El caudillo mexicano ante su gente
En las elecciones ganadas por Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador no se ha votado por un programa de gobierno, sino que se ha definido el tama?o de una esperanza. Los comicios marcaron el fin de las ideolog¨ªas y creado mezclas contradictorias
Lo m¨¢s valioso del f¨²tbol mexicano es el p¨²blico, seg¨²n demuestran las tribunas donde las gargantas se esfuerzan m¨¢s que los jugadores.
El 27 de junio Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador cerr¨® su campa?a ante una multitud consciente de su propio poder¨ªo. Las gradas que consagraron a Pel¨¦ y Maradona en los Mundiales de 1970 y 1986 celebraron al candidato del Movimiento de Regeneraci¨®n Nacional (Morena) con el fervor que se concede a los profetas. Un coro griego ped¨ªa la transformaci¨®n de un pa¨ªs con m¨¢s de cincuenta millones de pobres, impunidad en el 99% de los delitos y liderazgo mundial en asesinato de periodistas. La ideolog¨ªa era menos significativa que la devoci¨®n.
Ese mismo escenario hab¨ªa sido testigo del primer plebiscito espont¨¢neo que conden¨® a los Gobiernos autoritarios del PRI: el presidente Miguel de la Madrid inaugur¨® el Mundial de 1986 ante una tormenta de abucheos. El 27 de junio la ¡°voz del Azteca¡± fue distinta. En su tercer intento por ganar las elecciones, el tenaz luchador social de Tabasco escuch¨® un grito decisivo: ¡°?No est¨¢s solo!¡±. Consciente del pacto que sellaba con los suyos, respondi¨® con la frase m¨¢s importante de su dilatada trayectoria, no por ser la m¨¢s original, sino porque era la que un pa¨ªs traicionado por la clase pol¨ªtica quer¨ªa o¨ªr: ¡°No les voy a fallar¡±.
Las elecciones mexicanas de 2018 fueron una historia de terror con final de cuento de hadas. El pasado febrero, mi hijo Juan Pablo cumpli¨® veintis¨¦is a?os. Su amigo Esteban lleg¨® tarde a la fiesta porque trabaja como reportero. Juan Pablo estudia Medicina. Al entrar a la casa, Esteban le dijo: ¡°En lo que va del a?o, he visto m¨¢s cad¨¢veres que t¨²¡±. En M¨¦xico, informar es una actividad forense.
La muerte defini¨® la contienda electoral: 48 aspirantes a cargos de elecci¨®n y m¨¢s de 130 militantes de partidos pol¨ªticos fueron asesinados de septiembre de 2017 a junio de 2018. Los c¨¢rteles se adelantaron a votar con disparos para marcar su territorio y ratificar su contubernio con los m¨¢s diversos mandos del Gobierno.
Las elecciones mexicanas de 2018 fueron una historia de terror con final de cuento de hadas
De acuerdo con Borges, la democracia es un abuso de la estad¨ªstica. La nuestra es un abuso de la sangre y el dinero. Cada a?o, los partidos se asignan a s¨ª mismos 265 millones de d¨®lares que carecen de supervisi¨®n. Durante tres meses nos vimos expuestos al ataque cerebral de 27 millones de spots en 3.111 emisoras. Estamos ante una de las democracias m¨¢s caras del mundo, donde los partidos han descubierto que el negocio no consiste en resolver problemas sino en administrarlos.
La elecci¨®n marc¨® el fin de las ideolog¨ªas y dio lugar a mezclas contradictorias. El conservador Partido de Acci¨®n Nacional se ali¨® con el Partido de la Revoluci¨®n Democr¨¢tica, presuntamente socialdem¨®crata; Morena, en teor¨ªa de izquierda, recibi¨® el apoyo del Partido Evangelista; consciente de su desprestigio, el PRI postul¨® a un candidato que no pertenec¨ªa a su partido. Las convicciones pesaron menos que los intereses. En vez de propuestas, hubo mensajes de sentimentalismo, marketing, descalificaci¨®n de los contrarios, vehementes autoelogios.
Por primera vez participaron candidatos ¡°independientes¡±. Las comillas son imprescindibles porque se trat¨® de una farsa. La ley electoral exige recabar 867.000 firmas en al menos 17 Estados de la rep¨²blica para contender por la presidencia. Esta desmesura fue perfeccionada por un mecanismo discriminatorio dise?ado por el Instituto Nacional Electoral: las firmas deb¨ªan ser recabadas con una aplicaci¨®n descargable en celulares de gama media, que cuestan tres salarios m¨ªnimos. Esta democracia para ricos no le abr¨ªa las puertas a los ciudadanos, sino a los pol¨ªticos profesionales necesitados de un plan B.
