Los tics de Tourette
El s¨ªndrome abarca desde movimientos incontrolados a conductas extravagantes
Una mujer que vivi¨® durante a?os en mi vecindario se asomaba peri¨®dicamente a la ventana y chillaba obscenidades a la calle. Los transe¨²ntes se asustaban, pero yo pensaba en lo dolorosa que deb¨ªa de ser la humillaci¨®n que siente alguien que es incapaz de controlar ese comportamiento en apariencia antisocial. La mujer padec¨ªa s¨ªndrome de Tourette, un trastorno neurol¨®gico cr¨®nico con s¨ªntomas que, contrariamente a la opini¨®n generalizada, raramente implican el bramido involuntario de obscenidades. Ahora s¨¦ que el trastorno est¨¢ asociado a una amplia gama de s¨ªntomas confusos que a menudo provocan retrasos en el diagn¨®stico y el tratamiento, que pueden prolongarse a?os.
El problema fue descrito con elocuencia en un art¨ªculo de Contemporary Pediatrics. En su informe, Samuel H. Zinner, pediatra de la Universidad de Washington, se?ala que el s¨ªndrome "a menudo no se diagnostica". "Los equ¨ªvocos sobre este trastorno de tics son habituales", a?ade, "ya que generalmente se percibe el s¨ªndrome como una alteraci¨®n caracterizada por comportamientos extra?os y espor¨¢dicos o arranques c¨®micos de procacidad incontrolable". El hecho es que "relativamente pocos pacientes gritan obscenidades", explicaba Zinner. "La afecci¨®n de los pacientes es moderada y generalmente pasa desapercibida", incluso para sus m¨¦dicos.
Estudios recientes revelan que sufre tics cr¨®nicos una persona de cada 100
Durante a?os fue err¨®neamente considerado como un problema psicol¨®gico
Para complicar m¨¢s el rompecabezas del diagn¨®stico, est¨¢ la capacidad de los pacientes, consciente o no, para contener sus tics cuando expresarlos pudiera resultar embarazoso. Zinner a?ade que los tics de Tourette "oscilan mucho en gravedad" y est¨¢n a veces relacionados con otros trastornos como la hiperactividad, el trastorno obsesivo-compulsivo, dificultades de aprendizaje, ansiedad o trastornos del estado de ¨¢nimo y dificultades para dormir.
La afecci¨®n fue descrita por primera vez en 1885 por el neur¨®logo franc¨¦s Georges Pilles de la Tourette. Pero, como otras enfermedades de las que m¨¢s tarde se descubri¨® que ten¨ªan una base neurol¨®gica, hasta los a?os sesenta fue percibido incorrectamente como un problema psicol¨®gico. La psicoterapia no puede curarlo y, a pesar de lo que m¨¦dicos y terapeutas dicen a menudo a los padres de los pacientes, la gente no lo supera.
Zinner afirma que el trastorno es mucho m¨¢s com¨²n de lo que se estima: estudios recientes indican que sufre tics cr¨®nicos una persona de cada 100. El trastorno afecta cuatro veces m¨¢s a chicos que a chicas y a menudo es hereditario.
Las personas con s¨ªndrome de Tourette a menudo son ridiculizadas y se las tacha de raras, espantosas e incluso locas, en funci¨®n de la naturaleza de sus tics y lo obvios, complejos e incontrolables que sean. Los tics poseen m¨²ltiples formas. Los tics f¨®nicos simples incluyen olfateo, gru?idos, carraspeos, chasquidos y gritos. Los complejos llegan a interrupciones del habla como balbuceos y repetici¨®n de palabras sueltas o frases. Aqu¨ª se situar¨ªa tambi¨¦n la coprolalia, es decir, la expresi¨®n de t¨¦rminos o frases socialmente inaceptables. Entre los tics motrices figuran el parpadeo, arrugar la nariz, mover la mand¨ªbula, encoger los hombros o sacudir el cuello. Tambi¨¦n pueden darse movimientos m¨¢s complejos, como saltos, tocamientos, piruetas al caminar, volver sobre los pasos dados, imitar el movimiento de otras personas o realizar gestos obscenos repentinos.
