino que lo ha desarrollado junto a otros dos integrantes de Magma Comedy: la educadora Estefan¨ªa Torres y el psic¨®logo Jos¨¦ Antonio Mart¨ªnez, que se encargan de la parte pedag¨®gica y la cient¨ªfica.
Tambi¨¦n han contado con el apoyo de c¨®micos profesionales, como Ra¨²l Massana, Denny Horror e Ignatius Farray, que se llev¨® a Juli¨¢n y a Jos¨¦ Antonio a La vida moderna. Muchos act¨²an desinteresadamente en estos espect¨¢culos: el d¨ªa 21 estuvieron con ellos Fran Fern¨¢ndez, Diego El Notario y Carlos Ortiz Caoz.
Juli¨¢n Mart¨ªnez subraya que el objetivo de esta iniciativa ¡°no es hacer c¨®micos, sino hacer terapia¡± y ¡°llevar la comedia a la vida cotidiana para ayudar a salir mejor de los problemas. No es la soluci¨®n, y menos en casos tan graves, pero s¨ª ayuda¡±.
Como tambi¨¦n ayuda subir al escenario. ¡°Son chicos con una falta de atenci¨®n grand¨ªsima. Los padres de muchos de ellos ni siquiera los llaman¡±. Estos j¨®venes est¨¢n invisibilizados y cuando alguien les presta atenci¨®n, suele ser para mal. Pero cuando salen a actuar, la atenci¨®n del p¨²blico se centra en ellos y sus chistes se reciben con risas y aplausos. Durante unos minutos son los protagonistas.
Esta respuesta positiva ha sido una de las claves del ¨¦xito de la iniciativa. Aunque todos participan escribiendo, no est¨¢n obligados a salir al escenario. Pero incluso quienes no salen a actuar ven la reacci¨®n al texto que han escrito y que interpreta un compa?ero. Mart¨ªnez cuenta que a la primera velada solo fue uno de los alumnos. En la m¨¢s reciente participaron 13 de los 18.
Y algunos siguen incluso despu¨¦s de dejar el centro. Andrea Romero Vicente, de 18 a?os, es una de las tres que contin¨²a ligada a Magma Comedy. El pasado d¨ªa 21 hizo un mon¨®logo en el que habl¨® de su s¨ªndrome de Tourette, que se caracteriza por los tics y, en algunos casos, por no poder contener expresiones malsonantes, entre otros s¨ªntomas asociados.
Cuando lleg¨® al centro lo pas¨® muy mal, explica, pero poder contar sus cosas y hacerlo en este tono de humor le ayud¨®. ¡°En el centro nos curr¨¢bamos mucho los textos entre todos con Juli¨¢n y al final iban saliendo cosas poco a poco¡±.
Es una forma de hablar de ella, en definitiva, y le resulta m¨¢s f¨¢cil hacerlo frente a un p¨²blico de desconocidos: ¡°Esto del s¨ªndrome de Tourette no se lo cuento a casi nadie. Lo sabe muy poca gente, aparte de mi familia y algunos de mis amigos¡±. Andrea Romero a¨²n no tiene claro si se quiere dedicar a la comedia, pero no duda al nombrar su c¨®mico favorito: Dani Rovira.
¡°Si te puedes re¨ªr de algo, puedes superarlo¡±
El ¨¦xito de la iniciativa ha llevado a que se interese la Generalitat valenciana, que quiere aplicar la t¨¦cnica de los talleres en centros hospitalarios y educativos. Adem¨¢s, est¨¢n recibiendo peticiones de formaci¨®n para implantarlo en otros centros.
Y eso a pesar de que al principio la administraci¨®n ve¨ªa la iniciativa con muchas precauciones, como recuerda Alfonso Ju¨¢rez, director del centro donde trabaja Mart¨ªnez. Cost¨® que vieran los beneficios, explica, sobre todo el hecho de que pod¨ªan ¡°hablar de sus problemas¡± y ¡°compartir experiencias. No solo ayuda a hablar con el psic¨®logo, a?ade, sino ¡°entre ellos mismos. Aprenden a escucharse, a reconocerse¡±.
Jos¨¦ Antonio Mart¨ªnez, hermano de Juli¨¢n y psic¨®logo, explica que el humor ayuda a tomar distancia emocional, dando ¡°una visi¨®n m¨¢s tranquila y m¨¢s serena¡±. Y a?ade: ¡°Si te puedes re¨ªr de algo, puedes superarlo. Eso no quiere decir que lo vayas a superar, pero s¨ª que se puede¡±.
Este mecanismo beneficioso es especialmente importante en chicos tan j¨®venes como los que participan en este proyecto: ¡°Si conseguimos activar conexiones ¨²tiles, estas se pueden mantener a largo plazo. Con los adultos cuesta m¨¢s porque el cerebro ya no es tan pl¨¢stico¡±.
El taller tiene muchas aplicaciones, tanto terap¨¦uticas como educativas y sociales. Estefan¨ªa Torres ya pudo aplicar lo desarrollado el curso pasado en el IES Joanot Martorell de Elche, donde estuvo a cargo de un grupo con necesidades especiales por discapacidad intelectual de entre 16 y 21 a?os.
¡°Salieron temas muy complicados. Hablaban de que se sent¨ªan diferentes, de que la gente no les trataba bien¡¡±. Y, adem¨¢s, aprendieron: el taller le sirvi¨® a Torres para ense?ar comprensi¨®n lectora, expresi¨®n escrita y oral, vocabulario¡ ¡°El ¨¢rea de lengua se trabaja completa¡±.
Estos temas surgieron ¡°con iron¨ªa y con humor¡± en la feria de talentos del instituto, en el que participaron dos de las alumnas con el texto escrito en clase. Pero Torres se?ala que lo m¨¢s importante fue que durante todo el curso contaron ¡°con un entorno seguro en el que pod¨ªan hablar y compartir experiencias¡±, con la red de seguridad que proporciona el humor. Muchos se sintieron por primera vez parte de un grupo.