As¨ª se impidi¨® que Marichuy Patricio, candidata del Concejo Ind¨ªgena de Gobierno, llegara a la papeleta. Fue la aspirante m¨¢s honesta: el 94% de las firmas reunidas en su favor resultaron v¨¢lidas. Sin embargo, s¨®lo alcanz¨® una tercera parte de la cuota requerida. Con ella se perdi¨® la oportunidad de una candidatura de izquierda que incluyera la voz de los pueblos originarios.
Jaime Rodr¨ªguez El Bronco, gobernador de Nuevo Le¨®n, hizo trampa en el 75% de sus firmas, mientras que Margarita Zavala, esposa del expresidente Felipe Calder¨®n, present¨® un 35% de firmas inv¨¢lidas. Estas tretas no les impidieron contender por la presidencia. As¨ª lo decidi¨® el Tribunal Federal Electoral, compuesto por siete personas. Cuatro de ellas votaron porque El Bronco y Zavala estuvieran en la papeleta. En un pa¨ªs con 127 millones de habitantes, un decisivo trance electoral qued¨® en manos de la Banda de los Cuatro. Jos¨¦ Woldenberg, que sent¨® las bases para las primeras elecciones vigiladas y competidas en M¨¦xico, y que defiende con denuedo la gesti¨®n del INE, escribi¨® un art¨ªculo sobre el Tribunal con un t¨ªtulo elocuente: ¡°Verg¨¹enza¡±.
Tal fue el deprimente pr¨®logo de un domingo de excepci¨®n. Morena llegaba a la contienda con el mayor m¨¦rito que puede tener una organizaci¨®n pol¨ªtica mexicana: nunca ha gobernado. Hartos de la corrupci¨®n y la ineficacia del PRI y el PAN, los votantes buscaban un horizonte nuevo. A sus 64 a?os, L¨®pez Obrador conoce todos los pliegues del proselitismo. Lleg¨® a la arena p¨²blica de la mano del poeta Carlos Pellicer, milit¨® en el PRI, presidi¨® el PRD, gobern¨® la Ciudad de M¨¦xico y desde hace doce a?os ha recorrido el pa¨ªs innumerables veces. A estas alturas, ya resulta imposible definirlo como izquierdista por las alianzas que ha establecido con caciques locales, sindicatos corruptos, expriistas, expanistas, evangelistas, pentecostales y personeros de empresas, y porque defiende un capitalismo asistencialista. Definirlo como ¡°antisistema¡± ser¨ªa a¨²n m¨¢s descabellado. Nadie conoce como ¨¦l las procelosas reglas de nuestra pol¨ªtica.
Los malos presagios que se cern¨ªan sobre los comicios desembocaron en un d¨ªa pac¨ªfico
?Se moder¨® para poder llegar y se radicalizar¨¢ en el poder? Dispone de suficiente respaldo para ello. Morena gan¨® cinco gubernaturas y dominar¨¢ el Congreso. La principal noticia no es qui¨¦n gan¨® sino c¨®mo gan¨®. No se puede menospreciar esa abrumadora mayor¨ªa. El domingo, por unas horas, existi¨® el pueblo.
Los malos presagios que se cern¨ªan sobre las elecciones desembocaron en un d¨ªa pac¨ªfico, marcado por la ilusi¨®n. ?De los ogros al mundo de las hadas! ?Una nueva irrealidad? Lo cierto es que m¨¢s de un mill¨®n de ciudadanos tuvieron a su cargo la jornada en la que el 53% vot¨® por un cambio cuya profundidad se ignora. No se defin¨ªa un programa de gobierno; se defin¨ªa el tama?o de la esperanza.
En forma apropiada para un nuevo comienzo, la casilla donde vot¨¦ se ubicaba en un kindergarten. Afuera, un trompetista callejero entonaba destempladas melod¨ªas. A las nueve de la noche, cuando ya se conoc¨ªan los resultados preliminares, el m¨²sico segu¨ªa ah¨ª.
Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador hab¨ªa ganado.
El trompetista an¨®nimo tocaba A mi manera.
Juan Villoro es escritor.
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