Los s¨ªntomas generalmente se vuelven m¨¢s complejos con el tiempo. Normalmente aparecen por primera vez en la primera infancia, a los seis o siete a?os, como tics motrices simples, y se manifiestan en ataques espaciados por segundos, minutos, semanas o incluso meses. La manifestaci¨®n a menudo viene precedida de un impulso premonitorio, parecido a un picor que empeora y que finalmente pide que se aplaque. El tic aporta un alivio temporal.
De forma consciente o no, la gente con s¨ªndrome de Tourette a menudo aprende a contener los tics, pero pagando un precio. La incomodidad y distracci¨®n provocadas por el impulso no satisfecho pueden resultar m¨¢s perjudiciales que el propio tic. Cuando finalmente se liberan los tics contenidos, a menudo son m¨¢s intensos y frecuentes. Ciertos est¨ªmulos, como un ruido, una palabra o una imagen, pueden desencadenar el impulso de los tics, y alteraciones como estr¨¦s, ansiedad, fatiga y un intenso nerviosismo emocional pueden hacer que se manifiesten. M¨¢s de la mitad de pacientes con s¨ªndrome de Tourette padecen trastorno hiperactivo de d¨¦ficit de atenci¨®n, y sus signos pueden aparecer antes que los tics. Otros problemas neurol¨®gicos asociados al trastorno incluyen la p¨¦rdida del control de los impulsos, ideas obsesivas y comportamientos compulsivos, discapacidades de aprendizaje y dificultades de organizaci¨®n, planificaci¨®n, toma de decisiones y cumplimiento de normas. La gente con s¨ªndrome de Tourette tambi¨¦n sufre ansiedad generalizada, fobias, ataques de p¨¢nico, depresi¨®n y trastornos del sue?o. Algunos experimentan explosivos ataques de furia repentinos.
Mientras tanto, en funci¨®n de la naturaleza y gravedad de los s¨ªntomas de un paciente, se dispone de medicaciones para tratarlos, entre otros, agonistas alfa-adren¨¦rgicos como la guanfacina (Tenex), neurol¨¦pticos como el haloperidol (Haldol) y benzodiazepina clonazepam (Klonopin). Al igual que con todos los f¨¢rmacos, existen efectos secundarios, y Zinner insta a utilizar las dosis m¨¢s bajas y el m¨ªnimo de f¨¢rmacos necesarios para ayudar a una persona a funcionar con eficacia. Dado que los tics pueden aumentar y disminuir, quiz¨¢ se necesiten meses de tratamiento cuando se prueben nuevos f¨¢rmacos para determinar su efectividad con precisi¨®n. Sin embargo, Zinner advirti¨® sobre la tendencia general de las familias a utilizar varios remedios alternativos y restricciones alimentarias, ya que ninguno ha demostrado ser ¨²til.
Exploraci¨®n terap¨¦utica
Algunas personas con s¨ªndrome de Tourette vieron un rayo de esperanza en un reciente informe sobre un hombre con s¨ªntomas de debilitaci¨®n causados por el s¨ªndrome de Tourette que se aliviaban de inmediato mediante una profunda estimulaci¨®n cerebral.
Este tratamiento implica la implantaci¨®n de electrodos en la parte del cerebro que controla el movimiento. Esta t¨¦cnica se ha probado en varios pacientes con s¨ªndrome de Tourette, pero todav¨ªa est¨¢ en una fase muy experimental, sin datos sobre su eficacia general, las posibles complicaciones, efectos secundarios o duraci¨®n de sus beneficios.
Otro enfoque relativamente nuevo para tics graves y muy espec¨ªficos supone la paralizaci¨®n temporal del grupo muscular afectado inyect¨¢ndole Botox (toxina de botulinum), que puede hacer remitir el tic durante varios meses. Pero todo ello est¨¢ en fase experimental y habr¨¢ que esperar a resultados m¨¢s concluyentes.
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