V¨ªctor Jara
La tortura nunca merece medallas que la democracia no puede respetar
Supongo que la situaci¨®n es dolorosa para Billy casi cuarenta y cinco a?os despu¨¦s: en Chile, ocho militares han sido condenados por haber torturado y matado a un cantante, al m¨¢s pr¨®ximo a la gente, a V¨ªctor Jara. La descripci¨®n de lo que aconteci¨® el 11 de septiembre de 1973 con el cantautor ya no es preciso hacerla, porque hay una estupenda reconstrucci¨®n period¨ªstica de Manuel D¨¦lano en este peri¨®dico.
Pero s¨ª es interesante observar lo que se mueve en torno a tipos que durante el franquismo actuaron de manera parecida a como lo hicieron los torturadores de Jara, y por los mismos a?os.
Desde luego, Jos¨¦ Antonio Gonz¨¢lez Pacheco, conocido como Billy el Ni?o por sus compas. Este tipo no tiene que purgar las muchas salvajadas cometidas bajo el c¨®modo, para ¨¦l y otros cobardes, paraguas de la dictadura. Y yo tampoco pretendo hoy hablar de la amnist¨ªa de la Transici¨®n, que defiendo hasta donde sea como la mejor herramienta para la convivencia de los espa?oles.
Pero creo que no est¨¢ de m¨¢s, ni est¨¢ re?ido con el perd¨®n ni con la liquidaci¨®n de responsabilidades el refrescar la memoria de quienes vivieron en la miseria del franquismo y, sobre todo, de quienes se niegan con sus actos a condenar aquellos a?os.
Como, por ejemplo, el exministro Juan Ignacio Zoido, que defendi¨®, aunque fuera de manera pasiva, la acci¨®n de este repugnante ejemplar de polic¨ªa franquista, al negarse en el Parlamento a retirarle las condecoraciones con las que el tipo aumenta su pensi¨®n de retiro. Zoido milita en un partido pol¨ªtico que ha sido apartado del Gobierno por estar mezclado con la corrupci¨®n, y yo pienso que tambi¨¦n con el franquismo. El ministro fue la prueba cuando defendi¨® a Billy. ?Por qu¨¦ el PP defiende cuando es necesario la herencia franquista, incluyendo a los torturadores?
Para Billy ayer debi¨® ser un mal d¨ªa. Para las personas decentes en Chile y en Espa?a tuvo las dos caras, porque a la condena de sus torturadores y verdugos se uni¨® el recuerdo de su muerte, injusta y salvaje.
Gente como Zoido deber¨ªa hoy escuchar, por ejemplo, Te recuerdo, Amanda, para experimentar algo del mundo de V¨ªctor Jara. Quiz¨¢s descubra que la tortura nunca merece medallas que la democracia no puede respetar.
A Billy supongo que o¨ªr esos versos le har¨¢ apretar los pu?os, pero es solo una suposici¨®n.
Creo que el esp¨ªritu de la Transici¨®n es m¨¢s que compatible con quitarle las medallas a un torturador, y con recordar a un excelente poeta como V¨ªctor Jara.
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