El Kilauea y el Volc¨¢n de Fuego: cuando la falta de prevenci¨®n cuesta vidas
Los procesos eruptivos de los dos volcanes son completamente diferentes
Los procesos eruptivos del K¨©lauea (Haw¨¢i) y el Volc¨¢n de Fuego (Guatemala) son completamente diferentes. Eso incluye tanto al origen del magma como a su composici¨®n y a los dinamismos eruptivos finales.
El K¨©lauea se engloba en las regiones denominadas Hot Spot, con magma bas¨¢ltico fluido, de origen en el manto profundo y cuya din¨¢mica eruptiva es sobre todo efusiva. Lo que forma son estructuras de baja pendiente con grandes coladas de lava fluida.
Por el contrario, el Volc¨¢n de Fuego est¨¢ asociado a din¨¢micas de subducci¨®n, magma de tipo andes¨ªtico m¨¢s viscoso con din¨¢mica eruptiva de tipo explosivo moderado o fuerte y bajo nivel de efusividad o generaci¨®n de coladas de lava.
Estas diferencias influyen en el n¨²mero de v¨ªctimas mortales, pero se suman otros muchos factores. Seg¨²n los ¨²ltimos datos, en Guatemala han fallecido m¨¢s de cien personas y decenas se encuentran desaparecidas, mientras que en Haw¨¢i, por el momento, no tenemos noticias de ninguna v¨ªctima mortal.
Los diferentes dinamismos eruptivos y los distintos niveles de los sistemas de vigilancia y alerta temprana ante las erupciones marcan la diferencia en cuanto al n¨²mero de v¨ªctimas. Tambi¨¦n influye la cercan¨ªa de n¨²cleos habitados a los volcanes y la diferente concienciaci¨®n de los organismos p¨²blicos y pol¨ªticos ante el fen¨®meno eruptivo.
En Haw¨¢i la baja explosividad y la vigilancia volc¨¢nica han permitido evacuar de manera efectiva la regi¨®n afectada. Sin embargo, en Guatemala, la alta explosividad y la carencia de planes adecuados de vigilancia y alerta temprana no posibilitaron la opci¨®n de evacuaci¨®n. No obstante, este tipo de explosiones suelen venir precedidas de los denominados precursores, que se pueden observar.
Medidas para minimizar las v¨ªctimas
En estos casos, especialmente cuando hay un alto n¨²mero de fallecidos como en el Volc¨¢n de Fuego, es habitual preguntarse si la erupci¨®n se podr¨ªa haber detectado a tiempo para avisar a la poblaci¨®n. Todos los procesos eruptivos vienen acompa?ados de una serie de observables geof¨ªsicos ¡ªsismol¨®gicos o deformaci¨®n, entre otros¡ª y geoqu¨ªmicos que se usan para realizar alertas tempranas o pron¨®sticos de una erupci¨®n. En el mundo existen muchos ejemplos de estos pron¨®sticos exitosos que avalan su eficiencia.
Si se pone en pr¨¢ctica una adecuada red de instrumentaci¨®n, junto con un grupo de cient¨ªficos y t¨¦cnicos que la interpreten, se realiza una adecuada educaci¨®n a la poblaci¨®n y hay una conciencia de las autoridades ante el fen¨®meno volc¨¢nico, es posible minimizar de manera clara y evidente la mayor¨ªa de los da?os y v¨ªctimas.
No hay que olvidar que los volcanes son una de las muchas evidencias superficiales de la din¨¢mica interior de la Tierra. Los terremotos o la misma orograf¨ªa superficial de la Tierra son otras de las manifestaciones que recuerdan el dinamismo terrestre.
Para convivir con esta maravilla de la naturaleza se debe actuar a diferentes niveles: cient¨ªfico, educativo y con acciones de planificaci¨®n y gesti¨®n del riesgo. Es necesario disponer de una adecuada red de instrumentos, personal cualificado y centros que realicen la labor de seguimiento de todos los observables que puedan indicar el inicio de cualquier actividad volc¨¢nica.
La poblaci¨®n debe ser educada, desde el nivel escolar a nivel general sobre cu¨¢les son los niveles de riesgo, participar en simulaciones de evacuaci¨®n, conocer el entorno y distinguir los diferentes escenarios posibles y acciones que realizar.
Por su parte, las autoridades deben propiciar los fondos para la vigilancia, los medios para la educaci¨®n y disponer de los adecuados planes de gesti¨®n del riesgo, con las acciones y personal adecuado a cada uno de los posibles escenarios, sin tener en cuenta que estas inversiones son a largo plazo.
La prevenci¨®n y la gesti¨®n siempre ser¨¢ m¨¢s econ¨®mica que la reconstrucci¨®n o las p¨¦rdidas de vidas y bienes.
Jes¨²s M. Ib¨¢?ez Godoy es catedr¨¢tico de F¨ªsica de la Tierra en la Universidad de Granada.
Cl¨¢usula de divulgaci¨®n
Jes¨²s M. Ib¨¢?ez Godoy no es asalariado, ni consultor, ni posee acciones, ni recibe financiaci¨®n de ninguna compa?¨ªa u organizaci¨®n que pueda obtener beneficio de este art¨ªculo, y ha declarado carecer de v¨ªnculos relevantes m¨¢s all¨¢ del cargo acad¨¦mico citado anteriormente.
Este art¨ªculo fue publicado originalmente en la web The Conversation.
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